El virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor de riesgo para el desarrollo de lesiones precancerosas precursoras de cáncer de cuello de útero en mujeres (una enfermedad considerada definitoria de sida), así como de carcinomas anales tanto en hombres como en mujeres. Se sabe que las personas que están coinfectadas por VPH y VIH presentan un riesgo aún mayor de padecer este tipo de tumores.
Según un estudio publicado en el número de enero de la revista Obstetrics & Gynecology, la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) facilita la eliminación del VPH en mujeres con VIH que muestran resultados anómalos en las pruebas citológicas de cérvix (Papanicolaou).
El doctor Jamieson, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU [CDC, en sus siglas en inglés] en Atlanta, y un grupo de colaboradores exploraron la asociación entre la TARGA y la eliminación del VPH, así como la evolución o regresión de las anomalías citológicas cervicales en 537 mujeres en el marco del Estudio de Investigación Epidemiológica del VIH (HERS, en sus siglas en inglés), un ensayo de cohorte observacional y multicéntrico.
Las participantes fueron examinadas dos veces al año desde 1996 hasta 2000. Se practicaron citologías de cuello uterino mediante pruebas de Papanicolaou y de reacción en cadena de la polimerasa [PCR, en sus siglas en inglés] para el VPH. Se emplearon modelos de riesgo proporcional de Cox para calcular el cociente de riesgo (CR) y los intervalos de confianza del 95% (IC95%).
Asimismo, se calculó el número necesario para tratar (NNT, en sus siglas en inglés) a los dos años para la TARGA. El NNT es un concepto estadístico que indica el número de pacientes que se necesitarían tratar en el grupo experimental para conseguir un acontecimiento adicional a los que se conseguirían con el tratamiento control.
Entre las mujeres que presentaban lesiones intraepiteliales escamosas e infección por VPH en la primera visita, aquéllas que estaban recibiendo TARGA tuvieron una probabilidad significativamente mayor de eliminar la infección por VPH en comparación con las que no tomaban medicación (CR: 4,5; IC95%: 1,2-16,3; NNT: 22,4).
Sin embargo, la TARGA no se asoció de forma significativa con la eliminación del VPH entre las mujeres con resultados normales en la prueba de Papanicolaou (CR: 1,7; IC95%: 0,9-3,1; NNT: 6,5) o células escamosas atípicas de significado citológico indeterminado (CR: 1,0; IC95%: 0,4-2,5; NNT: 174,0).
Si bien los autores encontraron una asociación significativa entre la infección por VPH y la progresión en la prueba citológica, no evidenciaron ninguna relación entre el uso de la TARGA y la regresión (CR: 1,3; IC95%: 1,0-1,7; NNT: 10,9) o progresión citológicas (CR: 0,7; IC95%: 0,6-1,0; NNT: 12,8).
Las pacientes con recuentos de linfocitos T CD4 más elevados tuvieron una menor probabilidad de presentar una progresión en la prueba de Papanicolaou y, por el contrario, fueron más propensas a experimentar una regresión.
“Entre las mujeres con una citología anómala de cuello uterino previa, la TARGA se asoció con una mayor probabilidad de eliminación del VPH, pero no con una regresión en la prueba de Papanicolaou”, concluyeron los responsables del estudio. Y añadieron: “Se debe realizar un estrecho seguimiento de las mujeres con citologías anómalas cervicales, independientemente del estado con respecto a la TARGA”.
“Aunque nuestro estudio halló que esta terapia se relacionó con una mayor eliminación del VPH entre las mujeres con enfermedad cervical, los efectos no tuvieron lugar con rapidez y tampoco produjeron una resolución completa de las anomalías citológicas cervicales”, afirmó Jamieson en declaraciones a Reuters.
Según el doctor, las citologías deberían efectuarse dos veces en el año que sigue al diagnóstico de VIH, y después, si los resultados son normales, una vez al año.
Fuente: Reuters Health / Elaboración propia
Referencia: Paramsothy P, Jamieson DJ, Heilig ChM, et al. The Effect of Highly Active Antiretroviral Therapy on Human Papillomavirus Clearance and Cervical Cytology. Obstetrics & Gynecology. Jan 2009; 113(1): 26-31.
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