Según un estudio presentado en la 53 Conferencia Interciencias sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia (ICAAC, en sus siglas en inglés), tenofovir alafenamida fumarato (TAF), la nueva formulación de tenofovir en investigación, sería tan efectiva como la formulación actual (TDF, tenofovir disoproxil fumarato) pero con una menor toxicidad renal y ósea.
Los hallazgos siguen la línea del análisis interino a 24 semanas del mismo estudio, hecho público el pasado mes de marzo en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) [véase La Noticia del Día 15/03/2013].
El objetivo del estudio era comparar la eficacia y seguridad de 48 semanas de tratamiento con TAF con las de TDF, en ambos casos junto a elvitegravir, cobicistat y emtricitabina en un comprimido de una toma diaria (lo cual equivaldría a comparar Stribild® con una nueva formulación del mismo todavía no comercializada en la que se sustituyera TDF por TAF).
El análisis a 48 semanas presentado en la ICAAC mostró un porcentaje de participantes con carga viral indetectable del 88,4% en el grupo con TAF y del 87,9% en el grupo con TDF. Los incrementos de CD4 fueron de 177 y 204 células/mm3 en los grupos con TAF y TDF, respectivamente. Ni las diferencias en porcentajes de indetectabilidad viral ni las relacionadas con los incrementos de CD4 alcanzaron valores significativos.
Un mayor porcentaje de personas con TDF interrumpieron el tratamiento por falta de eficacia (3,4 y 0%; de forma respectiva), pero más personas con TAF lo abandonaron debido a efectos adversos (3,6 y 0%; respectivamente).
Seis personas que experimentaron fracaso virológico (tres de cada grupo) realizaron pruebas de resistencias. En aquellas con TAF no se hallaron mutaciones de resistencia, mientras que en quienes tomaron TDF se encontraron dos tipos de mutaciones.
En el análisis farmacocinético, se observó que la exposición plasmática a tenofovir fue un 91% inferior con TAF, algo que se interpreta como esencial en su mejor perfil de toxicidad.
Ambas formulaciones fueron, en general, bien toleradas y la mayoría de los acontecimientos adversos fueron de intensidad leve o moderada. La mayoría de efectos adversos presentaron una incidencia similar en ambos grupos, pero las náuseas fueron más frecuentes con TAF (21 y 12%, respectivamente).
En cuanto a los resultados analíticos, estos fueron semejantes en ambos grupos, pero los niveles de colesterol-LDL (el “colesterol malo”) fueron más elevados con TAF, hecho que los investigadores atribuyeron al efecto hipolipemiante de tenofovir, esto es, dado que las concentraciones sanguíneas de tenofovir son menores con TAF, su efecto hipolipemiante también sería menor. Esta teoría, sin embargo, debería ser confirmada en posteriores estudios, ya que mantener unos buenos niveles de lípidos es muy importante para personas con VIH, puesto que el riesgo cardiovascular es superior al observado en la población general.
Respecto a la función renal, la disminución de la tasa de filtración glomerular (TFG) con TAF fue menor que con TDF (-5,5 y -10,0 mL/min; respectivamente). Otros indicadores de toxicidad renal tales como la presencia de proteínas en orina (2,7 y 5,2% de los participantes con TAF y TDF, de forma respectiva) y alteraciones en los niveles séricos de creatinina (0,9 y 3,4% de los participantes con TAF y TDF, respectivamente) también favorecieron con claridad al tratamiento con TAF.
Los investigadores señalaron que cobicistat inhibiría la secreción tubular renal, hecho que podría potenciar la toxicidad de tenofovir. Ello deberá ser evaluado en profundidad próximamente, dado que el riesgo de toxicidad en los riñones asociado a tenofovir no debería potenciarse con el derivado de otro antirretroviral.
En relación con la pérdida de masa ósea, los resultados del escáner DEXA (o DXA, absorciometría dual de rayos X, en sus siglas en inglés) evidenciaron una menor disminución de la densidad mineral ósea (DMO) con TAF tanto en la columna vertebral (cambio en la puntuación Z de -1,00 y -3,37; respectivamente) como en la cadera (-0,62 y -2,39; de forma respectiva). Un tercio de quienes tomaron TAF no experimentaron cambios en la DMO de la cadera, mientras que entre los que recibieron TDF dicho porcentaje fue del 7%. Los resultados de otros biomarcadores óseos también favorecieron a TAF.
Otros hallazgos dados a conocer en la ICAAC revelaron que las concentraciones de TAF en los osteoblastos (las células que forman el hueso) no alcanzaban valores elevados, algo positivo, ya que este hecho reduciría el riesgo de toxicidad ósea.
Los resultados del presente estudio, de fase II, apoyan claramente la continuación del desarrollo clínico de TAF. Nuevos estudios de fase III se encuentran en la actualidad en funcionamiento.
Fuente: HIVandHepatitis.
Referencias: Sax P, et al. 48-week study of tenofovir alafenamide (TAF) versus tenofovir disoproxil fumarate (TDF), each in a single tablet regimen (STR) with elvitegravir, cobicistat, and emtricitabine [E/C/F/TAF vs. E/C/F/TDF] for initial HIV treatment. 53rd Interscience Conference on Antimicrobial Agents and Chemotherapy (ICAAC), Denver, abstract H-1464d, 2013.
Liu Y, et al. Lack of tenofovir alafenamide (TAF) effect on primary osteoblasts in vitro at clinically relevant drug concentrations. 53rd Interscience Conference on Antimicrobial Agents and Chemotherapy (ICAAC), Denver, abstract H-664, 2013.
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