La Sociedad Clínica Europea del SIDA (EACS) ha recomendado que todas las personas con el VIH que presenten un riesgo del 5% o superior de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular en los próximos 10 años reciban tratamiento con estatinas. Esta es la información más destacada de una ponencia realizada por la doctora Jasmini Alagaratnam del Hospital Chelsea and Westminster de Londres (Reino Unido) en el marco del Congreso Internacional sobre Terapia Farmacológica del VIH, celebrado recientemente en Glasgow (Escocia, Reino Unido). En otra sesión celebrada en el mismo congreso se trataron diversas intervenciones para gestionar el riesgo cardiometabólico en personas con el VIH.
La EACS también recomienda que se prescriban estatinas a personas con el VIH menores de 50 años que tengan un riesgo del 2,5% o mayor de sufrir un evento cardiovascular en los próximos 10 años.
Estas nuevas recomendaciones europeas, ya avanzadas hace unos meses (véase La Noticia del Día 10/06/2024), llegan tras la actualización de las guías de práctica clínica del Departamento de Sanidad y Servicios Humanos (DHHS, en sus siglas en inglés) de EE UU para ampliar la recomendación del uso de estatinas a todas aquellas personas con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años con riesgo cardiovascular de leve a moderado (véase La Noticia del Día 04/03/2024). Se trata de una nueva consecuencia de los hallazgos del estudio REPRIEVE (véase La Noticia del Día 31/07/2023), que ya conllevó una recomendación similar emitida por expertos británicos (véase La Noticia del Día 10/01/2024).
Las nuevas directrices de la EACS recomiendan ofrecer estatinas de alta intensidad a las personas con el VIH y alto riesgo cardiovascular (riesgo superior al 10% en los próximos 10 años). En aquellas personas seropositivas con un riesgo cardiovascular moderado (entre el 5% y el 10%), se debería ofrecer una estatina de intensidad moderada. En las personas con el VIH con un riesgo cardiovascular inferior al 5% a 10 años se deberían considerar los riesgos y beneficios del tratamiento con estatinas.
En personas con el VIH menores de 50 años, los umbrales son más bajos. Se recomienda una estatina de intensidad moderada para cualquiera con un riesgo cardiovascular del 2,5% o superior a 10 años, y una estatina de alta intensidad para quienes tengan un riesgo del 7,5% o superior.
La Asociación Británica del VIH (BHIVA, en sus siglas en inglés) recomienda que todas las personas con el VIH a partir de los 40 años reciban estatinas para la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares, independientemente del perfil lipídico o del riesgo cardiovascular estimado, aunque dando prioridad a quienes tengan un riesgo del 5% o mayor a 10 años de padecer un evento cardiovascular grave.
Las directrices federales de EE UU recomiendan que todas las personas con el VIH con un riesgo de evento cardiovascular grave de entre el 5% y el 20% a 10 años reciban una estatina de intensidad moderada, y una de alta intensidad si dicho riesgo supera el 20%. Para riesgos estimados inferiores al 5%, se deberían considerar, a juicio de los expertos estadounidenses, factores relacionados con el VIH que pudieran aumentar el riesgo cardiovascular.
Además de pitavastatina, la EACS recomienda atorvastatina y rosuvastatina, ya que no existen interacciones farmacológicas problemáticas entre ninguno de los tres fármacos y los inhibidores de la integrasa no potenciados, rilpivirina (Edurant®, Rekambys®) o cualquiera de las formulaciones de tenofovir.
En otra sesión realizada en el mismo congreso que trató sobre el manejo del riesgo cardiometabólico en personas con el VIH, el Dr. Esteban Martínez del Hospital Clínic de Barcelona (Cataluña, España) señaló que el riesgo cardiovascular en personas con el VIH es de 1,5 a 2 veces mayor que en la población general en todas las edades y es proporcionalmente mayor en personas jóvenes. Las herramientas de puntuación de riesgo utilizadas en la población general suelen subestimar el riesgo en personas con el VIH, especialmente en mujeres, ya que no consideran factores relacionados con la enfermedad. Aunque las mujeres en el estudio REPRIEVE tenían puntuaciones de riesgo más bajas (del 1,9% frente al 5,4% en hombres), no presentaban niveles de protección significativos contra eventos cardiovasculares graves después de ajustar otros factores de riesgo.
Las personas con el VIH que fuman tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, pero el estudio D:A:D evidenció que, al dejar de fumar, dichas personas experimentaron una reducción significativa del riesgo cardiovascular tras tres años sin hábito tabáquico. Ello pone de manifiesto la importancia de que el personal sanitario que atiende a las personas con el VIH hable con ellas sobre la posibilidad de dejar de fumar y de que les ofrezcan apoyo en forma de medicación y terapia cognitivo-conductual.
Además, para minimizar el riesgo cardiovascular en personas con el VIH, optimizar los niveles de colesterol, la presión arterial y los niveles de glucosa mediante cambios en el estilo de vida y medicamentos son intervenciones clave, especialmente para aquellas personas con el VIH en alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
El último punto tratado con respecto al manejo del riesgo cardiometabólico en personas con el VIH fue el mantener un peso saludable. Según la profesora Cristina Mussini de la Universidad de Módena (Italia), el aumento de peso asociado a algunos tratamientos antirretrovirales puede superar el 10% del peso corporal inicial en algunos casos, lo que afecta al control de la glucosa y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes mellitus de tipo 2, hipertensión y aumenta los niveles de inflamación.
Hasta hace poco, el manejo del peso requería dieta y ejercicio, pero la creciente disponibilidad de agonistas GLP-1, como semaglutida (véase La Noticia del Día 15/05/2024), ha transformado las perspectivas de la pérdida de peso. Aunque estos medicamentos son efectivos, su éxito depende también de cambios en el estilo de vida. Sin ellos, el peso vuelve a aumentar una vez que se suspende el tratamiento.
Fuente: EATG / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: J Alagaratnam. Co-morbidities: update on cardiovascular and metabolic risk, including statins recommendations and other co-morbidities. HIV Glasgow 2024.
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