El inicio precoz de la TARGA estimula la respuesta inmunitaria en bebés con VIH

Un nuevo estudio arroja más indicios sobre la conveniencia de empezar el tratamiento antes de los tres meses de edad

Mònica Puig
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Los resultados de un estudio, publicado en la edición electrónica del 23 de diciembre de 2011 de la revista Clinical Infectious Diseases, evidencian que el comienzo de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) antes de los tres meses de edad se traduce en un más rápido control virológico y en una mayor preservación del nivel de CD4 en comparación con un inicio más tardío.

La infección por VIH de madre a hijo está asociada con una rápida multiplicación viral durante las primeras semanas de vida y con una elevada viremia durante los dos primeros años de existencia del bebé. De hecho, un ensayo previo halló que, en ausencia de TARGA, alrededor del 20% de los niños infectados verticalmente que han nacido en países desarrollados progresan a sida en el primer año de vida.

Otras investigaciones han demostrado que comenzar el tratamiento antes de los tres meses de edad previene la progresión a sida. Esto se ha visto reflejado en las recomendaciones de inicio temprano de la terapia antirretroviral en bebés con VIH.

Con este estudio, los investigadores querían determinar si las respuestas inmunitaria y virológica al tratamiento difieren en función de la edad en la que se inicia la TARGA durante los 12 primeros meses de vida. Para ello, recogieron información del Grupo Europeo de Colaboración sobre la Infancia referente a 139 bebés que adquirieron el VIH por transmisión perinatal y que iniciaron la TARGA antes de los 12 meses de edad. De los 139 bebés, un total de 96 comenzaron el tratamiento antes de cumplir los tres meses. Se usaron datos demográficos, datos relacionados con el embarazo, detalles de profilaxis y tratamiento, y recuentos de CD4 y mediciones de carga viral disponibles desde el nacimiento.

Los bebés fueron repartidos en tres grupos: el grupo de tratamiento temprano, en el que se inició la TARGA a los tres meses de edad o antes; un segundo grupo en el que se empezó la terapia entre los 3 y 6 meses de vida; y un tercer grupo que la comenzó entre los 6 y 12 meses de edad. Los dos últimos grupos fueron considerados de inicio tardío.

Durante el análisis de la respuesta inmunitaria, se observó una disminución menos marcada del porcentaje de CD4 en el primer año de vida del grupo de inicio temprano en comparación con los grupos de comienzo tardío. Sin embargo, los porcentajes de CD4 fueron consistentemente más bajos en todos los grupos de bebés con VIH si se comparan con los datos disponibles de niños expuestos al VIH pero no infectados. El recuento mediano nadir y los porcentajes de CD4 fueron significativamente más elevados en el grupo de tratamiento precoz hasta los 6 meses de edad, pero no con posterioridad.

En cuanto a la respuesta virológica, se apreció una menor elevación de la carga viral en el grupo de inicio temprano en comparación con los dos otros grupos. El tiempo transcurrido entre el comienzo del tratamiento y la supresión virológica (definida como una carga viral inferior a 500 copias/L) fue significativamente menor en el grupo de inicio temprano.

Aunque con valores basales similares, la medición más elevada de la viremia y la mediana de la carga viral a los 6 meses fueron significativamente más bajas en el grupo de comienzo temprano. Además, en este grupo de pacientes, la medición más alta de la viremia se relacionó de forma significativa con la edad de inicio de la TARGA. Se registró una tendencia hacia una menor carga viral entre los 12 y los 48 meses en el grupo de inicio temprano en comparación con los grupos de inicio tardío.

A tenor de los resultados del estudio, los autores comentan que “la respuesta virológica fue más rápida cuando se había iniciado la TARGA antes de los tres meses de edad”. Asimismo, también sugieren que se consigue un mejor control virológico cuanto antes se inicie el tratamiento, observación que consideran importante porque el nivel pico de la carga viral podría estar correlacionado con el establecimiento de reservorios de células con virus latente.

Los investigadores concluyen: “Iniciar el tratamiento anti-VIH antes de los tres meses de edad (…)  tiene como resultado un control más rápido de la replicación viral precoz y la preservación de los CD4 hasta los 12 meses de edad en comparación con el tratamiento tardío”. Tras los 12 meses, los resultados inmunovirológicos no variaron de manera significativa entre grupos, seguramente por la falta de poder estadístico debido al tamaño de la muestra. No obstante, indican que “es posible que las competencias funcionales de los CD4 estén influenciadas por el comienzo temprano de la terapia y que puedan mantener un impacto en los resultados clínicos después de los 12 meses de edad”.

Teniendo en cuenta que las guías recomiendan en la actualidad el inicio temprano del tratamiento en bebés infectados verticalmente por VIH, se hace necesario adoptar medidas para establecer el diagnóstico de infección lo antes posible tras el nacimiento.

Fuente: Elaboración propia / Medscape.
Referencia: Goetghebuer T, Le Chenadec J, Haelterman E, et al. Short- and Long-term Immunological and Virological Outcome in HIV-Infected Infants According to the Age at Antiretroviral Treatment Initiation. Clin Infect Dis (2011), doi: 10.1093/cid/cir950.

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