Adiós a la zalcitabina

La multinacional suiza Roche ha anunciado que va a interrumpir el suministro de su inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleósido zalcitabina (Hivid®) de forma definitiva a partir del 31 de diciembre de este mismo año. Se aconseja a las personas (se supone que poquísimas) que puedan estar tomándolo que hablen con su médico de las opciones de tratamiento alternativas con las que cuentan. La zalcitabina fue uno de los primeros medicamentos para el tratamiento del VIH que se comercializaron, en una época en la que todavía carecíamos de inhibidores de la proteasa y no se habían generalizado las terapias antirretrovirales de gran actividad (TARGA). Su uso siempre fue más bien limitado, ya que tenía una compleja toma (tres veces al día) y numerosos efectos secundarios (especialmente, la neuropatía periférica, que podía llegar a ser muy grave e impedir caminar). Hace años que no se receta, que sepamos, zalcitabina. Si acaso, alguna persona en España que lo seguía tomando porque nunca le había dado problemas. Pero la aparición de nuevos medicamentos, más cómodos y seguros, arrambló este nucleósido al hacerlo con el tiempo menos y menos atractivo. Además, y lo recuerda la propia compañía, las directrices de tratamiento oficiales de varios países contenían desde tiempo atrás recomendaciones de no utilizarlo a no ser que fuera absolutamente imprescindible (y no se entiende cuáles serían las circunstancias que lo harían), y además traían a colación su incompatibilidad con otros nucleósidos como ddI, d4T, 3TC y AZT, o sea casi toda la familia. En algún momento se llegó a especular con la posibilidad de que una dosis menor del fármaco podría ser igual de efectiva en una terapia combinada triple y con muchos menos efectos adversos, y se llevaron a cabo unos pocos estudios en este sentido, pero ya era tarde: estaba quemado. Hace unos días, Roche empezó a enviar a los médicos de EE UU una carta en la que comunica su propósito de interrumpir la comercialización de zalcitabina en aquel país a finales de año. Fuente: Elaboración propia / Carta a los médicos de EE UU de Roche Pharmaceuticals.   EACS 2025: doxyPEP y vacunas frente a infecciones de transmisión sexual bacterianas Sigue la controversia alrededor de doxyPEP, especialmente con relación a la prevención de la gonorrea 14/11/202514/11/2025 EACS 2025: el chemsex cambia en Europa y plantea nuevos retos de prevención Nuevas drogas y perfiles más jóvenes generan brechas en la prevención del VIH y otras ITS 13/11/202513/11/2025 EACS 2025: Menor aumento de peso con Dovato® que con Biktarvy® tras 96 semanas Ambos tratamientos mantienen la misma eficacia 12/11/202512/11/2025 Supervivencia tras el trasplante renal con o sin el VIH: resultados similares a corto plazo, pero divergentes a largo plazo Tener un buen recuento de CD4 antes del trasplante aumenta la supervivencia y reduce el riesgo de rechazo 11/11/202510/11/2025 Suscríbete a nuestros boletines Utiliza este formulario para suscribirte a nuestros boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros. Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad. Email La Noticia del Día Novedades gTt-VIH Si continúas, aceptas la política de privacidad

Joan Tallada
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La multinacional suiza Roche ha anunciado que va a interrumpir el suministro de su inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleósido zalcitabina (Hivid®) de forma definitiva a partir del 31 de diciembre de este mismo año. Se aconseja a las personas (se supone que poquísimas) que puedan estar tomándolo que hablen con su médico de las opciones de tratamiento alternativas con las que cuentan.

La zalcitabina fue uno de los primeros medicamentos para el tratamiento del VIH que se comercializaron, en una época en la que todavía carecíamos de inhibidores de la proteasa y no se habían generalizado las terapias antirretrovirales de gran actividad (TARGA). Su uso siempre fue más bien limitado, ya que tenía una compleja toma (tres veces al día) y numerosos efectos secundarios (especialmente, la neuropatía periférica, que podía llegar a ser muy grave e impedir caminar).

Hace años que no se receta, que sepamos, zalcitabina. Si acaso, alguna persona en España que lo seguía tomando porque nunca le había dado problemas. Pero la aparición de nuevos medicamentos, más cómodos y seguros, arrambló este nucleósido al hacerlo con el tiempo menos y menos atractivo.

Además, y lo recuerda la propia compañía, las directrices de tratamiento oficiales de varios países contenían desde tiempo atrás recomendaciones de no utilizarlo a no ser que fuera absolutamente imprescindible (y no se entiende cuáles serían las circunstancias que lo harían), y además traían a colación su incompatibilidad con otros nucleósidos como ddI, d4T, 3TC y AZT, o sea casi toda la familia.

En algún momento se llegó a especular con la posibilidad de que una dosis menor del fármaco podría ser igual de efectiva en una terapia combinada triple y con muchos menos efectos adversos, y se llevaron a cabo unos pocos estudios en este sentido, pero ya era tarde: estaba quemado.

Hace unos días, Roche empezó a enviar a los médicos de EE UU una carta en la que comunica su propósito de interrumpir la comercialización de zalcitabina en aquel país a finales de año.

Fuente: Elaboración propia / Carta a los médicos de EE UU de Roche Pharmaceuticals.

 



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