Un régimen de vacunación frente al VIH consigue proteger al 67% de los monos en un estudio

También se ha probado la seguridad de este régimen en humanos y está en marcha un estudio de eficacia de fase 2b para probar este enfoque preventivo

Miguel Vázquez
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Recientemente se han hecho públicos los resultados a la semana 52 del estudio APPROACH –en el que se probaba una estrategia de vacunación frente al VIH– junto con los de un ensayo paralelo realizado con monos Rhesus –en donde se probó una vacuna que replica a la empleada en humanos–. Los datos reflejan que el régimen de vacunación resultó tolerable en humanos y protegió a dos tercios (67%) de los monos frente a seis exposiciones por vía rectal con una cepa de un virus híbrido entre el VIH y el virus de la inmunodeficiencia símica (VIS) de gran efecto patógeno. No obstante, hay que destacar que las respuestas inmunitarias inducidas tanto en humanos como en monos disminuyeron con el tiempo y se desconoce cuánto tiempo puede durar la inmunidad generada por esta vacuna. Estos datos han sido publicados en la revista The Lancet.

APPROACH es un estudio internacional que se realiza en EE UU, Ruanda, Uganda, Sudáfrica y Tailandia y en el que participan personas clasificadas como en situación de bajo riesgo de infección por el VIH. El 54% de las personas participantes eran hombres y la edad media del conjunto fue de 29 años. En el transcurso del estudio se registraron tres nuevas infecciones por el VIH, todas en la misma sede de Sudáfrica, el país que presenta la mayor prevalencia del VIH. Entre febrero y octubre de 2015 unas 394 personas iniciaron el estudio (distribuidas en grupos de 47 a 50 personas). A la semana 52, el número de participantes era de 349, lo que supone una tasa de abandono en torno al 10%.

En el estudio se emplearon tres formulaciones de vacunas diferentes, que fueron combinadas de siete maneras distintas y cada combinación fue administrada a un grupo de 50 personas voluntarias. Un octavo grupo recibió un régimen de placebos.  La vacuna constaba de tres componentes del VIH. Dos eran fragmentos de ARN de los genes env y gag/pol del VIH –transportados en dos virus distintos, el adenovirus 26 (Ad26) y MVA–.  Por su parte, el tercer componente consistió en la proteína gp140, que está situada en la superficie del VIH y está implicada en el proceso de infección de las células. Las vacunas proteínicas como ésta están diseñadas para estimular específicamente la respuesta de anticuerpos del sistema inmunitario. Ninguno de estos componentes puede provocar la infección por el VIH, pero idealmente sí pueden “presentar” al sistema inmunitario distintas partes del virus para que se genere una respuesta que permita impedir la infección en caso de que realmente la persona se exponga al VIH posteriormente.

El VIH tiene una enorme variabilidad genética, lo que facilita que el virus pueda escapar de la respuesta inmunitaria inducida por las vacunas, algo que ha sucedido con otras candidatas en el pasado. Para evitar esto, el ARN viral empleado en el régimen de vacunación de APPROACH estuvo compuesta por un mosaico de secuencias genómicas procedentes de diferentes tipos de VIH, con el objetivo de estimular una respuesta inmunitaria frente a una amplia gama de virus (véase Cuestiones Básicas del boletín VAX de enero de 2012).

El régimen de vacunación tipo inducción-refuerzo constó de cuatro inoculaciones a las semanas 0, 12, 24 y 48 del estudio. Las vacunas basadas en vectores virales se administraron en las semanas 0 y 12 como inducción, mientras que la basada en la proteína gp140 se administró a las semanas 24 y 48 como "refuerzo". Este diseño tiene como objetivo generar un conjunto más fuerte y variado de respuestas por parte de las distintas partes del sistema inmunitario.

En lo que se refiere a los efectos secundarios, entre el 69 y el 88% (según el grupo de vacunación) de las personas inoculadas afirmaron sentir dolor en el punto de inyección en la primera semana después de la vacunación, frente al 49% que se quejaron de ello en el grupo de placebo. Otros efectos secundarios declarados habitualmente fueron: dolor de cabeza (de leve a moderado), fatiga y dolores musculares, eventos adversos que también son comunes a otras vacunas.  Por último, cinco participantes declararon haber sufrido efectos secundarios de gravedad. Una de las personas participantes presentó una posible reacción alérgica y fue retirada del estudio.

En lo que se refiere a la respuesta inmunitaria, el régimen de vacunación Ad26/Ad26/dosis elevada de gp140/dosis elevada de gp140 fue el que generó las reacciones más fuertes y, en consecuencia, será el que se utilizará en un posterior ensayo de fase 2b.

Este régimen indujo una respuesta de anticuerpos contra el VIH en el 100% de las personas a la semana 12. También generó respuestas celulares en el 83% de las personas inoculadas, lo que refleja que, en la mayoría de los casos, fueron estimuladas las dos ramas del sistema inmunológico. Las respuestas de anticuerpos presentaron actividad frente a un conjunto de variantes del VIH tomadas de diferentes personas en diferentes etapas de la infección, lo que demuestra la amplitud de las respuestas generadas por el diseño de mosaico.

A pesar de que se comprobó que no se generó una respuesta fuerte de anticuerpos ampliamente neutralizantes, las respuestas de los anticuerpos observadas fueron capaces de provocar la actuación de otros componentesdel sistema inmunitario para eliminar las células infectadas por el VIH.

Ha habido más estudios en otros animales en los que se consiguió generar lo que parecía una sólida respuesta inmunitaria, pero fracasaron al intentar trasladar ese efecto a los humanos. Por este motivo resulta muy importante destacar los resultados de un estudio realizado con 72 monos Rhesus a los que se les administró una vacuna lo más parecida posible a la versión humana empleada en APPROACH. En este estudio se utilizaron las mismas dos candidatas de inducción, empleando 6 regímenes de vacunación diferentes, administrados cada uno a un grupo de 12 monos.

Los monos desarrollaron respuestas inmunitarias de una amplitud y magnitud similares a las observadas en los voluntarios humanos, medidas a las semanas 54-56, que fue cuando recibieron su última dosis de refuerzo. Transcurridas 22 semanas desde la última inoculación, cuando las respuestas inmunitarias de los monos habían disminuido un poco, fueron expuestos a seis dosis semanales sucesivas de un virus híbrido entre el VIH y el virus de la inmunodeficiencia símica (VIS) altamente infeccioso desarrollado en el laboratorio para que su comportamiento en los monos fuera lo más parecida posible al que tendría el VIH en humanos.

Dos tercios de los monos que recibieron placebo se infectaron después de una única exposición al virus y, tras la quinta exposición, se infectaron todos. Por el contrario, aunque se infectó un mono tras la primera exposición (precisamente el animal que recibió el régimen más eficaz: Ad26/Ad26/gp140/gp140), dos tercios de estos animales no se habían infectado al concluir las seis exposiciones, lo que representa una eficacia general del 67% en comparación con el placebo, y una reducción del 94% en el riesgo de infección por cada exposición.

El equipo de investigadores analizó el perfil inmunitario de los monos para desarrollar un modelo de qué respuestas inmunológicas se correlacionaban mejor con la protección frente a la infección. En este sentido se comprobó que las respuestas de anticuerpos y de linfocitos CD4/CD8 a la semana 28 fueron las que más fuertemente se correlacionaron con la protección.

Al comparar la fuerza y rapidez de las respuestas inmunológicas a regímenes específicos en humanos y monos se comprobó que en ambos casos las respuestas de anticuerpos tanto en humanos dependieron del tipo de régimen de vacunación utilizado, pero disminuyeron más lentamente en humanos que en monos. En el caso de las respuestas de CD4/CD8 no se observó una correlación tan clara. Se espera que se presenten más datos del seguimiento de la respuesta inmunitaria y su velocidad de disminución en la próxima Conferencia Internacional del Sida (AIDS 2018).

Algunos expertos han valorado positivamente la estrategia de vacunación a humanos y monos en paralelo, y afirman que aunque el comportamiento del régimen de vacunación en los monos no coincida completamente con el de los humanos, el hecho de poder comparar qué aspecto ofreció protección en los monos para extrapolarlo a los humanos ayudaría a los científicos a desarrollar unos buenos factores de correlación y de predictores de eficacia de las candidatas a vacunas.

Aunque ha habido con anterioridad otras candidatas a vacunas que habían generado resultados prometedores en animales, estos no se habían reflejado en humanos. Sin embargo, los expertos afirman que el estudio APPROACH parece sugerir que nos estamos acercando a una vacuna con una eficacia aceptable.

Fuente: Aidsmap/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencias: Barouch DH et al. Evaluation of a mosaic HIV-1 vaccine in a multicentre, randomised, double-blind, placebo-controlled, phase 1/2a clinical trial (APPROACH) and in rhesus monkeys (NHP 13-19).The Lancet, early online publication, 6 July 2018. http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31364-3.

Pavlakis GN and Felber BK. A new step towards an HIV/AIDS vaccine.The Lancet, early online publication, 6 July 2018. http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31548-4.

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