De acuerdo con los resultados de un estudio cualitativo realizado en EE UU y España, las opiniones de las mujeres con el VIH sobre el tratamiento antirretroviral inyectable de liberación prolongada son similares a las de los hombres con el VIH. No obstante, algunas de estas opiniones son exclusivas del género femenino debido a la diferencia de roles existentes entre hombres y mujeres en cuanto a las actividades de la vida diaria. Los resultados de este estudio fueron presentados n la Semana de las Enfermedades Infecciosas (IDWeek 2019), celebrada recientemente en Washington DC (EE UU).
Es bien sabido que el éxito del tratamiento antirretroviral depende de la adherencia, definida como tomarse el régimen antirretroviral tal como ha sido pautado por el profesional sanitario. En la actualidad, el tratamiento antirretroviral consiste en la toma diaria por vía oral de uno o varios comprimidos, lo que no siempre resulta factible para muchos pacientes por lo que la efectividad del tratamiento podría verse comprometida (véase La Noticia del Día 29/01/2019 ).
Dadas las barreras asociadas a la adherencia diaria, diferentes estudios han explorado otras formas de administración del tratamiento antirretroviral a fin de simplificar las tomas y, de este modo, mejorar la calidad de vida de las personas. En dos ensayos de fase III se ha hallado que la combinación de antirretrovirales inyectables formada por el fármaco en investigación cabotegravir/rilpivirina sería segura y eficaz en una pauta de administración mensual (véase La Noticia del Día 13/03/2019 ). Por otro lado, los estudios que han evaluado el grado de aceptación del fármaco inyectable se han centrado principalmente en las opiniones de los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (véase La Notica del Día 22/01/2018 ), por lo que poco se sabe sobre las experiencias de las mujeres sobre el tratamiento antirretroviral inyectable de larga duración. Dada que esta modalidad de tratamiento puede convertirse próximamente en una opción terapéutica resulta esencial conocer las percepciones de las mujeres.
Con el fin de arrojar un poco más de luz a esta cuestión, un equipo de investigadores llevó a cabo 80 entrevistas en profundidad entre los participantes de los diferentes estudios que actualmente están evaluando la pauta antirretroviral inyectable en EE UU y España (LATTE-2, ATLAS, ATLAS 2-M y FLAIR).
El estudio inscribió un total de 80 participantes de las que 12 eran mujeres (15%). La edad de las mujeres participantes oscilaba entre los 28 años y los 59 años, con una edad media de 41 años. Más de la mitad de las mujeres eran madres (58%); 5 de ellas tenían más de un hijo, dos eran madres solteras (1 divorciada, 1 viuda) y 2 eran también abuelas.
Las mujeres participantes tenían múltiples roles de cuidado, incluyendo el cuidado de los hijos, nietos, padres ancianos y parejas con enfermedades crónicas.
Las entrevistas fueron grabadas en audio, posteriormente transcritas y codificadas utilizando técnicas de análisis de contenido por temas. Posteriormente, las transcripciones fueron recodificadas teniendo en cuenta los temas emergentes específicos de cada género y se exploró la diversidad y el consenso en las percepciones y experiencias relacionadas con el tratamiento inyectable de larga duración por sexos.
Tanto hombres como mujeres comunicaron el reto que implica recordar la toma de la medicación en la vorágine de la vida diaria. Sin embargo, las mujeres hablaban con mayor frecuencia sobre los malabarismos que tienen que hacer en el día a día para hacer frente a las obligaciones en el trabajo, el cuidado de los hijos y otras responsabilidades de cuidado. Por esta razón, el tratamiento antirretroviral inyectable fue percibido por ellas como un alivio en la carga diaria.
El tratamiento antirretroviral oral fue descrito por los participantes como una actividad que consumía mucho tiempo entre los viajes para ir al hospital, las visitas médicas, la recogida de la medicación (que en ocasiones puede ser mensual) y recordar tomar la medicación a diario. En cambio, los participantes percibieron que el tratamiento inyectable solo requería el tiempo necesario para la cita de inyección cada mes o cada dos meses. Las mujeres comunicaron que, de esta manera, podían olvidarse de la enfermedad hasta la próxima cita. Sin embargo, para algunas de las muejres, incluso ir a la cita para la inyección continuaba siendo una carga que requería tiempo y energía.
Las mujeres también describieron el tratamiento inyectable como un elemento generador de menos estrés y ansiedad , refiriéndose al estrés de recordar si se habían tomado o no el tratamiento, tal como sucede con las pautas orales diarias.
Tanto hombres como mujeres describieron la libertad en términos logísticos de no tener que tomar la medicación a diario; sin embargo, las descripciones de libertad por parte de las mujeres se situaban en un contexto social y emocional más amplio donde a menudo utilizaban palabras como liberación, libertad, empoderamiento y tener la cabeza libre .
Del mismo modo que los hombres, las mujeres tenían una visión, en general, positiva del tratamiento inyectable. Sin embargo, la diferencia de roles de género conlleva que las mujeres tengas vivencias propias como consecuencia de las actividades diarias de la vida cotidiana.
Según los investigadores del presente estudio, estos hallazgos deben ser considerados en investigaciones futuras centradas en evaluar la adherencia al tratamiento inyectable de larga duración en mujeres con el VIH, así como en el diseño de intervenciones de apoyo que permitan a las mejorar su adherencia a esta nueva pauta de administración tratamiento antirretroviral.
Fuente: Elaboración propia ( gTt-VIH )
Referencia: Mantsios A.; Murray M.; Karver TS.; et al. “I feel empowered”: Women’s perspectives on and experiences with long-acting injectable anti-retroviral therapy in the United States and Spain. IDWeek, October 2-6, 2019, Washington, DC. Abstract 2497.
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