Los programas de detección y tratamiento del VIH en países africanos han puesto en evidencia que hay una gran desproporción entre hombres y mujeres que inician el tratamiento, tanto en número cómo en edad y estado de salud. En la pasada edición de la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2017), celebrada recientemente en Seattle (EE UU), investigadores de la Universidad de la Ciudad del Cabo (Sudáfrica) presentaron sus resultados y propuestas sobre cómo mejorar el acceso de los hombres a los servicios de counselling y detección del VIH (HCT, en sus siglas en inglés) en Sudáfrica.
Los estudios epidemiológicos sobre el VIH hechos en países sub saharianos muestran que los hombres acuden mucho menos a los programas de detección del VIH y, por tanto, menos hombres inician el tratamiento antirretroviral y cuando lo hacen es en un estadio más avanzado de la infección. Por ejemplo, el estudio PopART sobre el programa de Detección y Tratamiento en Zambia en el cual se ofrecía el testado a través de campañas de detección del VIH a domicilio, concluyó que los hombres se hacían menos la prueba del VIH debido a que se encontraban trabajando durante el día.
Esto es un problema generalizado, ya que, muchos hombres se quejan de que las clínicas no abren en horarios en los que ellos puedan acceder sin tener que faltar al trabajo. Además, también hay motivos de estigma y confidencialidad que incomodan a los hombres, ya que muchas clínicas están dirigidas a mujeres y niños, por lo que, solo por el hecho de que un hombre vaya a este servicio se podría sospechar que tiene el VIH entre los miembros de su comunidad. Por esto, para mejorar los servicios de diagnóstico de infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH en hombres africanos se deben identificar y superar estas barreras de género
Para ello Médicos sin Fronteras en colaboración con la Ciudad del Cabo y el Departamento de Salud de el Cabo, pusieron en marcha un proyecto piloto en Khayelitsha (un barrio de la Ciudad del Cabo con alta incidencia del VIH) con dos tipos de clínica sólo para hombres para ver qué modelo se ajustaría mejor a las necesidades de estos hombres y, por tanto, aumentaría el número de hombres que se realizan la prueba del VIH, se diagnostican e i nician el tratamiento. Los dos modelos son:
- Clínica para hombres de día: es una clínica independiente que abre de lunes a viernes de 08:00 a 16:30.
- Clínica ‘after-hours’: este tipo de clínica abre los miércoles de 16:00 a 19:30 y se encuentra dentro de un recinto de salud más grande.
En ambas clínicas todo el personal son hombres y se dedican al diagnóstico y tratamiento de ITS, counselling y detección del VIH, recuentos de CD4, inicio y dispensación de tratamiento antirretroviral y grupos de apoyo a la adherencia al tratamiento antirretroviral. Los autores compararon los perfiles de usuarios, sus características clínicas y sus ratios de inicio y retención al tratamiento durante dos años.
Debido a las diferencias en los horarios de apertura, la clínica de día tuvo una mayor media de visitas al mes que la clínica after-hours (529 vs. 75). Prácticamente la mitad de las visitas en la clínica de día eran por una ITS y se les derivó al servicio de counselling y detección del VIH. En la clínica de día el porcentaje de resultados positivos para el VIH fue menor que en la clínica after-hours (5.9% vs. 8.5%).
Aquellos que fueron diagnosticados con la infección por el VIH en la clínica after-hours tenían una media de edad superior que aquellos de la clínica de día (34 vs. 31) y, además, mostraron un recuento de células CD4 menor que aquellos que fueron diagnosticados en la clínica de día (330 células/mm3 frente a 384 células/mm3). Este resultado no es estadísticamente significativo, pero pone en evidencia que los perfiles de usuarios de las dos clínicas fueron distintos.
Por otra parte, los hombres de la clínica after-hours fueron más receptivos al tratamiento ya que el 91% de ellos empezaron el tratamiento después del diagnóstico mientras que sólo el 71% de hombres de la clínica de día lo hizo. A los 6 meses del inicio de tratamiento el 98% de los hombres de la clínica after-hours seguían tomándolo frente al 88% registrado en la clínica de día. Además, debido a que las horas se ajustaban mejor a sus horarios de trabajo hubo un 43% de transferencias a la clínica after-hours des de otras clínicas.
Estos resultados, según los autores, sugieren que el servicio de diagnóstico de ITS es una excelente oportunidad para fomentar los servicios para el VIH en hombres sub saharianos, aunque diferentes perfiles de hombres buscarían diferentes perfiles de clínica.
Un segundo estudio realizado en una región rural de Sudá frica, llamada KwaZulu-Natal, estimó que los hombres son más propensos a hacerse la prueba del VIH cuando algún miembro de su familia es diagnosticado. Para ello, los autores usaron datos demográficos y muestras de sangre de grupos de parientes provenientes del Instituto de Investigación en Salud de África y aplicaron un modelo de regresión para asociar esos datos a los datos sobre testado de VIH y diagnóstico e inicio del tratamiento del mismo, que obtuvieron de los servicios de salud del distrito.
El estudio incluyó 22.965 individuos en 5.697 domicilios entre 2005 y 2013 y concluyó que la detección y, por tanto, el conocimiento del estado serológico entre hombres aumentó en un 17% si otra persona de la casa había sido diagnosticada de la infección. Este efecto no se vio en mujeres ya que, según indican los autores, las mujeres sud africanas ya tienden a realizarse la prueba del VIH con más frecuencia para saber su estado serológico.
Ambos estudios apuntan que hace falta seguir investigando para mejorar la captación de hombres en los programas de atención para el VIH en los países sud africanos, ya que, una gran proporción de personas con VIH en Sud áfrica no conocen su estado serológico y es más probable que los hombres lo desconozcan que las mujeres. Identificar y romper las barreras de género puede resultar de gran ayuda para mejorar esta captación y retención de los hombres en los servicios para el VIH.
Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia ( gTt-VIH )
Referencia: Cassidy T et al. ART initiation and retention in after-hours versus daily male health clinics. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2017), Seattle, abstract 998, 2017.
Moscoe E et al. Does HIV treatment availability encourage people to learn their HIV status? Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2017), Seattle, abstract 960, 2017.
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