Un estudio, recientemente publicado en la revista Science y dirigido por la Dra. Nichole Klatt, de la Universidad de Washington, demostró que las mujeres con una microbiota vaginal menos sana que usaron un gel microbicida con tenofovir obtuvieron una protección frente al VIH menor que aquellas mujeres con una flora vaginal sana. En las mujeres en las que predominaban bacterias asociadas a la vaginosis bacteriana, el fármaco fue degradado por dichas bacterias, impidiendo su acción preventiva.
La infección por el VIH sigue siendo la primera causa de muerte de las mujeres en edad reproductiva a escala global, siendo especialmente grave la situación de las mujeres africanas. Por esta causa, en los últimos años se ha puesto gran empeño en el desarrollo de estrategias preventivas dirigidas específicamente a las mujeres. En este sentido, se están estudiando varios microbicidas, que son sustancias que se aplicarían, por ejemplo, en forma de gel, crema o anillo en la vagina o el recto y que tienen como objetivo impedir la infección por el VIH.
Se han llevado a cabo diversos estudios para investigar la efectividad de algunos microbicidas en mujeres, por ejemplo, para probar un gel de aplicación vaginal con tenofovir, un inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleótido (ITIN). Sin embargo, los resultados de dos estudios distintos han sido muy diversos, demostrando un 0% de efectividad en el estudio FACTS y un 39% en el estudio CAPRISA 004 ( véase La Noticia del Día 21/07/10 ), ambos realizados en mujeres africanas.
Se sabe que la adherencia suele ser un problema en estos estudios, pero los autores de la presente investigación quisieron investigar los posibles factores biológicos que pudiesen estar influenciando los resultados, ya que, por ejemplo, un estudio presentado meses atrás ya constató que la microbiota vaginal podía reducir la eficacia de la profilaxis preexposición (PrEP, en sus siglas en inglés) ( véase La Noticia del Día 08/09/2016 )
Para ello tomaron muestras vaginales de 688 mujeres sin el VIH que participaron en el estudio CAPRISA 004 en Sudáfrica y se analizó el microbioma, es decir, se determinaron las especies de bacterias presentes en la mucosa vaginal de cada una de ellas. Los investigadores observaron dos grupos según cual fuese la bacteria dominante, aquella que representa más del 50% del total. El 59.2% de las mujeres tenían como población dominante el Lactobacillus, mientras que el 40.8% tenían como predominante la bacteria Gardnerella vaginalis junto a otras bacterias anaeróbicas . El microbioma del segundo grupo se considera menos saludable, ya que, se ha asociado con la vaginosis bacteriana, un tipo de inflamación vaginal.
Cada uno de estos grupos se dividió en dos subgrupos: uno que recibió el gel con tenofovir y otro que recibió un gel con placebo. En las mujeres con una microbiota dominada por el Lactobacillus y que recibieron el gel con tenofovir se redujo la incidencia de VIH en un 61% comparado con su respectivo control placebo, mientras que aquellas con una microbiota menos saludable sólo obtuvieron una reducción del 18%.
La adherencia de ambos grupos demostró ser similar. Sin embargo, las concentraciones de tenofovir en la vagina fueron menores en las mujeres con microbiota poco saludable. Además, se vio que las concentraciones de tenofovir estaban inversamente relacionadas con las concentraciones de G. vaginalis, es decir, cuánto mayor fuese la población de G. vaginalis, menor sería la concentración de tenofovir presente en la vagina.
Para comprobar si esta bacteria podría estar degradando el antirretroviral, los autores cultivaron en tubos de ensayo diversos tipos de bacteria (incluyendo G. vaginalis, varios tipos de Lactobacillus y otras bacterias asociadas con la vaginosis bacteriana). A estos cultivos se les añadió tenofovir y se cuantificó la concentración de tenofovir a las 24 horas.
Al analizar las muestras, se observó una reducción del 67,4% de la concentración de tenofovir en el cultivo de G. vaginalis mientras que la reducción fue de solo un 14% en el cultivo con Lactobacillus. Otras especies de bacterias asociadas con la vaginosis bacteriana también redujeron la concentración de tenofovir de forma significativa. Además, los autores del estudio demostraron que esta reducción de tenofovir ocurre antes de que las células diana puedan procesarlo y activarlo, lo que impide que el antirretroviral haga su efecto profiláctico en el gel microbicida.
Los investigadores creen que estas conclusiones resaltan la importancia de estudiar la flora vaginal en el contexto de los microbicidas para el VIH, lo que puede ayudar a mejorar la eficacia de esta estrategia preventiva en mujeres. Así, el estudio pone de manifiesto una nueva barrera que superar para conseguir un microbicida eficaz: las bacterias presentes en la mucosa vaginal. Se están estudiando otros microbicidas con un principios activos diferentes, por lo que, a la luz de los presentes resultados, se debería tener en cuenta la posibilidad de que algunos tipos de bacterias vaginales pudieran estar reduciendo el efecto del antirretroviral de la misma forma que ha sucedido con tenofovir en el presente estudio.
Fuente: Poz.com / Elaboración propia ( gTt-VIH )
Referencia: Nichole R. Klatt et al. Vaginal bacteria modify HIV tenofovir microbicide efficacy in African women. Science, 2017 DOI: 10.1126/science.aai9383
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