En los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) con el VIH franceses se ha hallado una elevada prevalencia de infección anal por cepas del virus del papiloma humano (VPH) asociadas a un alto riesgo de cáncer anal, siendo el subtipo 16 el más prevalente. Esta es la principal conclusión a la que llega un estudio publicado recientemente en la edición online del Journal of Infectious Diseases.
El cáncer anal es uno de los cánceres de origen infeccioso más frecuentes en personas con el VIH. La infección por aquellos tipos de VPH llamados “de alto riesgo” pueden producir lesiones intraepiteliales escamosas de bajo grado (LSIL, en sus siglas en inglés) o de alto grado (HSIL, en sus siglas en inglés) que, si progresan, pueden dar lugar a cáncer anal. En muchas ocasiones dichas lesiones se resuelven de forma espontánea sin tratamiento. Sin embargo, poco se sabe sobre los factores de riesgo y el curso de la infección anal por VPH en HSH con el VIH.
La infección por el subtipo 16 del VPH se ha asociado de manera estrecha con el desarrollo de cáncer anal. De hecho, la prevalencia del subtipo 16 del VPH se incrementa con la gravedad de los cambios celulares anales precancerosos y de las lesiones. Según los investigadores, los datos transversales de este estudio confirman que el subtipo 16 del VPH es un factor de riesgo determinante de las lesiones de alto riesgo.
Con el fin de caracterizar mejor la prevalencia y evolución de la infección anal por el VPH y las lesiones asociadas en hombres gais, bisexuales y otros HSH con el VIH, un equipo de investigadores franceses llevó a cabo un estudio prospectivo y multicéntrico conocido como ANRS EP57 APACHES. El primer objetivo de este estudio fue examinar la prevalencia basal del VPH de alto riesgo, sobre todo el VPH16, y sus factores de riesgo.
Entre diciembre de 2014 y junio de 2016 se inscribió un total de 490 hombres gais, bisexuales y otros HSH con el VIH para participar en el estudio. En el análisis se excluyeron a los hombres con cáncer anal o aquellos que habían sido tratados de neoplasias intraepiteliales anales de alto grado (AIN 3) en el año anterior.
La mediana de edad de los inscritos fue de 51 años, el recuento mediano de células CD4 fue de 685 células/mm3 y el 92% tenía la carga viral indetectable. Del total, un 4% no recibía tratamiento antirretroviral y, aproximadamente una quinta parte había tenido enfermedades definitorias de sida. Más de la mitad de los participantes refirió haber practicado sexo anal receptivo con 40 o más parejas sexuales a lo largo de la vida y el 78% comunicó haber mantenido sexo anal receptivo durante el año anterior a la participación en el estudio. Aproximadamente dos terceras partes de los inscritos eran fumadores o lo habían sido en el pasado.
Del total, 201 hombres refirieron haberse realizado citologías y/o biopsias previamente al estudio y 39 declararon que se les había detectado lesiones de alto grado. En el análisis se excluyeron a los hombres con cáncer anal o aquellos que habían sido tratados por lesiones anales intra-epiteliales de alto grado (AIN 3) en el año anterior.
A cada participante se le tomó dos muestras anales mediante un frotis con hisopo, una para la citología y la otra para la prueba de ADN del VPH. Además, también se sometieron a un examen rectal digital y a una anoscopia de alta resolución, durante la cual se realizó una biopsia de las lesiones.
Los resultados del estudio muestran que la prevalencia general de VPH de alto riesgo fue del 70%. El subtipo de alto riesgo más prevalente fue el VPH16 (29%), seguido del VPH69 (16%) y del VPH33 (13%). Una población de múltiples cepas del VPH se detectó en el 47% de las muestras en general y en el 67% de las muestras con VPH de alto riesgo.
Tanto la prevalencia del VPH16 como del VPH de alto riesgo no varió de manera significativa según la edad, el número de parejas sexuales, el recuento de células CD4, la duración de la infección por el VIH o el tiempo recibiendo terapia antirretroviral. Sin embargo, la prevalencia de VPH de alto riesgo fue mayor entre los fumadores (cociente de probabilidades [CP]: 1,8; intervalo de confianza del 95% [IC95%]:1,2-2,7). Asimismo, la prevalencia del VPH16 ([CP]: 4,5; [IC95%]: 1,9-10,6) y del VPH de alto riesgo ([CP]: 9,3; [IC95%]: 2,9-29,3) fue significativamente mayor entre los participantes que previamente habían sido diagnosticados con lesiones anales de alto grado en comparación con los que no tenían dichas lesiones.
La citología anal se realizó con éxito en 479 participantes de los cuales el 41% resultó negativo y en el 17% se detectaron células escamosas atípicas de significado incierto (ASCUS, en sus siglas en inglés). Los cambios celulares de bajo y alto grado estuvieron presentes en un 1% y 7%, respectivamente.
En el 54% de los hombres el resultado de la anoscopia de alta resolución fue normal, el 21% fue diagnosticado de neoplasia intraepitelial anal de grado 1 (AIN1), el 5% de neoplasia intraepitelial anal de grado 2 (AIN2) y el 6% de neoplasia intraepitelial anal de grado 3 (AIN3).
Cuando se combinaron las citologías y los exámenes histológicos se observó que el 37% de los hombres dio negativo para la enfermedad relacionada con el VPH, el 58% tenía una enfermedad de bajo grado y el 15% de alto grado.
La prevalencia del VPH16 y del VPH de alto riesgo aumentó de manera significativa desde aquellos pacientes que obtuvieron un resultado negativo en la citología (23% y 57%, respectivamente) a aquellos con cambios celulares de alto grado (61% y 100%, respectivamente). De manera similar se observó un aumento de la prevalencia de acuerdo con los resultados histológicos pasando de un 15% y 63%, respectivamente, en aquellos pacientes con resultados histológicos negativos a un 78% y 100%, respectivamente, en aquellos pacientes con neoplasia intraepitelial anal de grado 2 (AIN2).
Los resultados compuestos muestran que la prevalencia del VPH16 aumentó del 19% entre los pacientes que eran negativos o con enfermedad de bajo grado al 63% entre aquellos con lesiones de alto grado.
Los resultados del presente estudio muestran que el subtipo 16 del VPH está ampliamente presente entre los hombres gais, bisexuales y otros HSH que viven con el VIH y está fuertemente asociado con la detección de lesiones anales de alto grado, predecesoras en muchos casos del cáncer anal. Por ello, es especialmente importante ofrecer cribados del cáncer anal asociado al VPH de forma rutinaria a esta población de pacientes con el fin de prevenir, detectar y tratar el desarrollo de este tipo de cáncer.
De las tres vacunas actualmente disponibles, dos –la tetravalente (VPH 6, 11, 16 y 18) y la nonavalente (VPH 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52, 58)– están indicadas para la prevención de condilomas, lesiones precancerosas y cáncer anal. Por lo tanto, los hombres gais, bisexuales y otros HSH, con y sin el VIH, podrían beneficiarse también de la vacunación frente al VPH hasta los 26 años de edad. Por otro lado, se necesitan más estudios que evalúen la efectividad de la vacunación en la prevención de recidivas de displasia anal de alto grado tras el tratamiento en hombres gais, bisexuales y otros HSH con o sin el VIH.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Combes J-D et al. Prevalence and risk factors for anal human papillomavirus infection in HIV-positive men who have sex with men. J Infect Dis, online edition, 2018.
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