Los países del norte de Europa y Australia están consiguiendo mejores resultados que Norteamérica en el tratamiento continuado y la consecución de elevadas tasas de supresión virológica en personas con infección por VIH, según un amplio estudio de la "cascada de tratamiento del VIH" realizado en países con altos ingresos y presentado en el Congreso Internacional sobre Terapia Farmacológica en la Infección por VIH, celebrado recientemente en Glasgow (Escocia, Reino Unido).
Ninguno de los países objeto de estudio ha conseguido alcanzar, no obstante, el objetivo recientemente establecido por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (ONUSIDA), quedando de manifiesto la existencia de puntos débiles específicos de cada país en su abordaje de la epidemia. En el caso del Reino Unido, la mayor debilidad constatada es en relación al diagnóstico del virus, consiguiéndose por el contrario tasas superiores de supresión virológica a las logradas en EE UU, país en el que la principal dificultad encontrada es la adhesión al tratamiento antirretroviral.
Las personas que toman terapia antirretroviral y alcanzar y mantienen una carga viral indetectable presentan un riesgo menor de progresión y transmisión del VIH. No obstante, un alto número de afectados no se están beneficiando de este tratamiento antirretroviral por causa de la mala aproximación del sistema sanitario que los atiende a la conocida como "cascada de tratamiento del VIH". Esta cascada tiene varias fases diferenciadas: diagnóstico, vinculación a la atención especializada, retención en el sistema sanitario, inicio del tratamiento antirretroviral, adhesión al tratamiento antirretroviral y obtención de una carga viral indetectable.
ONUSIDA ha propuesto recientemente un objetivo de 90/ 90/ 90 de cara a reducir la transmisión del virus y lograr los máximos beneficios de la terapia antirretroviral. El objetivo hace referencia a lograr que se diagnostique al 90% de las personas infectadas por VIH, que el 90% de los diagnosticados tomen tratamiento antirretroviral y que el 90% de las personas que toman antirretrovirales alcancen niveles indetectables de carga viral. Si se lograse alcanzar este objetivo, aproximadamente tres cuartas partes del total de personas que viven con el VIH (73%) alcanzarían una carga viral indetectable.
Para valorar el grado de cumplimiento de este nuevo objetivo, un equipo de investigación del Reino Unido intentó establecer la proporción de personas con VIH en cada una de las fases de la cascada en siete países con un alto nivel de ingresos: EE UU, Reino Unido, Francia, Dinamarca, Países Bajos, Australia y Canadá. Se identificaron los puntos clave en que se producían grandes rupturas (caídas del 19%) con respecto a las fases anteriores. Estos puntos marcaban las áreas en que los programas terapéuticos nacionales estaban funcionando por debajo de sus posibilidades. Las fuentes de datos utilizadas incluían los propios informes de vigilancia de ONUSIDA, artículos publicados en revistas con mecanismos de revisión por pares y comunicaciones en conferencias.
La proporción de personas con VIH con cargas virales indetectables osciló desde el 62% de Australia hasta el 25% de EE UU. En Dinamarca, Reino Unido, Países Bajos y Francia la proporción de personas con niveles indetectables de carga viral superaba el 50% en todos los casos (59%, 58%, 53% y 52%, respectivamente). En Canadá sólo el 35% de las personas con VIH presentaban cargas virales indetectables.
Algunos resultados del estudio fueron ciertamente sorprendentes. Un ejemplo sería que la proporción de personas con carga viral indetectable en los países del África subsahariana es superior a la de EE UU (29% frente a 25%). Asimismo, se observó que en todos los países, incluso en los que obtuvieron mejores resultados, se produce una pérdida significativa de personas entre las distintas fases de la cascada.
En el caso de Australia, el país que mejor resultado final obtuvo, un 86% de las personas con infección por VIH estaban diagnosticadas, un 76% habían sido adecuadamente vinculadas al seguimiento médico especializado, un 66% tomaban tratamiento antirretroviral y un 62% tenían carga viral indetectable.
En todos los países se identificaron puntos débiles en la cascada de la atención al VIH: En Reino Unido y Países Bajos se detectó un alto número de casos de infecciones diagnosticadas (21-27%) no vinculadas a atención médica especializada. En el caso de Francia y Canadá, el punto débil fueron las infecciones sin diagnosticar (19-29%). En EE UU, resultó llamativa la gran diferencia entre la proporción de gente vinculada a la atención médica especializada (66%) y la retenida en dicha atención (37%).
Estas diferencias, a juicio del equipo de investigación a cargo del estudio, no son coyunturales, sino que revelan desigualdades subyacentes en la atención prestada a las personas con VIH entre los distintos países. El ambicioso objetivo planteado por ONUSIDA puede ser un llamamiento a revisar las distintas estrategias para poder aprovechar las fortalezas y subsanar las debilidades de los distintos planteamientos utilizados en países con características muy distintas.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Raymond A et al. Large disparities in HIV treatment cascades between eight European and high-income countries: analysis of break points. International Congress of Drug Therapy in HIV Infection, abstract 0-237, Glasgow, 2014.
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