Un estudio español presentado en el XIII Taller Internacional sobre VIH y Envejecimiento ha concluido que alrededor de tres cuartas partes de los geriatras españoles no se sienten cómodos en la evaluación de personas con el VIH. Ello se debería a que raramente tienen la oportunidad de visitar a pacientes con el VIH. Los geriatras y los médicos especialistas en VIH (también conocidos como infectólogos) coinciden en que es importante que la atención de la salud de las personas mayores con el VIH tenga un abordaje multidisciplinar. Un segundo estudio, en este caso italiano, presentado en el mismo taller, ha llegado a conclusiones similares.
A medida que las personas con el VIH van envejeciendo, la necesidad del trabajo de los médicos especialistas en Geriatría se va haciendo cada vez más necesaria (véase La Noticia del Día 13/10/2022). Sin embargo, los protocolos de atención de las personas con el VIH, en muchos casos, aún no se han adaptado a la nueva realidad que supone tener una población con el VIH cada vez más envejecida y todavía no se ha logrado que incorporen de manera rutinaria la valoración geriátrica en el seguimiento clínico.
Para arrojar un poco más de luz sobre este asunto, los autores del presente estudio elaboraron un sondeo con 12 preguntas para geriatras y médicos especialistas en VIH que fue difundido a través de las sociedades científicas españolas más relevantes en marzo de 2022. Un total de 94 geriatras y 63 médicos especialistas en VIH respondieron al sondeo de forma anónima.
El 71% de los geriatras manifestaron sentirse incómodos al evaluar a personas mayores con el VIH, mientras que un 3% se sentía fuera de lugar al hacerlo. Dichas respuestas cobraron sentido al complementarse con otras. Así, el 86% de los geriatras manifestó haber atendido a una o ninguna persona mayor con el VIH anualmente; el 12% atendió a entre 5 y 10 y el 2% atendió a más de 10.
La mitad de los geriatras consideró que una persona con el VIH puede considerarse mayor a partir de los 65 años, mientras que un 25% fijó dicha edad en los 75 años y solo un 25% la fijó correctamente –en la línea de lo recomendado por los especialistas en VIH de hoy en día– en los 50 años.
Solo el 6% de los geriatras sabía que más del 50% de las personas con el VIH podían ser consideradas personas mayores –pues es dicho porcentaje el que sobrepasa los 50 años–.
El 92% de los infectólogos encuestados estaba de acuerdo con la Sociedad Clínica Europea del Sida (EACS, en sus siglas en inglés) en recomendar la evaluación de la fragilidad en todas aquellas personas mayores de 50 años con el VIH. Sin embargo, hasta un 75% de ellos manifestó no hacerlo por falta de tiempo, por no saber cómo hacerlo o por no saber qué hacer si el resultado de la evaluación era positivo.
El 79% de los médicos especialistas en VIH y el 91% de los geriatras manifestaron que el modelo de atención de las personas mayores con el VIH debería ser multidisciplinar.
Más del 80% de geriatras e infectólogos refirieron que la presencia de síndromes geriátricos –tales como la fragilidad– y no la edad debería ser la razón que llevara a un infectólogo a derivar un paciente a un geriatra.
El 98% de los geriatras manifestaron necesitar formaciones específicas para atender a personas mayores con el VIH. Por su parte, el 81% de los médicos especialistas en VIH manifestaron que todos los profesionales sanitarios que atienden a personas mayores con el VIH deberían estar formadas para detectar síndromes geriátricos.
Los autores del estudio concluyeron que los geriatras precisan de formaciones específicas para adquirir un mayor conocimiento de las personas mayores con el VIH, dado que aún no están demasiado implicados en su atención pero que –dada la apertura a una atención multidisciplinar manifestada por los participantes- pronto deberían estarlo.
Un segundo estudio con un enfoque similar presentado en el mismo taller, realizado en Italia, realizó un sondeo a profesionales sanitarios y a personas mayores de 50 años con el VIH hacia finales del pasado año 2021.
El 77% de los profesionales sanitarios de clínicas que atendían el VIH manifestó no contar con servicios específicos para mayores de 65 años con el VIH y el 80% manifestó no tener acceso a consultas con el geriatra en su clínica. El 83% de los profesionales sanitarios refirió realizar acciones formativas dirigidas a personas mayores con el VIH.
La mayoría de los mayores de 50 años con el VIH encuestados tenían carga viral indetectable (el 96%), eran hombres (el 77%), tenían una edad promedio de 61 años y los niveles de CD4 promedio eran de 679 células/mm3.
El 35% de estas personas manifestó sentir soledad no deseada en ocasiones, el 21% presentaba dificultades financieras por motivos sanitarios –en Italia existe el copago de diversos servicios y medicamentos– y hasta un 36% cumplía uno o dos criterios de fragilidad.
En la línea del estudio español, los investigadores italianos manifestaron la necesidad de integrar servicios para las personas mayores con el VIH, de manera que las comorbilidades, la fragilidad y los síndromes geriátricos deberían ser medidos a través de una evaluación completa realizada por un equipo multidisciplinar.
Fuente:NATAP / Elaboración propia (gTt).
Referencia:Brañas F, Martínez S, Polo R, Sánchez-Conde M. Needs and involvement of HIV specialists and geriatricians in the care of older adults with HIV. A national survey. International Workshop on HIV and Aging, October 13-14, 2022. Abstract 9.
Guaraldi G, Brogonzoli L, Marchetti G, et al. Aging and HIV: what is the gap between clinical practice and guideline recommendations? International Workshop on HIV and Aging, October 13-14, 2022. Abstract 8.
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