Se han registrado unas tasas muy bajas tasas de infección tras la administración de la vacuna frente a la viruela símica, hecho que podría estar indicando un buen funcionamiento de dicha vacuna, según un estudio británico publicado en Sexually Transmitted Diseases
Durante la pasada primavera se detectó un brote de viruela símica (también conocida como viruela del mono) fuera de las zonas africanas de donde es endémica. Este hecho llevó finalmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a considerar el brote como una emergencia internacional para la salud pública e insta a los países a llevar a cabo una serie de medidas de contención (véase La Noticia del Día 25/07/2022).
La comunidad internacional actuó, en la medida de las posibilidades de cada país, de forma rápida y se movilizaron los stocks de vacunas para llegar al máximo número de personas en mayor riesgo de contraer la infección. Los diversos estudios detectaron que la mayoría de los casos de viruela símica se estaban dando en hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) con el VIH (véase La Noticia del Día 02/09/2022), por lo que se priorizó la vacunación en dicho grupo poblacional.
En este contexto, los autores del presente estudio realizaron un análisis retrospectivo de la evolución de aquellas personas vacunadas durante el presente brote con las vacunas de tipo “virus modificado de la viruela vacunoide de Ankara”, desarrolladas recientemente y mejor toleradas que la vacuna clásica frente a la viruela.
Un total de 10.068 hombres –todas ellos GBHSH- que habían recibido la vacuna entre junio y octubre de 2022 y de quienes se contaba con, al menos, registros de cuatro semanas de seguimiento fueron incluidos en el estudio. De ellos, solo 15 desarrollaron posteriormente viruela símica durante el periodo de seguimiento (lo cual representaría un 0,15% del total).
El 80% de los participantes tomaba profilaxis preexposición (PrEP, en sus siglas en inglés) al VIH y el 20% restante vivían con el VIH. Un hecho que llama la atención es que la mediana del tiempo entre la administración de la vacuna y el inicio de la sintomatología de quienes se infectaron fue solo de 4 días, lo que podría estar indicando que la vacuna no tuvo tiempo de ejercer su acción preventiva.
En la línea de lo observado en personas no vacunadas, los síntomas sistémicos fueron frecuentes, así como las lesiones cutáneas localizadas. Solo un participante precisó de hospitalización por causa de la viruela símica.
Los autores del estudio concluyeron que aunque la presentación clínica de los participantes que se infectaron tras la vacunación fue similar a la observada en personas no vacunadas, los casos de infección tras la vacunación fueron muy pocos, lo que podría apuntar hacia una buena eficacia preventiva de la vacuna. El hecho de que quienes se infectaron lo hicieran muy poco tiempo después de vacunarse también apuntaría –por lo comentado anteriormente- en la misma dirección. En todo caso, será necesario realizar estudios de mayor tamaño para verificar los hallazgos del presente estudio y poner un contexto adecuado para establecer su relevancia de cara a posibles brotes futuros. Cabe destacar que el presente brote fuera de las áreas endémicas se da –en general– por finalizado, pero es bastante probable que dicha infección pase a ser endémica en estas nuevas áreas y producir nuevos brotes en el futuro.
Fuente: CIDRAP / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Agunbiade S, Burton F, Muirhead J, Whitlock GG, Girometti N. Clinical characteristics of mpox infection in individuals who received a first dose of modified vaccinia Ankara immunisation [published online ahead of print, 2023 Jan 3]. Sex Transm Infect. 2023;sextrans-2022-055698. doi:10.1136/sextrans-2022-055698
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