La homocisteína es un aminoácido sulfurado derivado de la metionina (uno de los aminoácidos esenciales que forman las proteínas de los seres vivos), que se encuentra unida, en gran parte, a las proteínas plasmáticas (albúmina fundamentalmente). La homocisteína se metaboliza en el hígado, necesitando para ello folato, vitamina B6, vitamina B12 y la actividad de algunas enzimas.
En los últimos años, se ha incrementado el interés por la determinación de la concentración de homocisteína plasmática debido al elevado número de estudios que muestran que un incremento moderado de ésta constituye un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular. También se cree que la homocisteína desempeña un papel fundamental en la arterosclerosis, que supone la elevación de la presión sanguínea y el desarrollo de embolias, que podrían provocar ataques de corazón y derrames cerebrales.
Numerosos estudios recientes en personas con VIH han puesto de manifiesto que esta población tiene un mayor riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular que las personas sin VIH de edad similar. Asimismo, se considera que el propio VIH tiene mucho que ver con el aumento del riesgo, pero también la terapia antirretroviral se ha asociado con dicho incremento.
Según los resultados de un estudio, publicado en la edición de junio de The Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes, las mujeres con VIH no tienen más probabilidades respecto a las que no lo tienen de presentar concentraciones elevadas de homocisteína. Por otro lado, el estudio también halló que tomar tratamiento antirretroviral no parece incrementar los niveles de este aminoácido.
Con el fin de determinar si la concentración de homocisteína plasmática se muestra elevada en mujeres con VIH, un grupo de investigadores del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE UU) y del Estudio Interagencias sobre VIH en Mujeres (WIHS, en sus siglas en inglés) examinaron las muestras plasmáticas de 249 mujeres con VIH y 127 sin VIH inscritas en un centro de este estudio en el Bronx. En general, las mujeres con VIH eran un poco más mayores y tenían un cociente más bajo altura/peso que aquéllas sin el virus.
Se observó una concentración elevada de homocisteína plasmática en un 16,9% de las mujeres con VIH y en un 13,4% de las mujeres sin VIH. La diferencia no fue estadísticamente significativa. Los investigadores encontraron que estar tomando tratamiento antirretroviral no aumentó de forma significativa la probabilidad de que una mujer con VIH tuviera niveles elevados de homocisteína. Sin embargo, la edad y una elevación de las enzimas renales se asociaron con una mayor concentración de la homocisteína plasmática en este grupo de mujeres.
Según los investigadores, en el estudio observaron una asociación entre una concentración elevada de homocisteína y niveles reducidos de vitamina B12, y plantean la hipótesis de que el tratamiento con vitamina B12 podría reducir potencialmente los niveles de homocisteína. Además, el uso de ácido fólico y vitamina B6 bajo medicación y la inclusión en la dieta de alimentos reforzados (cereales, arroz, pasta y harina) podrían ser estrategias para prevenir la elevación de este marcador de factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Fuente: Aidsmeds.com / Elaboración propia.
Referencia: Raiszadeh F, Hoover DR, Lee I, et al. Plasma Homocysteine Is Not Associated With HIV Serostatus or Antiretroviral Therapy in Women. JAIDS. 2009; 51(2): 175-178.
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