Se confirman los resultados positivos del ensayo tailandés de la vacuna contra el VIH

Los subanálisis, aunque sin fuerza estadística, indican que funcionó mejor en personas con poco riesgo de infección

Miguel Vázquez
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A finales del pasado mes de septiembre, se hicieron públicos los resultados del ensayo tailandés sobre una vacuna contra el VIH que consiguió una protección algo superior al 30% frente a la infección (véase La Noticia del Día 30/09/2009). Una vez extinguido el revuelo mediático que rodeó al anuncio, se empezaron a escuchar voces que llamaban a la prudencia, especialmente tras comprobar que análisis adicionales arrojaban cifras menos esperanzadoras. En la conferencia AIDS Vaccine 2009, celebrada en París (Francia) entre el 19 y el 22 de octubre, se ofreció más información sobre el ensayo RV144.

Es habitual que los datos de un estudio clínico se sometan a distintos análisis estadísticos que permiten valorar los resultados desde diferentes puntos de vista. Los resultados anunciados a finales del mes pasado correspondieron al denominado análisis por intención de tratamiento modificada [mITT, en sus siglas en inglés], que fueron los empleados a lo largo del ensayo para determinar si éste debería continuar o no, pese a que el análisis por intención de tratamiento -ITT- se considera, en general, el más riguroso. En la conferencia, además de estos dos, también se presentó el análisis por protocolo (PP).

*) ITT: Por intención de tratamiento: En este análisis se tuvieron en cuenta todos los participantes que fueron distribuidos aleatoriamente, con independencia de si recibieron todas las inyecciones o no (el régimen incluía seis inoculaciones de las dos candidatas a vacuna o bien de placebo).

*) mITT: Por intención de tratamiento modificada: Consideró a los mismos participantes que el análisis ITT, excluyendo a los que ya tenían VIH al inicio (en este ensayo, hubo siete casos de personas que, a pesar de que se consideró que no tenían VIH al iniciar el estudio, posteriormente se comprobó que sí padecían la infección).

*) PP: Por protocolo: Incluyó a todos los participantes que no tenían VIH al comienzo y que siguieron de forma exacta el protocolo del estudio (es decir, no tuvieron en cuenta los casos de los voluntarios que no recibieron todas las inoculaciones o que lo hicieron fuera de los días previstos en la agenda). Este análisis resulta más útil cuando el objetivo del estudio es comprobar la eficacia de un calendario de vacunación de cara a conseguir su aprobación normativa.

ITT

mITT

PP

Participantes

16.402

16.395

12.542

Infecciones en el grupo de vacuna

56

51

36

Infecciones en el grupo de placebo

76

74

50

Eficacia de la vacuna

26,4%

31,2%

26,2%

Intervalo de confianza del 95%

-4,0 – 47,9

1,1 – 51,2

-13,3 – 51,9

P

0,08

0,04

0,16

Significación estadística

No

No

Aunque los resultados de los análisis ITT y PP evidencian un nivel de eficacia más modesto y carecen de significación estadística, los tres análisis coinciden en apuntar hacia la misma tendencia protectora en el régimen de vacunación: en todos los casos, se observaron menos infecciones en el brazo de vacuna que en el de placebo. Por su parte, los autores destacan que los resultados del análisis mITT proporcionan la información más útil desde el punto de vista clínico a la hora de tomar decisiones respecto al futuro de la vacuna.

En la conferencia también se prestó atención a los datos atendiendo a la situación de riesgo de infección de los pacientes. El 47,5% de los participantes fue calificado como en situación de bajo riesgo, el 28,5%, en situación de riesgo medio, y el 24%, en situación de alto riesgo (considerando tanto sus conductas personales y de sus parejas como su percepción personal al respecto). Al comparar la eficacia de la vacuna entre los distintos grupos, se comprobó que la eficacia fue de un 40% en el grupo de bajo riesgo y de un 46% en el de riesgo medio, mientras que apenas llegó a un 3,7% en el grupo de alto riesgo, lo que indica que funcionó mucho peor con los participantes en situación de mayor riesgo de infección [si bien el reducido tamaño de la muestra impide obtener una significación estadística].

Asimismo, se comprobó que la mayor protección de la vacuna se produjo en el primer año, lo que apunta a que el efecto de la vacunación puede desvanecerse con el tiempo.

Los investigadores concluyen: “Este régimen de vacunación tipo inducción-refuerzo con ALVAC-HIV y AIDSVAX B/E puede reducir el riesgo de infección por VIH a nivel poblacional en una comunidad en la que el principal riesgo es la transmisión por vía heterosexual (…). La vacunación no afectó a la carga viral o el nivel de CD4 en los pacientes que se infectaron por VIH. Aunque los resultados muestran sólo un pequeño beneficio, ofrecen datos útiles para futuras investigaciones”.

El siguiente paso de la comunidad científica implicada en la investigación en vacunas contra el sida es seguir examinando con más detalle los datos disponibles (más los obtenidos en el ensayo de seguimiento de los voluntarios infectados) para desentrañar la mayor información posible de unos resultados que, en opinión de muchos expertos, han planteado más cuestiones de las que han resuelto; así, por ejemplo, se ignora por qué no se observó ningún efecto sobre el nivel de CD4 o carga viral en las personas infectadas a pesar de la vacunación respecto a las que recibieron placebo, ni por qué la combinación de las dos candidatas a vacuna tuvo este efecto protector cuando, por separado, no habían funcionado especialmente bien.

De los resultados de estos análisis puede depender la decisión de llevar a cabo más ensayos con estas candidatas (que estaban adaptadas a las cepas B y E del VIH, predominantes en Tailandia, pero no en otras partes del mundo, como África, la zona más afectada por la epidemia) y de qué modo.

Si bien los resultados del estudio parecen no tener la contundencia estadística que podría desearse, no cabe duda de que constituyen un hito en la historia de la investigación en vacunas contra el VIH, puesto que suponen la primera evidencia de la eficacia de una vacuna proveniente de ensayos con seres humanos y equivalen a una prueba de concepto de que es posible conseguir una vacuna, algo de lo que se llegó a dudar.

Fuentes: Elaboración propia / aidsmap / Hivandhepatitis.
Referencia: U.S. Military HIV Research Program. Detailed Results from RV 144 HIV Vaccine Trial Published Today in The New England Journal of Medicine and Presented at the AIDS Vaccine 2009 Conference Provide Insight for Future Research. Press release. October 20, 2009.

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