Problemas óseos en mujeres con VIH

Un estudio sugiere que las mujeres de bajo peso se podrían ver especialmente afectadas

Juanse Hernández
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En personas con VIH, cada vez son más frecuentes los problemas óseos y además, se dan en personas más jóvenes que las que experimentan el mismo tipo de debilitamiento de huesos en la población general. Según un nuevo estudio publicado en la edición de 1 de junio del Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes, la pérdida de la densidad mineral ósea (DMO) es muy prevalente y grave en mujeres de bajo peso con VIH. Otros factores, entre los que se incluyen las irregularidades en la menstruación, niveles reducidos de testosterona, masa corporal magra más baja y raza blanca, también podrían contribuir al desarrollo de osteopenia y osteoporosis.

En el estudio que ahora se publica, un equipo de investigadores del Hospital General de Massachussets (EE UU), comparó a 152 mujeres con VIH (124 de peso normal y 28 de bajo peso) con 100 mujeres sin VIH como grupo control. Se definió peso corporal normal el estar en el peso corporal ideal de cada mujer con un margen de variación del 10%; a las mujeres que habían perdido un 10% o más de su peso corporal ideal se las clasificó como tener bajo peso corporal.

“Existen ciertos factores clínicos de riesgo de osteopenia y osteoporosis en mujeres con VIH como masa corporal, niveles bajos de hormonas e irregularidades en la menstruación”, señala el Dr. Grinspoon, profesor asociado de la Facultad de Medicina de Harvard (EE UU). “Si las pacientes presentan estas características, sería de gran utilidad realizarles una exploración de densidad ósea.”

El objetivo del estudio fue examinar los efectos del peso corporal bajo, niveles bajos de testosterona, composición corporal y disfunción menstrual sobre la DMO en las mujeres inscritas en el estudio. Se midió la DMO, así como también la masa corporal magra (músculo) y grasa, utilizando un escaneado de absorciometría dual de rayos X  (DEXA, en sus siglas en inglés).

Aunque hubo algunos indicios de una probabilidad mayor de deficiencia de testosterona en mujeres con VIH con bajo peso corporal en comparación con aquellas con peso corporal normal (27% frente a 19%), la diferencia no fue estadísticamente significativa, lo que significa que dicha diferencia en la muestra podría responder al azar y no se puede proyectar sobre la población de referencia. Entre las mujeres sin VIH del grupo control, un 12% tuvo niveles deficientes de testosterona.

En comparación con los otros dos grupos de mujeres, aquellas con VIH y bajo peso corporal tuvieron significativamente niveles más bajos de masa grasa total y masa magra total.

Se documentó oligomenorrea (alteraciones del ciclo menstrual) en un 39% de las mujeres con VIH de bajo peso, en un 40% de las mujeres con VIH de peso normal, y en un 18% de las mujeres sin VIH. Las diferencias entre las mujeres con VIH y sin VIH fueron estadísticamente significativas.

Los investigadores informaron de diferencias en los promedios de DMO entre los tres grupos del estudio. La mitad de todas las mujeres con VIH de bajo peso tuvo osteopenia en comparación con aproximadamente un 30% de las mujeres con VIH de peso normal y el 20% de las mujeres sin VIH. Aproximadamente un 15% de las mujeres con VIH de bajo peso tuvo osteoporosis en comparación con aproximadamente un 5% de las mujeres con VIH de peso normal y un 3% de las del grupo control.

Tanto por las varias mediciones que realizaron como por los factores que se relacionan con la DMO, los autores han mostrado que la densidad ósea está claramente reducida en mujeres con VIH de bajo peso. De hecho, afirman que “la gravedad de la pérdida ósea en mujeres con VIH de bajo peso es mucho más alta que la gravedad de la que se ha informado en estudios previos en mujeres con VIH en general”.

Otros factores –especialmente masa corporal magra baja, masa grasa reducida, disfunción menstrual y niveles de testosterona reducidos– podrían también haber contribuido en las mediciones de DMO reducidas que se documentaron en las mujeres con VIH de bajo peso.

Los cuerpos de las mujeres también producen pequeñas cantidades de testosterona que les ayuda a mantener la libido, la masa muscular y la firmeza de los huesos. “Nuestro estudio muestra que la presencia de deficiencia de [testosterona] se asocia con un incremento de la prevalencia de osteopenia y osteoporosis en mujeres con VIH”, escriben los autores. El estudio sugiere que la terapia de sustitución con testosterona podría mejorar la DMO en mujeres con VIH, o bien estimulando el desarrollo óseo o haciendo que reviertan otros factores de riesgo de pérdida ósea, tales como la pérdida de peso y la masa corporal reducida.

En mujeres con VIH, peso corporal bajo y masa corporal magra reducida, los investigadores indican que se deberían controlar los niveles de testosterona libre. Sin embargo, el Dr. Grinspoon advierte de que no hay directrices estandarizadas cuando se trata de medir los niveles de testosterona libre o total en mujeres. Los rangos de referencia normales difieren de laboratorio a laboratorio.

Observándose con más frecuencia en mujeres posmenopáusicas blancas y asiáticas, la osteoporosis ha impactado en las vidas de mujeres con VIH más jóvenes. En el estudio del General de Massachussets, más mujeres en el grupo de bajo peso eran blancas. Las mujeres con VIH blancas también estaban desproporcionadamente afectadas por la pérdida de DMO. Según los autores del estudio, la raza sería un factor significativo en la pérdida ósea en mujeres con VIH.

El Dr. Grinspoon señala además que los médicos que tratan a las mujeres con VIH deberían vigilar muy de cerca los posibles síntomas de baja DMO, entre los que se incluyen bajo peso, menstruaciones irregulares y niveles bajos de testosterona.

En cuanto al manejo de la osteopenia y la osteoporosis, subraya que “los tratamientos para la DMO deberían ser individualizados”. En febrero pasado, se presentaron datos preliminares de un estudio que sugiere que el uso de suplementos de calcio y vitamina D junto con el bifosfonato Fosamax® (alendronato) podría ser una opción de tratamiento segura y eficaz para personas con VIH con osteoporosis u osteopenia avanzada.

Fuente: Aidsmeds.com / Elaboración propia.
Referencia: Dolan SE, Carpenter S, Grinspoon S. Effects of weight, body composition, and testosterone on bone mineral density in HIV-infected women. J Acquir Immune Defic Syndr 45(2):161-7, 2007.

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