Recientemente, se han presentado los resultados de un ensayo de fase I en el que se probó una vacuna experimental contra el VIH basada en un virus entero muerto modificado genéticamente, una estrategia muy poco frecuente y polémica en este campo (véase La Noticia del Día 15/02/2012). La candidata a vacuna, denominada SAV001-H, fue probada en un estudio de distribución aleatoria, ciego y controlado con placebo, para determinar la seguridad, tolerabilidad de la candidata, así como las respuestas inmunitarias en hombres adultos con VIH entre los 18 y los 50 años.
Según los autores, para elaborar la vacuna usaron una versión modificada genéticamente del VIH tipo 1 (VIH-1), con la cual infectaron células en el laboratorio. El virus se reprodujo en dichas células y el VIH resultante fue recogido, purificado y desactivado. La desactivación se realizó mediante un tratamiento con un producto químico, denominado AT-2, seguido por una irradiación con rayos gamma.
Los participantes en el estudio fueron distribuidos en dos grupos: uno recibió la vacuna y otro un placebo. Los participantes llevaron un diario para registrar los efectos secundarios una semana después de la inyección y fueron examinados a las semanas 4, 6, 12, 18, 26 y 52 después de la inoculación. En conjunto, no se registró ningún efecto secundario de gravedad relacionado con la candidata.
Además, el equipo de investigadores comprobó que la vacuna experimental consiguió desencadenar una respuesta inmunitaria y, así, se observó un aumento en los niveles de anticuerpos frente al antígeno p24 y también contra el gp120. De acuerdo con los responsables, estos niveles se mantuvieron elevados a lo largo del año de duración del estudio.
A pesar del optimismo que muestran los autores respecto a los resultados de este ensayo, hay que tener en cuenta que existen numerosas voces críticas contra esta estrategia de vacunación contra el VIH (véase el artículo ‘Entender las vacunas vivas-atenuadas’, en ‘Cuestiones básicas’ del VAX de junio de 2008). Para empezar, la capacidad de mutación del virus y la posibilidad de que se produzcan errores en el proceso de desactivación han sido argumentos que siempre se habían aducido para no utilizar vacunas preventivas basadas en virus vivos o enteros, ya que, en caso de un error, la vacuna podría producir la infección que intenta evitar. Por este motivo, las vacunas contra el VIH solo emplean fragmentos del virus incapaces de provocar la infección por sí mismos.
Por otro lado, también se indica que, pese a todo, esta estrategia ya se había probado previamente en monos, sin que se apreciara una eficacia aceptable frente a la infección. Asimismo, se pone en cuestión que el uso de un único aislado viral permita proteger frente a la gran diversidad de cepas que presenta el VIH.
En todo caso, los autores del estudio afirman que su intención es iniciar un ensayo de fase II con esta vacuna antes de un año, en Canadá, EE UU y Europa occidental.
Fuente: Aidsmed / Elaboración propia (gtt-VIH).
Referencia: Nota de prensa: HIV vaccine produces no adverse effects in trials. By Communications Staff. September 03, 2013.
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