Dos nuevos estudios publicados recientemente han mostrado resultados contradictorios respecto a los efectos de la toma de suplementos de vitamina D en personas con VIH. Así, mientras en uno de ellos se observaron beneficios en la toma de dichos suplementos por parte de pacientes bajo tratamiento con tenofovir (Viread®; también en Truvada® y Sustiva®), en el otro, tras una revisión sistemática de numerosos estudios, un equipo de investigadores no halló resultados suficientemente concluyentes para recomendar el consumo generalizado de suplementos de vitamina D en la población con VIH.
En el primero de los estudios, hecho público por parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE UU, los investigadores evaluaron el impacto de la toma de suplementos de vitamina D en personas que seguían tratamientos antirretrovirales basados en tenofovir, ya que en una investigación previa se habían hallado indicios de que el fármaco incrementaba los niveles de hormona paratiroidea, hecho que explicaría cierta toxicidad renal y una reducción de la densidad mineral ósea (véase La Noticia del Día 09/06/2011). Como la vitamina D está implicada en la fijación del calcio en los huesos, los investigadores dedujeron que podría contrarrestar los efectos secundarios óseos atribuidos a tenofovir en el ensayo previo.
Un total de 200 personas de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años participaron en el estudio. Aunque se incluyeron participantes que seguían diferentes estrategias terapéuticas, el grupo que tomaba tenofovir se analizó por separado. De forma mensual, las personas incluidas en el estudio tomaron dosis de 50.000 UI de vitamina D o placebo.
A los tres meses de finalizar el estudio, en el grupo de personas tratadas con tenofovir, se observaron reducciones medias del 14% en los niveles de hormona paratiroidea –indicativo de mejoras a nivel óseo– entre quienes recibieron vitamina D, mientras que entre quienes recibieron placebo no se observaron variaciones.
Los investigadores no observaron efectos adversos derivados de la suplementación –dosis de 50.000 UI son muy superiores a las 600 UI, dosis diaria recomendada en adultos–. El equipo prevé la realización de un nuevo estudio de dos años de duración que evalúe la seguridad de la toma de suplementos y si los descensos en los niveles de hormona paratiroidea se traducen en beneficios clínicos a nivel óseo.
En el segundo estudio, investigadores británicos realizaron una revisión sistemática de diversos estudios con el objeto de establecer la prevalencia del déficit de vitamina D en personas con VIH, los efectos de dicho déficit vitamínico y del tratamiento antirretroviral sobre el metabolismo óseo y el riesgo de fracturas y los beneficios derivados de la tomo de suplementos de vitamina D.
Los investigadores hallaron que entre el 29 y el 73% de las personas con VIH presentaban déficit de vitamina D, aunque las causas de dicho déficit no fueron únicamente atribuibles a consecuencias de la infección por VIH, ya que otros factores tales como la etnia, la baja exposición a la luz solar, el índice de masa corporal, la hipertensión o los niveles de ejercicio físico también afectaron al déficit vitamínico.
Entre los factores relacionados con el VIH se observó que recuentos de CD4 inferiores a 200 células/mm3, padecer infección por VIH de larga duración, el uso actual de antirretrovirales y presentar cargas virales elevadas elevaban el riesgo de experimentar déficit de vitamina D.
En esta revisión, los investigadores solo hallaron relación entre un antirretroviral –efavirenz (Sustiva®; también en Atripla®)- y el déficit de vitamina D, no hallando una asociación entre la toma de tenofovir y dicho déficit. Aun así, como en anteriores estudios, sí se hallaron mayores niveles de hormona paratiroidea entre quienes tomaban tenofovir.
El metabolismo óseo se vio incrementado en personas bajo terapia antirretroviral basada en tenofovir, y descensos en la densidad mineral ósea fueron observados entre quienes tomaban tenofovir o ritonavir (Norvir®), especialmente en los primeros 6 meses de tratamiento, tras los cuales la densidad mineral ósea se estabilizaba. La magnitud de dicha pérdida de densidad observada sería comparable a la observada al inicio de la menopausia.
Los autores del estudio observaron un riesgo de padecer fracturas un 60% superior en personas con VIH al observado en la población general.
En el estudio no se observó un impacto significativo de la toma de suplementos de vitamina D en mejoras a nivel de la densidad mineral ósea, aunque sí que fueron capaces de reducir los niveles de hormona paratiroidea,
Los investigadores concluyeron que, a la vista de los resultados de los estudios llevados a cabo hasta la fecha, la toma de suplementos de vitamina D –sin una complementación adecuada con suplementos de calcio u otras medidas beneficiosas a nivel óseo- no parece una estrategia a seguir de forma generalizada en personas con VIH para prevenir problemas óseos tales como fracturas.
A la vista de los dos estudios y a falta de datos más concluyentes, parece que la suplementación con vitamina D sería adecuada en personas bajo tratamiento con tenofovir. Otros beneficios derivados de dicha suplementación deberán todavía ser demostrados.
Fuentes: Aidsmap / Elaboración propia.
Referencias: Comunicado de prensa del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE UU 10/01/2012.
Childs K et al. Effects of vitamin D deficiency and combination antiretroviral therapy on bone in HIV-positive patients. AIDS 26: 253-62, 2012.
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