El síndrome metabólico es una afección definida hace relativamente poco por la Organización Mundial de la Salud. Según esta definición, una persona tendría un cuadro de síndrome metabólico si en ella se dan diabetes mellitus, intolerancia a la glucosa o resistencia a la insulina junto con dos de las siguientes alteraciones: hipertensión arterial, niveles elevados de colesterol (hipercolesterolemia) o de triglicéridos (hipertrigliceridemia), obesidad central o abdominal o pérdida de albúmina por orina.
En España, en la población general, se calcula que un 22% de los hombres y un 19% de las mujeres presentan este síndrome. En la población VIH, se trata de un fenómeno ampliamente observado cuya prevalencia se cree que es superior a la de la población general, aunque la información es limitada. Se sabe que en las personas en tratamiento antirretroviral se puede desarrollar toda una serie de alteraciones metabólicas que pueden incrementar el riesgo cardiovascular. De hecho, las personas en las que se produce este síndrome tienen un riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular cuatro veces mayor que aquellas que no lo padecen. Sin embargo, hasta la fecha no sabemos en gran medida cuáles son las características bioquímicas de este proceso en personas que viven con VIH.
En la sesión de pósters presentados esta mañana en el XII Congreso de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que se clausura mañana en Valencia (España), dos estudios han ofrecido datos sobre la prevalencia en España del síndrome metabólico en personas con VIH en tratamiento antirretroviral.
El Hospital Clínico San Carlos de Madrid (España) ha presentado los datos de un estudio transversal en que se compara una cohorte de 146 personas con VIH en tratamiento con 156 sujetos sin VIH que se equipararon por índice de masa corporal (IMC).
El grupo de investigadores halló que las personas con VIH de su cohorte con síndrome metabólico eran de mayor edad (44,6 ± 6 frente a 39,8 años, p=0,004); presentaban un IMC superior (24,9 ± 3,8 frente a 22,9 ± 9,8 kg/m2, p=0,01) y una reducción del cociente adiponectina/leptina (-0,19 ± 0,4 frente a 0,5 ± 0,4, p=0,04); además, en las personas con VIH la resistencia a la insulina era superior (valor HOMA 5,6 ± 2,7 frente a 3,8 ± 2,2; p=0,001; insulinemia 22,9 ± 9,8 frente a 16,6 ± 9,7 ng/ml; p<0,001).
En el análisis mutivariable, se halló que la presencia de lipodistrofia y el valor de HOMA ─modelo de análisis matemático de la relación entre glucemia e insulina en ayunas─ se relacionan con el síndrome metabólico de forma independiente y estadísticamente significativa.
La prevalencia del síndrome metabólico en esta cohorte de Madrid fue mayor en personas con VIH que en los controles sin VIH (15,8% frente a 3,2, p<0,001). El desarrollo de este síndrome se asoció con lipodistrofia, edad e IMC mayores, resistencia a la insulina y reducción del cociente adiponectina/leptina.
Otro estudio transversal, llevado cabo por el Hospital General Universitario de Elche (Alicante, España), trató de estimar la prevalencia y las características del síndrome metabólico en una cohorte mediterránea de personas con VIH. La cohorte estaba formada por 210 personas con VIH, de las cuales 160 (76,19%) estaba tomando tratamiento antirretroviral: un 47,14% tomaba un régimen que contenía un no análogo de nucleósido, y un 22,8%, inhibidores de la proteasa.
Los investigadores hallaron que los niveles elevados de triglicéridos (46,6%, 98 personas) y las concentraciones bajas de colesterol HDL (o colesterol bueno) (32,38%, 98 pacientes) fueron los factores más ampliamente observados. Por otro lado, el IMC [OR (odds ratio, cociente de probabilidades) 1,40 (IC 95%), 1,21-1,62; p=0,001] y la edad se asociaron con el síndrome metabólico de manera independiente.
En esta cohorte mediterránea, la prevalencia del síndrome metabólico fue del 11,42% (IC 95% 6,89%-15,97%), tasa que para el grupo de investigadores es baja.
A la luz de los datos presentados esta mañana en el XII Congreso de la SEIMC se desprende que se necesitan más estudios de prevalencia del síndrome metabólico, con un número mayor de personas con VIH y con una extensión geográfica mucho más amplia, que permitan conocer mejor la naturaleza de este fenómeno y su alcance, con el fin de que las personas con VIH que lo padecen puedan contrarrestar y prevenir su efectos de la forma más adecuada.
Fuente: Elaboración propia.
Referencia: Estrada V., Fuster, M., Martínez Larrad, M.T., González, J. L., de Villar, N.G.P., Zabena, C., Fernández, C. y Serrano-Ríos, M., “Síndrome metabólico en pacientes con infección VIH en tratamiento antirretroviral”, Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, vol. 24, Especial XII Congreso SEIMC, Valencia, 10-13 de junio 2006, abstract 352.
Bernal, E., Masià, M., Gutiérrez, F., Padilla, S., Ramos, J.M., Escolano, C., Romero Crespo, I y Martín-Hidalgo, A., “Prevalencia y características del síndrome metabólico en pacientes infectados por el VIH en una cohorte del área mediterránea”, Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, vol. 24, Especial XII Congreso SEIMC, Valencia, 10-13 de junio 2006, abstract 356.
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