La satisfacción sexual de las mujeres de mediana edad con el VIH no está necesariamente ligada a la relación de pareja. Sin embargo, la depresión sí estaría asociada con una menor satisfacción sexual, por lo que se recomienda a los profesionales de atención sanitaria que examinen conjuntamente los síntomas depresivos y la salud sexual en las mujeres con el VIH. Estos son los principales hallazgos de un estudio canadiense cuyos resultados se han publicado en la revista Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes
Aunque la actividad y la función sexual disminuyen en las mujeres mayores con el VIH (al igual que en las mujeres de la población general), las dimensiones positivas de la salud sexual, como la satisfacción, están relativamente inexploradas. Por otra parte, es importante tener en cuenta la incidencia del estigma y la discriminación asociados al VIH, así como de la depresión, sobre la vida sexual de las mujeres con el VIH de mediana edad.
Con el objetivo de arrojar más luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores canadiense de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Simon Fraser de Burnaby (Columbia Británica, Canadá) y del Instituto de Investigación sobre la Salud de la Mujer del Hospital de Mujeres de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá) realizó un estudio prospectivo de cohortes en forma de encuesta [estudio CHIWOS, siglas en inglés de Estudio de Cohortes sobre Salud Sexual y Reproductiva de Mujeres de Canadá] para evaluar la prevalencia de satisfacción sexual en mujeres de mediana edad con el VIH y su relación con las experiencias físicas, mentales y socioestructurales de las mujeres.
En este estudio, basado en la comunidad, los investigadores analizaron la satisfacción y la actividad sexual entre 508 mujeres con el VIH de 45 años o más (mediana de edad de 51 años). Las participantes del estudio CHIWOS respondieron de forma personal a las preguntas formuladas en tres rondas de encuestas entre 2013 y 2018.
Aunque el 61% de las mujeres participantes afirmaron estar satisfechas con su vida sexual, el 51% de las que declararon esto también afirmaron no ser sexualmente activas con otra persona. Las mujeres que indicaron no tener pareja sexual señalaron a menudo que mantenían formas alternativas de intimidad, incluido el autoplacer y las relaciones íntimas no sexuales. Sin embargo, la preocupación por relevar el estado serológico respecto al VIH, la transmisión y la criminalización en torno a la infección por este virus también fueron motivos para afirmar que no tenían pareja sexual.
El equipo de investigadores indicó que los estudios en población general han mostrado un aumento de la satisfacción sexual y un descenso de la actividad en pareja en las mujeres mayores. De este modo, se indica que la menopausia suele acogerse como una liberación y que algunas mujeres se sienten más cómodas con la experimentación sexual a medida que envejecen.
Por otra parte, es importante señalar que la depresión es más frecuente entre las mujeres con el VIH que entre hombres seropositivos. En el presente estudio, casi la mitad de las mujeres (48%) manifestaron síntomas compatibles con depresión, y estos síntomas se asociaron a una menor satisfacción sexual. A medida que los síntomas depresivos empeoraban con el tiempo, aumentaba la insatisfacción sexual. A diferencia de los resultados de la investigación entre la población general, la salud física general no estaba relacionada con la satisfacción en este estudio.
Los autores del estudio comentaron que la asociación entre depresión y satisfacción probablemente se da en ambos sentidos, es decir, una vida sexual insatisfactoria puede aumentar la depresión, mientras que la depresión en sí (así como los efectos secundarios de los antidepresivos) puede afectar al deseo sexual.
Los resultados revelan que, para las mujeres con el VIH, la satisfacción sexual no está necesariamente determinada por su actividad en pareja, un hecho que deben tener en cuenta los médicos especialistas del VIH en las conversaciones sobre salud sexual con sus pacientes. Para muchas mujeres, la abstinencia sexual fue intencionada. Al mismo tiempo, los investigadores observaron que es necesario abordar el estigma del VIH y la criminalización para eliminar las barreras a la satisfacción sexual entre las mujeres con el VIH.
Es posible que las mujeres con el VIH dispongan de mejores estrategias de afrontamiento de los problemas de salud física que las mujeres sin el VIH, pero los investigadores sugieren que debería estudiarse más a fondo la relación entre la salud general y la satisfacción sexual en esta población.
Como conclusión, los investigadores señalan que los profesionales de la salud deben ser conscientes de la diversidad de experiencias y expresiones sexuales de las mujeres mayores con el VIH, que alcanzan altas tasas de satisfacción sexual, incluso en ausencia de actividad sexual en pareja. Por otra parte, los profesionales sanitarios deberían ser conscientes de que los síntomas depresivos están estrechamente asociados con la insatisfacción sexual, lo que debería alertarles sobre la importancia de examinar conjuntamente la depresión y la salud sexual en las mujeres con el VIH.
Fuente: TheBodyPro /Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: King EM, MD, MHSc; Carter, A PhD; Loutfy M MD, MPH; Webster K; Muchenje M; Murray MC M. MD PhD, et al. Sexual satisfaction of midlife women living with HIV in Canada: A prospective cohort analysis. JAIDS Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes ():10.1097/QAI.0000000000003204, April 04, 2023. | DOI: 10.1097/QAI.0000000000003204
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