Una variante genética que conlleva concentraciones intracelulares de colesterol más bajas de lo habitual podría implicar una progresión más lenta de la infección por VIH. Esta ha sido la conclusión principal de un estudio publicado en la edición del 29 de abril de mBio, publicación editada por la Sociedad Americana de Microbiología.
El organismo de una pequeña parte de las personas con VIH (los conocidos como lentos progresores a largo plazo) es capaz de controlar la infección durante años sin necesidad de tomar tratamiento antirretroviral. Los mecanismos por los cuales ello tiene lugar, en buena medida, se desconocen y es posible que se trate de una combinación de características genéticas.
Para ahondar en el conocimiento de qué características pueden subyacer en a progresión lenta de la infección, un equipo de investigadores estadounidense diseñaó un estudio en el que se evaluó el papel de la transmisión del VIH a través de células inmunitarias diferentes a los CD4 –las células dendríticas y los linfocitos B, conocidas, junto a otras tales como los macrófagos, como células presentadoras de antígeno (CPA)– capaces de transmitir el VIH a células CD4 por dos vías: cis y trans.
La transmisión cis es la más directa y consta de una fase de replicación del virus dentro de las CPA y una posterior liberación de nuevas partículas víricas, que infectan a los CD4 a través del receptor CD4 y el correceptor CCR5 (o el CXCR4 en personas con tropismo alternativo o dual).
La transmisión trans puede tener lugar a través de dos métodos: la salida del virus de la CPA en vesículas (exocitosis) y subsiguiente entrada a la célula CD4 por la captación de dichas vesículas (endocitosis) o la unión de proteínas de superficie de ambas células, generando un puente entre la CPA y el linfocito CD4 (denominado sinapsis infecciosa) que el VIH utiliza para cambiar de célula.
En algunos estudios se había observado que entre CPA y las células CD4 la transmisión trans sería la principal vía de infección del virus y cualquier factor que afectara a dicha vía podría influir notablemente en la progresión de la infección por VIH una vez adquirida.
Un factor que estaría implicado en la transmisión trans es el metabolismo del colesterol, ya que en un ensayo in vitro se observó que una mayor salida del colesterol intracelular de las CPA reduciría la vía de transmisión trans.
En el estudio se contó con la participación de hombres que practican sexo con hombres (HSH) pertenecientes a una cohorte estadounidense. Se analizaron los niveles de una proteína denominada ABCA1 (cuyos niveles elevados se relacionarían con una mayor salida del colesterol intracelular), la concentración de colesterol intracelular y la progresión clínica de la infección. Sobre la base de los resultados, los participantes fueron clasificados como progresores o como lentos progresores (definidos como participantes con niveles altos o moderados de CD4 y carga viral variable). Un total de 16 participantes (8 progresores y 8 lentos progresores) fueron seleccionados para el análisis comparativo, además de un grupo de donantes seronegativos que actuaron como grupo control.
Las tasas de infección de tipo cis fueron similares entre progresores, lentos progresores y controles. En cambio, la ya conocida menor actividad trans en lentos progresores se asoció significativamente (p <0,05) a menores niveles de colesterol intracelular y de forma prácticamente significativa (p= 0,06 respecto tanto a controles como a progresores) a mayores niveles de ABCA1.
De hecho, la actividad infectiva trans en lentos progresores pudo ser reactivada al inhibir la actividad de ABCA1 o al reconstituir los niveles de colesterol intracelular.
Dado que algunas de las muestras de los lentos progresores habían sido tomadas antes de la infección primaria, los investigadores concluyeron que esta resistencia natural al VIH sería de origen genético y no asociada a la infección.
A partir de este hallazgo, sería interesante determinar todos los genes implicados en el particular metabolismo intracelular del colesterol observado en los lentos progresores. Ello permitiría desarrollar terapias génicas o nuevas aproximaciones terapéuticas que podrían conllevar un control no farmacológico de la infección por VIH o, al menos, una menor dependencia de los fármacos (con sus consiguientes efectos adversos a corto y, especialmente, a largo plazo) para poder mantener a raya al VIH.
Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Rappocciolo G, Jais M, Piazza P, et al. Alterations in cholesterol metabolism restrict HIV-1 trans infection in nonprogressors. MBio. 2014 Apr 29;5(3):e01031-13.
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