La prevalencia de insuficiencia renal en personas con el VIH y carga viral indetectable, aunque baja, duplicaría la observada en personas sin el VIH con características demográficas similares, según los resultados de un estudio danés publicado en HIV Medicine. El impacto de la infección por el VIH sobre el riesgo de desarrollar insuficiencia renal sería similar al que conlleva tener diabetes.
La enfermedad renal es una causa cada vez más importante de complicaciones graves en personas con el VIH. Aunque sus causas no están totalmente claras, la inflamación asociada a la infección por el VIH, una mayor prevalencia de factores de riesgo renales ya conocidos en la población VIH positiva y el impacto renal de algunos antirretrovirales se encontrarían entre los principales factores causales.
Aunque estudios previos apuntaban que hasta un tercio de las personas con el VIH tendrían insuficiencia renal, los autores del presente estudio detectaron que dichos estudios contaban con poblaciones con factores de riesgo adicionales, que no eran representativas de toda la comunidad VIH positiva.
Para esclarecer mejor la relación entre insuficiencia renal y VIH, el equipo danés de investigadores diseñó un estudio transversal que incluyó a personas de Copenhague en tratamiento antirretroviral con carga viral indetectable. Los datos de cada persona con el VIH fueron comparados con los de 4 controles sin el VIH con características demográficas similares.
En el estudio, los investigadores compararon la prevalencia de insuficiencia renal (definida como una tasa de filtración glomerular estimada inferior a 60mL/min/1,73m2) de las personas con el VIH con el de los controles. Los datos de tipo sociodemográfico y el estatus relativo a diabetes e hipertensión fueron proporcionados por los propios participantes. De los participantes con el VIH, los investigadores recopilaron datos sobre los niveles de CD4 actuales, los niveles de CD4 nadir, el tiempo tras el diagnóstico y el uso de antirretrovirales con potencial toxicidad renal.
La mayoría de los participantes eran hombres (el 89%), la mediana de la edad era de 51 años y todos eran de etnia blanca. Tres cuartas partes de los participantes con el VIH eran hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH). La mediana del recuento de CD4 actual era de 700 células/mm3 y la del tiempo tras el diagnóstico era de 14 años. Dos tercios de los participantes tomaban tenofovir disoproxil fumarato (TDF, especialidad farmacéutica genérica [EFG], Viread®, también en Truvada® y otras coformulaciones), el principal antirretroviral con toxicidad renal conocida.
Respecto a los factores de riesgo generales de deterioro de la función renal, la prevalencia de hipertensión fue menor en el grupo de personas con el VIH que entre los controles (46% y 57%, respectivamente) y la prevalencia de diabetes fue similar en ambos grupos (5% y 4%, respectivamente).
La prevalencia de insuficiencia renal en personas con el VIH duplicó la observada en personas VIH negativas (3,7% y 1,7%; respectivamente; p= 0,001) .
Incluso al tener en cuenta posibles factores de confusión, la infección por el VIH se asoció a un mayor riesgo de padecer insuficiencia renal, incluso la diferencia aumentó (cociente de probabilidades [CP]: 3,4; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,8-6,3).
Sobre estos datos, el impacto de la infección por el VIH sobre el riesgo de insuficiencia renal fue similar al asociado a padecer diabetes , ya que padecerla casi triplicó la probabilidad de tener insuficiencia renal (CP: 2,9; IC95%: 1,3-6,7).
Cada diez años de edad, la probabilidad de sufrir insuficiencia renal entre los participantes se multiplicó por 5. Ser mujer también quintuplicó el riesgo de padecer insuficiencia renal entre los participantes (CP: 5,0; IC95%: 2,5-9,8) .
La combinación de tener el VIH y una mayor edad multiplicó la diferencia en la probabilidad de tener insuficiencia renal respecto a las personas VIH negativas de edades similares.
Un análisis de posibles factores asociados halló que ningún factor asociado al VIH, por sí solo, explicaría la mayor probabilidad de tener insuficiencia renal observada en personas con el VIH.
Los resultados del presente estudio muestran una prevalencia de insuficiencia renal entre personas con el VIH con un buen control de su infección que, aunque sea numéricamente baja, duplicaría la observada en personas VIH negativas de edades similares. Ello debe ser tenido en cuenta en el seguimiento médico rutinario de las personas con el VIH, especialmente en las mujeres y las personas mayores, pues son los colectivos con mayor probabilidad de padecer dicha afección renal.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia ( gTt-VIH ).
Referencia: Petersen N et al. Prevalence of impaired renal function in virologically suppressed people living with HIV compared to controls: the Copenhagen Comorbidity in HIV infection (COCOMO) study. HIV Medicine 2019, DOI:10.1111/hiv.12778.
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