La administración de una única inyección subcutánea de 150 mg de canakinumab a personas con el VIH que toman tratamiento antirretroviral podría reducir los niveles de inflamación. Éstos son los resultados de un estudio piloto que fue presentado en el marco de la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) del año pasado.
Es bien sabido que la infección crónica por el VIH se asocia con marcadores de inflamación y activación inmunitaria elevados. A pesar de que el inicio del tratamiento antirretroviral y la indetectabilidad viral sostenida ayudan a reducir el exceso de inflamación, no consiguen eliminarla por completo (véase La Noticia del Día 16/03/2015). Los expertos consideran que la inflamación crónica persistente asociada al VIH podría aumentar de forma gradual el riesgo de complicaciones a largo plazo –como, por ejemplo, el desarrollo de comorbilidades no asociadas al VIH–. Por ello, resulta de especial interés evaluar distintas estrategias terapéuticas que, de manera complementaria a los antirretrovirales, contribuyan a reducir la inflamación.
En esta línea, un equipo de investigadores de San Francisco (Estados Unidos) llevó a cabo un estudio piloto donde se evaluó el uso de canakinumab en pacientes con el VIH. Canakinumab es un anticuerpo monoclonal que actúa inhibiendo la interleuquina 1 beta (IL-1β), una citoquina proinflamatoria con múltiples funciones en la respuesta inmune.
En el estudio participaron 10 personas, nueve hombres y una mujer con de comprendidas entre los 55 y los 65 años. Del total de la muestra, 2 pacientes eran fumadores en activo; 9 tenían la presión arterial elevada; 8 tenían valores anormales de colesterol; 3 presentaban historia previa de ataque cardiaco o evento cardiovascular; 4 tenían antecedentes familiares de ataque cardiaco; 8 tomaban medicamentos para controlar el colesterol y 2 habían estado coinfectados por el virus de la hepatitis C (VHC). La media del recuento de células CD4 fue de 638 células/mm3 y la del recuento nadir, de 238 células/mm3. Todos los participantes presentaban una carga viral indetectable.
Todos los pacientes recibieron una única inyección subcutánea de 150 mg de canakinumab y, posteriormente, se sometieron a un estrecho seguimiento clínico. La totalidad de la muestra toleró bien el fármaco y éste provocó una disminución significativa del 30% en los niveles de neutrófilos (primera línea defensiva celular de nuestro organismo) en sangre a las dos y tres semanas tras la inyección. Sin embargo, cuatro semanas después de la inyección el nivel de neutrófilos se encontraba dentro del rango de la normalidad.
Una de las personas que recibió la inyección desarrolló herpes zóster durante el estudio, no obstante, se desconoce si estaba relacionado con la administración de canakinumab o no y, posteriormente, fue tratado sin complicaciones. Ninguno de los participantes presentó cambios significativos en el recuento de CD4 o en el índice CD4:CD8 (una medida del equilibrio del sistema inmunitario). Sin embargo, durante la primera semana de estudio, se produjo una disminución media del 17% de las células CD8 que se estabilizó a la semana siguiente. La carga viral de todos los participantes no superó el umbral de las 200 copias/mL durante el tiempo que duró el estudio.
La administración de la dosis de canakinumab redujo de manera gradual y significativa los niveles de interleuquina 6 (IL-6) –un biomarcador de inflamación– en un 24% a las cuatro semanas y en un 30% a las ocho semanas. Asimismo, el fármaco también redujo los niveles de proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCRas) –otro marcador de inflamación– a las ocho semanas en un 61% .
Aunque no se detectaron cambios significativos en la proporción de células CD4 activadas en sangre, sí que hubo una disminución significativa de los monocitos (un tipo de células inmunitarias). Esta disminución se produjo en aquellas personas que presentaban el correceptor CCR5 para el VIH.
Para explorar con más detalle el alcance de la disminución de la inflamación, a los participantes se les realizó un escáner TAC (tomografía computarizada) y una prueba PET (tomografía por emisión de positrones). Mediante estas dos pruebas los investigadores pudieron determinar que canakinumab disminuyó de manera significativa los niveles de inflamación, siendo dicha reducción de un 10% en las arterias y de un 11% en la médula ósea, en comparación con los niveles anteriores al inicio del estudio.
El presente estudio es uno de los primeros en mostrar que una terapia inmunitaria puede reducir de forma significativa los marcadores de inflamación en personas con el VIH, y en concreto en aquellas que tienen ya la infección controlada gracias al tratamiento antirretroviral. El uso de este anticuerpo monoclonal no tuvo ningún impacto negativo sobre el control de la carga viral ni sobre el recuento de CD4 y se mostró bien tolerado entre los participantes.
Canakinumab está autorizado tanto por Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés) como por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) para el tratamiento de otras enfermedades; sin embargo, se necesita generar más evidencia que confirme su seguridad y eficacia para reducir la inflamación en personas con el VIH. Por ello, el grupo de investigadores ha puesto en marcha un estudio de mayor tamaño en el que 100 pacientes serán distribuidos de forma aleatoria para recibir dos dosis de canakinumab o placebo y a los que se realizará un seguimiento de 36 semanas.
Fuente: The Body Pro / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Hsue P, Deeks SG, Ishai AE, et al. IL-1β inhibition significantly reduces atherosclerotic inflammation in treated HIV in treated HIV. In: Program and abstracts of the Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, Seattle, Washington, 13-17 February 2016. Abstract 126.
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