De acuerdo con un estudio realizado en EE UU, dos terceras partes de las personas con el VIH que toman tratamiento antirretroviral estarían interesadas en cambiar a un régimen oral de administración semanal si esta opción estuviera disponible. Del mismo modo, una alta proporción de personas también estaría muy interesada en la administración mensual inyectable. Sin embargo, más de la mitad de las personas no se mostraron dispuestas a utilizar un implante subcutáneo de liberación prolongada. Estos son los principales resultados de un estudio publicado recientemente en la revista Open Forum Infectious Diseases.
Hoy en día, el tratamiento antirretroviral tiene una elevada eficacia a la hora de controlar la replicación del VIH. No obstante, dicha eficacia depende, en gran medida, del grado de adherencia a los fármacos. Por este motivo, la comunidad científica del VIH está intensificando los esfuerzos por ampliar las opciones de administración del tratamiento antirretroviral que simplifiquen la adherencia y que se adecuen al ritmo de vida de los pacientes. Diferentes estudios han evidenciado buenos niveles de eficacia de formulaciones inyectables de administración mensual o bimestral, así como buenos niveles de adherencia a la formulación inyectable de cabotegravir/rilpivirina de administración mensual o bimestral (véanse La Noticia del Día 25-07-2016y La Noticia del Día 31-07-2018). Con todo, se desconoce qué proporción de pacientes preferiría estas nuevas formas de administración o cuáles podrían ser sus motivaciones para dejar el régimen tradicional.
Con el fin de responder a algunas de estas preguntas, un equipo de investigadores de Carolina del Sur y del Norte (EE UU) llevó a cabo un estudio que, entre febrero y agosto de 2017, inscribió a 263 personas adultas con una media de edad de 47 años, que tomaban tratamiento antirretroviral. Más de la mitad (56%) eran hombres y la mayoría (81%) pertenecía a una minoría étnica. Casi la mitad de los participantes tenían estudios secundarios (42%) o inferiores (12%), en promedio llevaban 12 años tomando el tratamiento antirretroviral y el 82% tenían una carga viral indetectable (definida en este estudio como inferior a 200 copias/mL).
Una quinta parte de los participantes comunicaron no haberse tomado al menos una toma de la medicación en las dos semanas anteriores. Un tercio de las personas manifestaron tener efectos secundarios debidos a la medicación que estaban tomando y un 39% presentaban efectos adversos prolongados.
A los participantes se les pidió que valoraran las opciones de respuesta en una escala del 1 (nada interesados) al 5 (muy interesados) a la siguiente pregunta:“Se están desarrollando diferentes fármacos antirretrovirales que podrían tomarse con menos frecuencia que las opciones disponibles actualmente. En comparación con tu tratamiento actual, ¿cuánto interés tienes en cambiar a un nuevo tratamiento que consiste en… a) una sola pastilla una vez a la semana, b) dos inyecciones en el hospital cada dos meses; o c) poner y extraer un implante subcutáneo del tamaño de una cerilla en cada antebrazo cada seis meses?”.
El tratamiento formado por un comprimido de administración semanal fue la opción preferida por las personas encuestadas: el 66% se mostró muy interesado en esta opción, el 20% dijo que estaría algo interesado y el 14% no se mostró nada interesado en esta posibilidad de administración.
Las opiniones sobre la opción inyectable fueron variadas: el 39% declaró que estaba muy interesado, el 23% algo interesado y el 38% no estaba nada interesado.
Con relación a los implantes subcutáneos, solo el 18% de las personas estaban interesadas, el 23% estaban algo interesadas y una mayoría (58%) indicaron no estar en absoluto interesadas en esta opción.
Tener un mayor nivel de estudios se asoció significativamente con un mayor interés en las nuevas formas de administración, sobre todo con la opción inyectable (p <0,001). Asimismo, el tener menos edad (p= 0,036) y sufrir efectos secundarios prolongados (p= 0,018) fueron factores que se asociaron con el interés en los inyectables. Las personas que en la actualidad tomaban un régimen diario de un solo comprimido mostraron menor interés en cambiar al tratamiento semanal (p= 0,046) y a los implantes subcutáneos (p= 0,014).
El equipo de investigadores del estudio sugiere que la preferencia por el tratamiento semanal en detrimento de las otras opciones de administración podría deberse a que las personas ya están familiarizadas con la dosificación oral, pero que esto puede ir cambiando a medida que las otras formas de administración se vayan haciendo más conocidas.
Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto la heterogeneidad de las preferencias de tratamiento entre las personas con el VIH. Comprender la variedad de opiniones para estas nuevas modalidades de tratamiento puede predecir su aceptación. Los mismos autores señalan la importancia de involucrar a los pacientes en la toma de decisiones sobre el tratamiento antirretroviral.
Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Derrick CB et al. Who wants to switch? Gauging patient interest in novel antiretroviral therapies. Open Forum Infectious Diseases, ofy247; 2018.
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