La Mycobacterium tuberculosis (M. TB) es una infección oportunista en personas con SIDA y la coinfección con VIH y tuberculosis constituye un diagnóstico de SIDA. La enfermedad está muy extendida en África y en otros países en desarrollo, donde es responsable de una significativa morbilidad y mortalidad, especialmente cuando se da junto con la infección por VIH. Esta enfermedad contagiosa se cobra cada año aproximadamente dos millones de vida en todo el mundo. En España la tuberculosis es la enfermedad inicial definitoria de SIDA más frecuente.
La semana pasada el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alérgicas de EE UU (NIAID, en sus siglas en inglés) anunció que se han iniciado los ensayos clínicos en humanos de un nuevo prometedor candidato a fármaco para esta infección que podría ser eficaz tanto para la Mycobacterium tuberculosis de crecimiento rápido como para la de crecimiento lento. Este nuevo antibiótico, PA-824, podría reducir el tiempo que se requiere para tratar la tuberculosis.
Los ensayos preclínicos de seguridad y eficacia fueron realizados conjuntamente por el NIAID y por la organización neoyorquina sin ánimo de lucro Alianza Mundial para el Desarrollo de fármacos para la tuberculosis. Ahora, éste nuevo ensayo clínico que evaluará la seguridad de PA-824 en humanos se ha iniciado en un hospital en Lincoln, EE UU, y contará de nuevo con el apoyo de la Alianza Mundial para la Tuberculosis.
Una tercera parte de la población mundial (unos dos mil millones de personas) está infectada con Mycobacterium Tuberculosis. Una persona podría permanecer infectada de forma latente y albergar la bacteria, sin desarrollarse o haciéndolo lentamente, durante décadas sin presentar ningún síntoma. Sin embargo, si el sistema inmunitario está afectado por la edad, el VIH u otras infecciones, la Mycobacterium tuberculosis podría reactivarse y emerger la forma activa de la enfermedad.
Aunque la tuberculosis se puede tratar y curar con antibióticos, el régimen farmacológico es duro y largo. Las recomendaciones actuales de la OMS para el tratamiento de la tuberculosis activa incluyen la administración de hasta cuatro medicamentos durante por lo menos seis meses. Periodo que suele aumentarse a nueve meses en el caso de las personas con VIH.
El nuevo fármaco en investigación, PA-824, se diferencia de la mayoría de fármacos actualmente disponibles por el hecho de que parece atacar a la Mycobacterium Tuberculosis tanto en las fases de crecimiento rápido como en las de crecimiento lento de la bacteria, motivo por el cual los investigadores esperan que PA-824 pueda reducir significativamente el tiempo que se necesita para curar la tuberculosis.
Además, el compuesto también muestra indicios de ser activo tanto para la tuberculosis sensible a un fármaco como para la resistente a múltiples fármacos. Por otro lado, en los ensayos con animales, dosis únicas del medicamento administradas por vía oral se dirigieron con gran rapidez a órganos diana, como el bazo o los pulmones. Las investigaciones hallaron también que el PA-824 tiene similares efectos para eliminar la bacteria que los de los fármacos de primera línea para la tuberculosis, isionazida y rifampina, en modelos animales de infección.
La aparente ausencia de interacción de PA-824 con ciertas enzimas hepática apunta a que podría ser seguro su uso en personas coinfectadas con VIH y tuberculosis. Actualmente, las personas en tal situación podrían experimentar efectos adversos si toman al tiempo rifampina para la tuberculosis y fármacos antirretrovirales para trata el VIH.
Fuente: http://hivandhepatitis.com/
Referencia: Comunicado de prensa del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alérgicas de EE UU (NIAID (http://www2.niaid.nih.gov/newsroom/Releases/tb_pa_824.htm).
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