Un artículo publicado en Nature Medicine evidencia el que sería el tercer caso de curación de la infección por el VIH tras los casos de Timothy Brown (conocido como el ‘paciente de Berlín’, véase ‘El paciente de Berlín’ en LO+POSITIVO)) y Adam Castillejo, (denominado inicialmente como el ‘paciente de Londres’, véase La Noticia del Día 12/03/2020). Dicho nuevo caso ya había sido presentado previamente –aunque de forma tangencial y aún con pocas evidencias el respecto- como el ‘paciente de Düsseldorf’ (véase La Noticia del Día 13/07/2020).
Como en los casos anteriores, el ‘paciente de Düsseldorf’, del que se ha hecho público su nombre de pila, Marc, recibió un trasplante de células madre, cada una de ellas con dos copias del gen del correceptor CCR5 con la mutación delta-32 para el tratamiento de una leucemia.
Marc, que ahora tiene 53 años, fue diagnosticado de leucemia mieloide aguda en 2011, poco después de iniciar el tratamiento antirretroviral. El 14 de febrero de 2013 recibió el trasplante de células madre de un donante con dos copias del gen del correceptor CCR5 con la mutación delta-32, que evita la infección de dichas células por parte de la mayoría de cepas del VIH.
Desde el inicio del procedimiento, el objetivo de los médicos de Marc fue tratar tanto la leucemia como el VIH por medio del trasplante. Para la preparación previa al trasplante, el paciente recibió quimioterapia de intensidad reducida para favorecer el posterior arraigo de las células trasplantadas. Una vez recibido el trasplante, Marc experimentó enfermedad injerto contra huésped de intensidad moderada pero persistente, hecho que pudo favorecer la eliminación de las células sensibles al VIH que estarían, de hecho, actuando como reservorios del virus.
Tras más de cinco años con carga viral indetectable después de recibir el trasplante, en noviembre de 2018, Marc y su equipo médico decidieron una interrupción del tratamiento antirretroviral monitorizada. Dicha monitorización contempló la realización de pruebas de carga viral ultrasensibles y análisis de células inmunitarias en sangre periférica y tejidos linfático e intestinal. En dichos análisis, los investigadores llegaron a hallar trazas esporádicas de ADN del VIH, pero no detectaron actividad replicativa ni virus capaces de reproducirse. Durante el seguimiento, el paciente mostraba una activación inmunitaria de muy bajo nivel y unas cada vez más reducidas respuestas específicas frente al VIH de tipo celular y mediadas por anticuerpos. Todo apunta a una ausencia de replicación activa del VIH.
Los investigadores señalan que es posible la cura funcional de la infección por el VIH a través de la combinación de dos procesos clave: la eliminación extensiva de reservorios (que en el caso de Marc se logró con la quimioterapia previa al trasplante) y la adquisición de la resistencia al VIH en las células diana (que en el presente caso se logró a través del trasplante de células madre con la mutación delta-32 en las dos copias del gen del correceptor CCR5). De hecho, en los tres casos conocidos (a los que se podrían unir algunos más próximamente) se han logrado ambas circunstancias de forma similar.
En todo caso, estas dos circunstancias podrían no ser las únicas necesarias, ya que próximamente se van a publicar los resultados de un caso de reactivación del VIH tras el trasplante de células madre con la mutación delta-32 en las dos copias del gen del correceptor CCR5. Algunos expertos sugieren que la intensidad de la quimioterapia previa al trasplante o de la reacción injerto contra huésped podrían ser claves en la eliminación de reservorios y posterior alcance de la cura funcional de la infección por el VIH.
Aparte de la replicación de esta estrategia en otros casos en los que sea posible, cabe destacar que este tipo de curas funcionales, por sus particularidades, no son estrategias reproducibles a gran escala. Por un lado, los riesgos del uso de quimioterapia en personas sin neoplasias superarían a los beneficios de una hipotética cura funcional (teniendo en cuenta que las personas con el VIH en tratamiento antirretroviral mantienen a raya la infección) y por el otro, obtener células madre con mutación delta-32 en las dos copias del correceptor CCR5 compatibles con el receptor del trasplante es muy improbable.
Con todo, con el desarrollo de técnicas de edición genética tales como CRISPR-Cas 9 (véase La Noticia del Día 17/12/2021) se podría lograr artificialmente la mutación de resistencia al VIH delta-32 en el correceptor CCR5 de las propias células del paciente. De hecho, algunas aproximaciones a la investigación de la cura del VIH parten de dicho concepto, lo que evidencia que los casos de curación como el presente, aunque sean aislados, suponen importantes impulsos a la investigación de estrategias que podrían acabar logrando la curación a gran escala.
Fuente: POZ / Elaboración propia (gTt).
Referencia: Jensen BE, Knops E, Cords L, et al. In-depth virological and immunological characterization of HIV-1 cure after CCR5Δ32/Δ32 allogeneic hematopoietic stem cell transplantation. Nat Med (2023). https://doi.org/10.1038/s41591-023-02213-x
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