Cambiar a un tratamiento basado en un inhibidor de la proteasa logra revertir el aumento de peso asociado a uno fundamentado en un inhibidor de la integrasa

El efecto se observaría especialmente con el uso prolongado del tratamiento basado en inhibidores de la proteasa

Francesc Martínez
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Un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases ha concluido que, en personas con el VIH que han experimentado un aumento de peso al seguir una terapia antirretroviral basada en inhibidores de la integrasa, pasar a tomar un tratamiento basado en inhibidores de la proteasa (IP) permitiría revertir dicho aumento de peso.

El aumento de peso al comenzar a tomar inhibidores de la integrasa ha sido descrito en varios estudios (véase La Noticia del Día 05/11/2019), que le han llegado a atribuir una base genética (véase La Noticia del Día 27/03/2020). Dicho aumento sería de mayor calado en personas que inician tratamiento antirretroviral en fases avanzadas de la infección (véase La Noticia del Día 13/03/2023) y en mujeres postmenopáusicas (véase La Noticia del Día 14/03/2024).

Para arrojar un poco más de luz a este asunto, un equipo de investigadores decidió evaluar si el cambio de un tratamiento basado en un inhibidor de la integrasa a uno basado en un inhibidor de la proteasa presentaba algún tipo de impacto sobre el peso corporal.

El estudio incluyó a 103 personas con el VIH en estado de supresión virológica gracias a un tratamiento antirretroviral que contenía un inhibidor de la integrasa y tenofovir alafenamida (TAF, en Descovy®, Biktarvy® y otras coformulaciones) y que habían experimentado un aumento del 10% o superior del peso corporal en los 36 meses previos.

Los datos para el análisis se recopilaron en 28 centros médicos de EE UU entre los años 2020 y 2023. Los pacientes fueron distribuidos aleatoriamente en una proporción de 1:1 a cambiar al tratamiento basado en un IP darunavir/cobicistat/emtricitabina/TAF (Symtuza®) durante 48 semanas (n=53) o a permanecer en el tratamiento formado por un inhibidor de la integrasa y TAF/emtricitabina (Descovy®, en otras coformulaciones) durante 24 semanas y luego cambiar al otro régimen durante las semanas 24 a 48 (n=50). El objetivo principal del estudio fue evaluar el cambio en el peso corporal desde el inicio hasta las 24 semanas. Se definió como clínicamente significativo cualquier cambio porcentual en el peso corporal de más del 5%.

Los participantes que cambiaron a IP y los que se mantuvieron con inhibidores de la integrasa tenían perfiles demográficos similares. Solo se observaron diferencias destacables en lo relativo a la presencia de obesidad (presente en el78,0% de quienes se mantuvieron con inhibidores de la integrasa y en el 52,8% de aquellas personas que cambiaron a IP).

En las personas que continuaron con el tratamiento basado en inhibidores de la integrasa, la mediana del índice de masa corporal (IMC) aumentó durante las 24 semanas (de 34,7 Kg/m2 a 35,2 Kg/m2). En quienes cambiaron a la terapia basada en IP se observaron reducciones de la mediana del IMC tanto a las 24 semanas (disminución de 0,5 Kg/m2) como a las 48 (reducción de 1 Kg/m2 desde el inicio).

La tasa de pérdida de peso clínicamente significativa fue del 11% en quienes permanecieron en tratamientos basados en inhibidores de la integrasa, del 4% tras las primeras 24 semanas entre quienes cambiaron a IP y del 24% tras 48 semanas entre quienes cambiaron a IP.

La pérdida de peso entre las personas que cambiaron a la terapia basada en un inhibidor de la proteasa fue más evidente con el uso prolongado de dicha terapia. La mediana del cambio porcentual en el peso corporal aumentó con el tiempo, particularmente en aquellas personas con un IMC superior a 30 kg/m², en mujeres y en personas de etnia negra.

En cuanto a la seguridad, quienes cambiaron al tratamiento basado en IP y quienes se mantuvieron en el tratamiento basado en un inhibidor de la integrasa evidenciaron porcentajes similares de eventos adversos entre el inicio y las 24 semanas (del 57% y el 58%, respectivamente). Los eventos adversos más comunes incluyeron infección por COVID-19, hipertensión, diarrea y náuseas.

Las principales limitaciones del estudio fueron un tamaño de muestra relativamente pequeño y el desequilibrio observado en el IMC inicial de los dos grupos comparados.

Los resultados del presente estudio muestran que el cambio a tratamientos basados en inhibidores de la proteasa podría ser una opción sencilla de poder revertir un aumento de peso observado en el contexto de un tratamiento antirretroviral basado en un inhibidor de la integrasa. En todo caso, serán necesarios estudios de mayor calado para confirmar los presentes resultados y dotar de mayor consistencia al cambio de tratamiento comparado en la presente investigación.

Fuente: Infectious Disease Advisor / Elaboración propia (gTt).

Referencia: Anderson D, Ramgopal M, Hagins DP, et al. DEFINE: a prospective, randomized, phase 4 trial to assess a protease inhibitor–based regimen switch strategy to manage integrase inhibitor–related weight gain. Clin Infect Dis. Published online September 4, 2024. doi:10.1093/cid/ciae449.

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