El Centro Europeo para el Control y la Prevención de las Enfermedades (ECDC) ha emitido una alerta relativa al aumento de las infecciones de transmisión sexual por la bacteria intestinal Shigella sonnei multirresistente a antibióticos. Dos meses atrás, dicho incremento ya fue identificado por las autoridades sanitarias del Reino Unido. Desde entonces, se han identificado brotes relacionados entre sí –con perfiles de resistencias similares y/o perfiles genéticos relacionados– en otros 9 países europeos, entre los que se encuentra España. La mayor parte de ellos han tenido lugar en hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) y su transmisión ha tenido lugar a través de prácticas sexuales.
Las redes de contacto sexual entre algunos hombres GBHSH europeos se encuentran altamente interconectadas a través del uso de aplicaciones de teléfonos móviles de búsqueda de contacto sexual u otras herramientas, lo cual en ocasiones se traducen en prácticas de riesgo con amplias cadenas de transmisión. En un contexto, como el actual, de liberación de las restricciones desarrolladas para el control de la pandemia de COVID-19 y de una avidez por la socialización, el riesgo de brotes de infecciones de transmisión sexual aumenta.
Las principales vías de transmisión de esta bacteria son a través de la ingesta de alimentos contaminados (agua y comida) o por vía fecal-oral, la habitual en los casos reportados. La transmisión por vía fecal-oral puede ser por contacto directo, a través del rimming (o beso negro) o por contacto indirecto, tras las relaciones sexuales anales, el uso de juguetes sexuales o el fisting.
La infección provocada por la Shigella sonnei genera problemas intestinales y, en el peor de los casos, disentería (diarrea con sangre y moco) y perforaciones gástricas. Aunque el impacto de la enfermedad es leve, podría ser grave en adultos inmunodeprimidos. En el resto de la población, el riesgo de infección por Shigella es bajo. La cosa se complica si dichas infecciones vienen mediadas por cepas con diversas mutaciones de resistencia a antibióticos, hecho que limita las opciones terapéuticas.
El riesgo de que las infecciones por Shigella sonnei salten de las cadenas de transmisión entre hombres GBHSH a otros grupos poblacionales aumenta si la transmisión dentro de dicho grupo es alta. En general, se considera que la probabilidad de infecciones en grupos de población más grandes a través de, por ejemplo, manipulación de alimentos se considera, en todo caso, muy baja, ya que las medidas higiénicas generales previenen la transmisión por dicha vía.
Con relación a cómo responder a estos brotes, el ECDC destaca que los GBHSH deberían intentar minimizar la exposición a S. sonnei por vía fecal-oral durante su actividad sexual por medio de prácticas sexuales más seguras (uso de métodos barrera tales como los condones o los “diques dentales” [dental dams) y una buena higiene.
También se recomienda que aquellos hombres GBHSH con síntomas de infección gastrointestinal se realicen las correspondientes pruebas de cribado e informen a sus médicos sobre sus prácticas de riesgo sexual. En general, el ECDC recomienda evitar la actividad sexual durante, al menos, 7 días tras la desaparición de los síntomas de una infección por S. sonnei diagnosticada y el contacto fecal-oral durante el sexo debería evitarse durante entre 4 y 6 semanas. Las autoridades sanitarias europeas también recomiendan proporcionar información sobre Shigella sonnei en las visitas de seguimiento de los programas de profilaxis preexposición frente al VIH (PrEP, en sus siglas en inglés).
Asimismo, las personas con síntomas gastrointestinales no deberían manipular alimentos hasta que no estén recuperadas por completo o bien hayan obtenido un resultado negativo en la prueba de cribado de Shigella sonnei. En entornos sanitarios, además de las precauciones generales, se recomienda extremar las medidas preventivas –proporcionando un baño de uso propio y un fácil acceso a higienización de manos– en aquellas personas con infección por Shigella sonnei diagnosticada o sospechada.
Las muy limitadas opciones de tratamiento frente a Shigella sonnei multirresistente a antibióticos hace necesaria la implementación de tests de susceptibilidad a antibióticos a las muestras obtenidas de personas de alto riesgo con el objeto de poder seleccionar el tratamiento idóneo en caso de ser necesario y así minimizar las consecuencias de Shigella sonnei en la salud individual y poblacional.
En la misma línea, el ECDC hace un llamamiento a los centros y profesionales sanitarios para que reporten los brotes por Shigella sonnei y los casos de fracasos terapéuticos –a través, por ejemplo, de la herramienta digital EpiPulse- para favorecer la intervención rápida de las autoridades que trabajan en salud pública a todos los niveles y así prevenir la diseminación de las cepas multirresistentes.
Puede consultarse la alerta del ECDC (en inglés) en el siguiente enlace: Increase in extensively-drug resistant Shigella sonnei infections in men who have sex with men in the EU/EEA and the UK.
Fuente:Elaboración propia (gTt).
Referencia:Comunicado de prensa del ECDC 23/02/2022: Rapid risk assessment: Increase in extensively-drug resistant Shigella sonnei infections in men who have sex with men in the EU/EEA and the UK.
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