Europa está perdiendo parte de los logros alcanzados frente al VIH. Así lo explicó Teymur Noori, del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), durante la 20.ª Conferencia Europea del Sida (EACS 2025), celebrada en París recientemente.
Según Noori, el continente no logrará la mayoría de los objetivos de ONUSIDA para 2030 ni los intermedios de 2025. Las guerras en Ucrania y Palestina, los recortes en la cooperación internacional y el giro político hacia la derecha en muchos países han reducido la prioridad del VIH como tema de salud pública.
Más muertes y más desigualdad
Europa es la única región del mundo donde aumentaron las muertes relacionadas con el VIH entre 2010 y 2022.
Mientras en el resto del planeta los fallecimientos se redujeron a la mitad, en Europa crecieron un 37%, pasando de 37.000 a 51.000 personas al año. La cifra multiplica por 5,5 el objetivo previsto para 2025 y por 13,8 el de 2030.
El aumento se concentra en Rusia y Ucrania, países que ya tenían las tasas más altas de VIH antes de 2010. Aun así, ninguna subregión europea cumple las metas, ni siquiera la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, donde las muertes bajaron de 4300 a 2300 pero siguen siendo más del doble del objetivo 2025.
Nuevas infecciones y diagnóstico insuficiente
Las nuevas infecciones también van en aumento. En toda Europa pasaron de 149 000 en 2010 a 156 000 en 2025, un 5 % más, cuando el compromiso era reducirlas un 75%.
El ECDC estima que unas 620.000 personas viven con una carga viral transmisible, el doble del límite previsto en el modelo 95-95-95. Aunque la supresión viral mejoró desde 2017, el progreso se frenó con la pandemia de COVID-19.
La principal causa no es la falta de tratamiento, sino el retraso en el diagnóstico: entre el 43 % y el 50 % de las personas con carga viral transmisible aún no saben que viven con VIH.
La PrEP: avances y brechas
La profilaxis preexposición (PrEP) frente al VIH muestra avances, aunque de forma desigual. En Europa hay unas 345.000 personas que la han usado al menos una vez, el 70 % del objetivo marcado, pero el acceso se concentra en solo cuatro países: Reino Unido, Francia, Alemania y España.
El Reino Unido lidera con 111.000 personas, seguido de Francia (60.000), Alemania (40.000) y España (34.000). En cambio, países del este como Kirguistán o Armenia apenas superan unos centenares de usuarios.
Un dato relevante llega desde Ucrania: el 27% de las personas que usan PrEP son mujeres, frente a solo el 3,4 % en Reino Unido y menos de 400 mujeres en el resto de Europa. La desigualdad de género en la prevención sigue siendo evidente.
Avances desiguales, pero posibles
A pesar del panorama preocupante, Noori subrayó que “no todo son malas noticias”. Algunos países de Europa occidental y central están cerca de alcanzar varios de los objetivos 95-95-95, sobre todo el de supresión viral, lograda en el 95% de las personas en tratamiento.
El experto cerró su intervención con un mensaje claro: “La inequidad en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento sigue siendo el mayor obstáculo. Para revertir la tendencia, Europa necesita invertir más en servicios comunitarios, pruebas integradas y acceso equitativo a la innovación”.
Enfoque comunitario
Los avances biomédicos son esenciales, pero no suficientes. Las redes comunitarias, las ONG y los programas de pares siguen siendo claves para reducir desigualdades y recuperar el terreno perdido frente al VIH en Europa.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Noori T. “Five years left!” What targets are in reach in Europe and which will we struggle to make? 2oth European AIDS Conference, Paris, plenary presentation PL3, 2025.
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