CROI 2024: Un inicio tardío del tratamiento antirretroviral aumentaría el riesgo de eventos clínicos graves durante años

Francesc Martínez
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El dímero D y la IL-6 serían dos biomarcadores de inflamación que se asociarían a un mayor riesgo de padecer dichos eventos

Un subestudio del estudio START, presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2024), celebrada recientemente en Denver (EE UU), ha concluido que el inicio tardío de la terapia antirretroviral mantiene durante años elevado el riesgo de padecer enfermedades no definitorias de sida graves, el de recibir el diagnóstico de sida y el de fallecer. Ello parece estar asociado a los mayores niveles de inflamación observados en personas que inician el tratamiento antirretroviral tarde.

El estudio START es un ensayo clínico multicéntrico, internacional, prospectivo y de distribución aleatoria que se diseñó para responder de forma adecuada a la pregunta de cuándo es mejor empezar el tratamiento antirretroviral(véanse La Noticia del Día 02/03/10La Noticia del Día 03/04/09 y La Noticia del Día 02/06/2015).

Gracias a START se produjo un cambio de paradigma en el inicio del tratamiento antirretroviral, ya que evidenció de forma consistente que las personas con el VIH que inician el tratamiento antirretroviral de manera temprana –cuando sus recuentos de células CD4 se sitúan por encima de 500 células/mm3– tienen un riesgo considerablemente menor de desarrollar enfermedades graves asociadas a sida y no relacionadas con sida que los pacientes que comienzan a tomar la terapia cuando sus recuentos alcanzan el umbral de las 350 células/mm3 (que era el umbral de referencia antes de la realización del estudio).

Producido dicho cambio de paradigma, en el año 2015, se interrumpió la fase del estudio de distribución aleatoria y pasó a ser un estudio abierto para seguir monitorizando a los participantes y descubrir consecuencias a largo plazo de un inicio temprano o tardío del tratamiento antirretroviral. De hecho, en 2021, los investigadores hicieron un llamamiento a antiguos participantes perdidos en el seguimiento para que se pusieran en contacto de nuevo con ellos y seguir recopilando datos clínicos de un importante valor (véase La Noticia del Día 15/09/2021).

Todo ello llevó a la elaboración del presente subestudio de START, desarrollado con el objetivo de verificar si unos niveles de inflamación elevados de forma prolongada en el tiempo podrían explicar el mayor riesgo de problemas de salud graves observado en aquellas personas con inicio tardío del tratamiento antirretroviral.

Cabe destacar que, desde los primeros estadios de la infección, el VIH se integra en las células huésped y produce reservorios del virus que no se ven afectados por los antirretrovirales y análisis previos ya establecieron que el tamaño de los reservorios era menor cuanto antes se comenzara con el tratamiento antirretroviral. Dichos reservorios producen un estado de inflamación latente no controlable con antirretrovirales que se asociaría a diversos problemas de salud.

Un subestudio ya realizado un tiempo atrás, ya concluyó que los niveles de dos biomarcadores de inflamación (interleuquina 6 [IL-6] y dímero D) se mantenían más elevados durante años -aunque con una tendencia descendente- entre aquellos participantes del grupo de inicio tardío del tratamiento antirretroviral.

El nuevo análisis incluyó datos de 2.114 participantes de START y buscó asociación entre los niveles de biomarcadores registrados hasta el año 2015 y evaluó su impacto en el periodo 2016-2021 sobre el riesgo de padecer eventos definitorios de sida, de experimentar eventos graves no definitorios de sida y de fallecer.

En enero de 2016, el 87% de las personas inicialmente asignadas al grupo de inicio retardado habían comenzado el tratamiento antirretroviral y llevaban una mediana de 2,5 años en tratamiento.

Globalmente se detectaron 126 casos de sida, eventos graves no definitorios de sida o fallecimiento. Respecto a las personas con inicio tardío del tratamiento antirretroviral, aquellas con inicio inmediato del tratamiento antirretroviral presentaron un riesgo inferior en un 70% de padecer dichos eventos o fallecer, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa (p= 0,07).

Los investigadores compararon los resultados de aquellos participantes del cuartil con mayores niveles de IL-6 y dímero D con los de los tres cuartiles restantes combinados. De forma interesante, hallaron que las personas con mayores niveles de IL-6 y dímero D -independientemente del grupo de tratamiento al que pertenecieran- presentaron un riesgo de complicaciones o fallecimiento que duplicaba al de aquellas personas con menores niveles de dichos dos biomarcadores de inflamación.

Una de las limitaciones del presente subestudio fueron los bajos números totales de eventos registrados, hecho que afectó a la potencia estadística del estudio y explicaría como las importantes diferencias halladas entre los dos grupos comparados no alcanzaron significación estadística.

Fuente: POZ / Elaboración propia (gTt-VIH).

Referencia: Singh K, et al. Excess inflammation associated with AIDS and non-AIDS complications in adults on ART. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, Denver, abstract 837, 2024.

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