Un estudio realizado en Francia, publicado en Open Forum Infectious Diseases, ha revelado que hasta el 17% de las personas con el VIH mayores de 65 años presentan –al menos- una interacción entre medicamentos, que conllevan un sobrecoste anual de 2.693€ por persona afectada. Los investigadores también identificaron un alarmante número de personas mayores con el VIH de las que no se había registrado la prescripción de ningún antirretroviral durante el último año.
Las interacciones medicamentosas pueden reducir la eficacia de los tratamientos o incrementar el riesgo de padecer efectos secundarios. En ocasiones, las interacciones pueden conllevar consecuencias médicas graves, con notables riesgos para quienes las padecen y sobrecostes para el sistema sanitario. Por ello, un adecuado manejo de las comorbilidades y sus tratamientos es esencial para optimizar la eficiencia del sistema sanitario. La tercera edad es la fase vital con mayor número de comorbilidades y, por ello, el momento en el cual el manejo de las diversas medicaciones y sus potenciales interacciones es crítico para asegurar el mejor estado de salud posible para estas personas.
Para arrojar un poco más de luz a este asunto en el contexto de la infección por el VIH, los autores del presente estudio realizaron un análisis retrospectivo de los registros del año 2016 de la Base de Datos del Sistema Nacional de Salud de Francia (SNIIRAM, en sus siglas en francés). En el análisis se incluyó a las personas mayores de 65 años con el VIH en tratamiento antirretroviral.
En el estudio se incluyeron los registros de 9.076 personas que cumplieron con los criterios preestablecidos. La media de la edad era de 71,3 años y el promedio desde el diagnóstico era de 16,2 años.
El 16,8% de los participantes presentaba, al menos, una interacción medicamentosa . Durante el estudio se registraron un total de 2.772 interacciones. La mayoría de ellas (el 91%) tuvieron lugar entre antirretrovirales y otros fármacos .
Respecto al riesgo de interacciones cuando el tratamiento antirretroviral estaba formado por inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido (ITINN) y inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido o nucleótido (ITIN/ITINt); el riesgo de interacciones fue inferior si el esquema estaba formado por dolutegravir (Tivicay®, también en Triumeq® y Juluca®) o raltegravir (Isentress®) junto a ITIN/ITINt (cociente de probabilidades [CP]: 0,02) y superior si el régimen contenía un potenciador farmacocinético (CP: 4,2).
Aquellos tratamientos no incluidos en los esquemas referidos en el anterior párrafo también se asociaron a un mayor riesgo de padecer interacciones (rango de CP entre 2,41 y 3,58 en función de la combinación).
Un mayor número de antirretrovirales también incrementó la probabilidad de interacciones (aumento del CP de 1,35 por cada fármaco adicional), del mismo modo que un mayor número de comedicaciones no antirretrovirales (aumento del CP de 1,07 por cada fármaco adicional). Ello es consistente con lo ya observado en la población general, donde la polifarmacia es la principal fuente de interacciones.
Tener enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) aumentó la probabilidad de padecer interacciones en un 67%.
Tener una mayor edad, de forma inesperada, no se asoció a una mayor probabilidad de experimentar interacciones. Los investigadores apuntaron como posible causa a que las potenciales interacciones suelen ser más tenidas en cuenta y prevenidas en las personas de mayor edad.
Los inhibidores de la proteasa (IP) potenciados tomados junto a corticoides administrados con spray nasal –como los usados, por ejemplo, en caso de EPOC- generaron el 29% de las interacciones detectadas.
El 27% de las interacciones tuvieron lugar entre atazanavir (Reyataz®) o rilpivirina (Edurant®, también en Eviplera®, Odefsey® y Juluca®) e inhibidores de la bomba de protones (protectores de estómago tales como omeprazol o lansoprazol).
La interacción entre IP y el antihipertensivo lercanidipino supusieron el 11% de las interacciones detectadas.
Una de las interacciones típicas que no pudo ser detectada en el estudio fue la existente entre IP y sildenafilo (especialidad farmacéutica genérica [EFG], Viagra®), ya que el sistema de salud francés no cubre la financiación de este fármaco.
De forma interesante, los investigadores cuantificaron el sobrecoste que estas interacciones tuvieron para el sistema sanitario francés. El promedio de coste de la atención sanitaria fue de 16.820$ anuales por paciente. Entre quienes presentaron interacciones el coste promedio fue de 19.784$ y entre quienes no las presentaron fue de 16.219$, por lo que el sobrecoste por interacciones medicamentosas se estableció en 3.654$ anuales por persona. Tras ajustar los datos por número de comorbilidades, dicho sobrecoste acabó fijado en 2.693$. Ello supondría que evitar las interacciones en las personas mayores con el VIH reduciría en un 13,6% su coste para el sistema sanitario .
De forma sorprendente, el 20% de las personas preseleccionadas para el estudio (por edad y estado serológico) no pudieron ser incluidas por no estar en tratamiento antirretroviral . Los factores de riesgo identificados para no estar en tratamiento fueron ser mujer (CP: 4,0), tener un diagnóstico del VIH reciente (CP: 9,9) y tener demencia (CP: 2,5).
Aunque los errores en la base de datos podrían explicar algunos de estos casos de ausencia de tratamiento antirretroviral, el alto número de casos detectados hace difícil que sea la única explicación.
Los resultados del presente estudio muestran la alta vulnerabilidad de las personas que envejecen con el VIH incluso en un país con un estado del bienestar avanzado como es Francia.
ONUSIDA ha fijado el objetivo 90-90-90, que establece que, para 2020 al menos el 90% de las personas con el VIH estén diagnosticadas; que, al menos, el 90% de las personas diagnosticadas tomen tratamiento antirretroviral; y que, al menos, el 90% de las personas tratadas tengan una carga viral indetectable. A estos tres noventas, la comunidad del VIH ha añadido un cuarto 90 (buenos niveles de calidad de vida en el 90% de las personas con el VIH en tratamiento con carga viral indetectable). Los resultados del presente estudio afectan de pleno para cumplir el objetivo del cuarto 90, pero también para el segundo y tercer 90 –teniendo en cuenta que se detectaron muchos casos de personas mayores con el VIH que no estaban en tratamiento-.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia ( gTt-VIH ).
Referencia: Demessine L et al. Risk and Cost Associated With Drug–Drug Interactions Among Aging HIV Patients Receiving Combined Antiretroviral Therapy in France. Open Forum Infectious Diseases 6: ofz051, 2019. (Full text freely available).
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