Un equipo internacional de investigadores ha identificado una población específica de células del cuello de útero que estarían implicadas en la gran mayoría, si no en la totalidad, de los casos de cáncer de cérvix. Los resultados del estudio fueron publicados en la edición del 11 de junio de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los subtipos oncogénicos del virus del papiloma humano (VPH), como los 16 y 18, considerados de “alto riesgo”, pueden causar cánceres en el área anogenital tales como el cáncer de cuello de útero o el cáncer anal.
El sistema inmunitario de las personas con VIH elimina con mayor dificultad las infecciones por VPH y, por tanto, incrementa el riesgo de experimentar los cánceres asociados a dicho virus. Este hecho llevó a los expertos a incluir el cáncer de cérvix invasivo entre las enfermedades definidoras de sida. Según la opinión de muchos especialistas en VIH, el cáncer anal debería también incluirse entre dichas enfermedades.
La neoplasia intraepitelial cervical (NIC) es un tipo de lesión que puede progresar a cáncer si no se somete a tratamiento. Este tipo de lesiones se dan típicamente en la unión escamocolumnar. Sin embargo, hasta la realización del presente estudio, se desconocía el origen exacto de las líneas celulares que, una vez modificadas tras la infección por el papilomavirus, producen las NIC.
Con el objetivo de determinar la línea celular implicada en el desarrollo de las neoplasias intraepiteliales cervicales, investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston (EE UU), que colaboraron con otros grupos de investigación de ámbito internacional, llevaron a cabo una serie de ensayos encaminados a la caracterización de las células generadoras de NIC.
Tras analizar múltiples muestras de tejidos, los investigadores aislaron una población de células escamocolumnares con una expresión genética y morfología particulares -hecho que permitiría detectarlas por medio del análisis de muestras obtenidas por medio de biopsias-. Dichas células fueron detectadas en un elevado porcentaje de NIC de alto grado asociadas a subtipos de VPH de alto riesgo y cánceres de cuello de útero, mientras que no lo fueron en las lesiones asociadas a virus del papiloma humano de subtipos no carcinogénicos.
Un test de detección específico de la línea celular caracterizada en el estudio podría permitir predecir las lesiones que evolucionarán a cáncer y cuáles no lo harán.
En los ensayos también se observó que dichas células no se regeneran tras su resección quirúrgica, lo cual, por un lado, apoyaría la cirugía de las lesiones precancerosas para prevenir la aparición de cáncer y, por otro, podría apoyar el desarrollo de una técnica encaminada a eliminar estas células para evitar el desarrollo de cáncer tras una hipotética infección por VPH. Esta supuesta técnica, no obstante, debería basarse en muchas más evidencias científicas que las aportadas por el presente estudio, ya que debería demostrarse que la eliminación de esta línea celular no conlleva ningún efecto adverso para la mujer.
Por último, el cultivo de estas células podría permitir desarrollar modelos in vitro para la investigación básica de los cánceres de cuello de útero, hecho que podría permitir el desarrollo de nuevas terapias para su tratamiento.
Fuente: HIVandHepatitis.
Referencia: Herfs M, Yamamoto Y, Laury A, et al. A discrete population of squamocolumnar junction cells implicated in the pathogenesis of cervical cancer. Proceedings of the National Academy of Sciences USA. June 11, 2012 (Epub ahead of print).
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