Un documento de evaluación rápida de riesgo publicado por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) ha realizado una valoración epidemiológica del actual brote de viruela símica (también conocida como viruela del mono) que ha sido detectado en diversos países.
En el documento, el ECDC apunta que –en comparación con virus de naturaleza respiratoria como el SARS-CoV-2, virus causante de la COVID-19– la viruela símica no es un virus de fácil transmisión entre personas. La transmisión tiene lugar a través del contacto con fluidos o con partículas víricas provenientes de piel lesionada de una persona infectada, a través de gotículas respiratorias en contactos cara a cara prolongados y a través de contacto con superficies contaminadas. La predominancia de casos en hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) en el presente brote y la naturaleza de las lesiones en algunos de ellos hacen pensar en que muchas de dichas transmisiones tuvieron lugar durante las relaciones sexuales.
En la evaluación epidemiológica del ECDC, la probabilidad que la viruela símica se acabe extendiendo en el grupo poblacional de personas con múltiples parejas sexuales dentro del continente europeo –área geográfica donde han sido detectados la mayoría de los casos del presente brote– puede ser considerada alta. En todo caso, el riesgo de transmisión, actualmente, lo establecen como moderado en personas con múltiples parejas sexuales (independientemente de su orientación sexual) y bajo en la población general.
Aunque la mayoría de casos del presente brote se han asociado a sintomatología leve, el ECDC alerta que la viruela símica puede producir sintomatología grave en determinados grupos poblacionales tales como bebés o niños de corta edad; mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas.
El tratamiento de la viruela símica es sintomático y de soporte –incluyendo el tratamiento antibiótico si tienen lugar infecciones secundarias de tipo bacteriano-. Por el momento no se dispone de medicación específica frente al virus de la viruela símica.
La vacuna frente a la viruela humana –en desuso tras la erradicación de la enfermedad a inicios de la década de 1980– puede, según el ECDC, ser considerada como profilaxis postexposición en contactos cercanos de un caso, pero el balance riesgo-beneficio debería realizarse de forma individualizada. Cabe destacar que el virus de la viruela símica y el de la viruela humana están emparentados filogenéticamente y que la vacuna frente a la humana ofrece una buena protección frente a la símica.
Asimismo, el ECDC hace un llamamiento a los países de la Unión Europea a centrarse en la detección precoz, el manejo y la trazabilidad de los contactos de los nuevos casos de viruela símica que puedan tener lugar para contener el brote actual. También apunta que los países deberían optimizar sus sistemas de trazado de contactos, su capacidad diagnóstica y revisar su disponibilidad de vacunas frente a la viruela y de equipos de protección individual para los profesionales sanitarios.
Entre las principales recomendaciones específicas del ECDC destacan que las personas diagnosticadas deberían confinarse hasta que sus lesiones cutáneas sanen por completo, evitando cualquier contacto con personas inmunodeprimidas o animales de compañía. También recomiendan que estas personas se abstengan de mantener relaciones sexuales o contacto físico cercano hasta que sus lesiones cutáneas sanen por completo. La mayoría de los casos no precisarán del ingreso hospitalario.
En cuanto a los contactos cercanos,el ECDC recomienda una autoevaluación para detectar cualquier síntoma compatible con la viruela símica durante los 21 días siguientes al último contacto con el caso. Estas personas deben abstenerse de cualquier tipo de donación (sangre u órganos) hasta que transcurran dichos 21 días y quede claro que no han adquirido la infección.
El ECDC también establece que los profesionales sanitarios deberían llevar equipos de protección individual adecuados (guantes, mascarillas FFP2, trajes impermeables, etc.) cuando realicen pruebas de cribado o cuando atiendan a un caso ya diagnosticado. También recomienda que los profesionales de laboratorio sigan dichas medidas.
Por último, el ECDC manifiesta que hay diversos interrogantes abiertos que deberán ser investigados, como por ejemplo el posible riesgo de transmisión entre animales domésticos y seres humanos. En este sentido, el ECDC se compromete a monitorizar toda la nueva información al respecto con el objetivo de lograr el mejor control posible del presente brote de viruela símica.
Fuente:Elaboración propia (gTt).
Referencia:European Centre for Disease Prevention and Control. Monkeypox multi-country outbreak – 23 May 2022. ECDC: Stockholm; 2022.
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