Los pacientes de la Cohorte de la Red de Investigación en Sida (CoRIS) de 50 años de edad o más muestran una tasa de incidencia de cáncer no asociado a sida 3 veces mayor que los pacientes menores de 50 años. Mientras que la incidencia de enfermedad cardiovascular es 6 veces mayor en pacientes de 50 años o más que en los pacientes más jóvenes. Esta es la principal conclusión a la que llega un estudio español cuyos resultados fueron presentados esta semana en el transcurso de la 21 Conferencia Internacional del Sida (AIDS 2016) que se ha clausurado hoy en Durban (Sudáfrica).
CoRIS es una cohorte prospectiva, multicéntrica y abierta de personas adultas con VIH. En la actualidad cuenta con la participación de 33 centros sanitarios públicos de 13 Comunidades Autónomas españolas. El objetivo de la CoRIS es recoger información de los pacientes con el VIH para estudiar las características epidemiológicas, la progresión de la infección y sus determinantes y la respuesta al tratamiento y los factores que influyen en ella.
Desde la llegada del Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA) la esperanza de vida entre las personas con VIH ha aumentado de manera espectacular, siendo ésta parecida a la esperanza de vida de las personas sin el virus en un número importante de pacientes (véase La Noticia del Día 24-02-16). El hecho de que haya aumentado la esperanza de vida comporta que en estas personas comience a observarse la aparición de dolencias y enfermedades asociadas al envejecimiento. Por otro lado, diferentes estudios han revelado que las personas con el VIH padecen un envejecimiento acelerado.
Con el fin de arrojar algo más de luz sobre esta cuestión, los investigadores de la CoRIS decidieron describir los patrones de comorbilidad asociados a la edad en las personas con el VIH a partir de los datos recogidos por la cohorte desde 2004 a 2014. El análisis contó con 9.569 personas con el VIH lo que supuso un total de 34.105 persona-años de seguimiento. La mediana de edad fue de 35 años, el 84% de los participantes eran hombres y el 58% eran hombres gais y otros hombres que mantienen sexo con hombres (HSH). El recuento mediano de CD4 en el momento de entrada a la cohorte se situó en 350 células/mm3. La proporción de pacientes de 50 años o más aumentó del 8,8% en 2004 al 21,2% en 2014.
El equipo de investigadores calculó la incidencia de las diferentes comorbilidades no asociadas a sida por 1.000 persona-años y la distribución de las comorbilidades en los miembros de la cohorte teniendo en cuenta si eran más jóvenes de 50 años o mayores ya que consideraron la edad como una variable dependiente en el tiempo. Las ocho comorbilidades analizadas fueron: enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, enfermedad hepática, cáncer no asociado a sida, enfermedad ósea, problemas psiquiátricos, enfermedades metabólicas y otras infecciones no asociadas a sida.
Los resultados del análisis muestran que, entre los pacientes de 50 años de edad o más, un 17% de total de persona-años desarrolló 1 comorbilidad y un 4%, 2 comorbilidades o más en comparación con los participantes más jóvenes en los que las tasas registradas fueron un 8% y un 1%, respectivamente.
Para todas las comorbilidades a excepción de patología mental, enfermedad hepática y otras infecciones no asociadas a sida, la incidencia fue significativamente mayor en los miembros de edad más avanzada que en los pacientes más jóvenes:
- Enfermedad cardiovascular: 8,75 frente a 1,38 casos por 1.000 persona-años (p<0,001).
- Cáncer no asociado a sida: 13,61 frente a 5,16 casos por 1.000 persona-años (p<0,001).
- Complicaciones metabólicas: 7,40 frente a 1,69 casos por 1.000 persona-años (p<0,001).
- Problemas psiquiátricos: 6,28 frente a 6,30 casos por 1.000 persona-años (p=0,987).
- Enfermedad ósea: 5,81 frente a 3,19 casos por 1.000 persona-años (p=0,004).
- Enfermedad renal: 5,60 frente a 2,07 casos por 1.000 persona-años (p<0,001).
- Enfermedad hepática: 3,46 frente a 2,63 casos por 1.000 persona-años (p=0,299).
- Infecciones no asociadas a sida: 0,57 frente a 0,27 casos por 1.000 persona-años (p=0,281).
Los resultados del análisis muestran cómo el envejecimiento implica una importante causa de comorbilidad y multimorbilidad en pacientes con el VIH que reciben tratamiento antirretroviral. La atención clínica del VIH requerirá adaptarse a esta realidad creciente en los próximos años.
Fuente: NATAP/ Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Alejos B, Hernando V, Del Amo J, et al. Ageing and associated morbidity in HIV-positive persons in the Cohort of the Spanish AIDS Research Network (CoRIS). AIDS 2016. 21th International AIDS Conference. July 18-22, 2016. Durban. Abstract WEPDB0105
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