En un estudio publicado en la revista Nature, se detalla el caso de un hombre africano que había recibido seguimiento desde el momento de su infección por VIH, lo que permitió observar de forma inédita los primeros compases de la interacción entre el virus y su sistema inmunitario. La colaboración de esta persona en una fase tan temprana de la infección hizo posible realizar un seguimiento de las características del VIH desde antes de que comenzaran a surgir mutaciones virales para eludir la respuesta del sistema inmunitario. De este modo, se pudo hacer un seguimiento del proceso de coevolución de la respuesta de anticuerpos del paciente y del VIH. Esto permitió identificar un anticuerpo (denominado CH103 y capaz de neutralizar aproximadamente el 55% de los aislados de VIH-1) y detallar su mecanismo de unión con la proteína de cubierta del virus gp120.
En general, requiere el transcurso de algunos años de infección antes de que este proceso de interacción y coevolución del VIH y la respuesta inmunitaria lleven a que algunas personas desarrollen unos anticuerpos capaces de actuar sobre partes del virus que le resultan difíciles de cambiar sin comprometer su capacidad de infección. Así, aunque debido a las mutaciones existen literalmente millones de variantes del VIH, algunas partes del virus son relativamente similares entre todas ellas. No obstante, el equipo de investigadores también advierte que estos anticuerpos neutralizantes no son muy habituales y solo están presentes en un 20% de las personas con VIH-1. Estos anticuerpos son capaces de tener una acción cruzada frente a distintas cepas del virus al actuar sobre las partes del virus que se conservan a pesar de la mutaciones (véase ‘Cuestiones básicas del VAX de febrero de 2007, ‘Entender los anticuerpos neutralizantes‘).
Al hacer un análisis genético de virus y anticuerpo del hombre africano, se observó una coincidencia entre la evolución del virus y la maduración del anticuerpo. Hay que destacar que el anticuerpo CH103 no se produjo de forma espontánea en un único paso, sino que fue producto de la interacción con el virus. Así, se apreció que una versión anterior del CH103 se unía con avidez con la glicoproteína de la cubierta del VIH-1 y la evolución del grado de amplitud de neutralización del anticuerpo fue precedida de una gran diversificación viral tanto en la zona del epítopo CH103 como del área circundante.
Estos datos determinan que la evolución viral y de anticuerpos conduce a la inducción de una línea de anticuerpos ampliamente neutralizantes del VIH-1 y arroja luz sobre posibles estrategias para inducir unos anticuerpos semejantes mediante la vacunación. Tal y como se mencionó, el momento en el que aparecen estos anticuerpos de forma natural suele ser demasiado tarde dado que el virus ya está instalado en los reservorios; es posible que si se pudieran inducir mediante una vacuna, su acción proporcionara inmunidad frente al VIH a las personas vacunadas.
El equipo de investigadores afirma que es la primera vez que se ha podido hacer un seguimiento de todos los pasos que han conducido a la generación de un anticuerpo neutralizante, e indica que su hallazgo constituye una especie de manual de instrucción del sistema inmunitario.
Con todo, los autores admiten que el reto ahora es comprobar si la recreación de estos pasos permitirá crear una vacuna viable, aunque suponen que casi con toda seguridad será preciso que la vacuna combine respuestas contra distintos talones de Aquiles del virus, del mismo modo que las terapias antirretrovirales combinan fármacos de distintas familias con diferentes mecanismos de acción contra el virus.
Fuente: Nature / Elaboración propia.
Referencia: Liao HX, et al. “Co-evolution of a broadly neutralizing HIV-1 ANTIBODY AND FOUNDER VIRUS”. Nature April 2013.
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