GeSIDA 2017: Se observa una mayor incidencia de eventos cardiovasculares y óseos en mujeres con el VIH de 50 años o más

Marta Villar
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Sin embargo, el efecto de la edad sobre la mortalidad es mayor en el caso de los hombres con el VIH del mismo grupo de edad

Un estudio español ha hallado que las mujeres con el VIH de 50 años o más presentan una mayor incidencia de eventos cardiovasculares y óseos que los hombres seropositivos de la misma edad; sin embargo, en estos últimos, el efecto de la edad sobre la mortalidad es mayor que en las mujeres seronegativas del mismo grupo etario. Estas son las principales conclusiones de un análisis realizado por investigadores de la cohorte de la Red de Investigación en Sida (CoRIS) y cuyos resultados  fueron presentados a finales de noviembre en el IX Congreso Nacional del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) celebrado en Vigo (España).

Desde la llegada del Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA), la esperanza de vida de las personas con el VIH ha aumentado de manera espectacular, de tal manera que, en la actualidad, en países de nuestro entorno, se aproxima a la de la población general (véase La Noticia del Día 15/05/2017). Sin embargo, esta mayor longevidad  de los pacientes con el VIH ha traído consido un aumento de las comorbilidades asociadas a la edad que, por lo general, suelen producirse antes y de forma más frecuente que en las personas sin el VIH de la misma edad.

El envejecimiento de la población con el VIH se ha convertido en un tema de interés para la investigación y la atención sanitaria. Los estudios observacionales que realizan un seguimiento clínico e epidemiológico de pacientes  con el VIH van dando cuenta de forma puntual del aumento del número de pacientes  que superan ya los cincuenta años. Los expertos hablan de ‘edad avanzada para referirse a pacientes con el VIH de 50 años o más y ‘paciente mayor’ para hablar de personas seropositivas de  65 años o más.

CoRIS es una cohorte prospectiva, multicéntrica y abierta de pacientes adultos con el VIH. En la actualidad cuenta con la participación de 33 centros sanitarios públicos de 13 Comunidades Autónomas españolas. El objetivo de la CoRIS es recopilar información de los pacientes con el VIH para estudiar las características epidemiológicas, la progresión de la infección y sus determinantes y la respuesta al tratamiento y los factores que influyen en ella.

En el análisis presentado en el congreso de GeSIDA, los investigadores de la CoRIS quisieron describir la distribución de edad de los participantes en la cohorte en cada  grupo de edad desde 2004 a 2015 según sexo, y estudiar las diferencias en el patrón de morbimortalidad según sexo y grupo de edad.

El análisis incluyó los datos de 10.998 pacientes con el VIH de los cuales el 83,8% eran hombres. La media de edad al comienzo del seguimiento era de 36 años. El 59% del total de la muestra eran hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con otros hombres (HSH). El 15% de los participantes había sido diagnosticado en fase sida antes de iniciar el tratamiento antirretroviral. El recuento mediano de células CD4 fue de 391 células/mm3 (rango intercuartil: 209 – 590 células) /mm3.

Los resultados muestran que, en el año 2004, el 6,8% de las mujeres y el 9,6% de los hombres tenían 50 años o más. Sin embargo, en 2015, este porcentaje ascendió al 21,4% en el caso de las mujeres y el 26,2% en los hombres, lo que muestra el envejecimiento de la población del estudio.

Por lo que respecta a la distribución de comorbilidades en los pacientes de 50 años o más, el análisis reveló que el 30% tenía problemas neuropsiquiátricoså; el 18%, enfermedades óseas; un 17%, afecciones renales; un 12%, eventos cardiovasculares; un 12%, problemas metabólicos; un 9%, condiciones hepáticas; y 2%, comorbilidades infecciosas.

El análisis halló un aumento en la incidencia de todas las comorbilidades estudiadas en el grupo de pacientes de 50 años o más en comparación con los participantes en la cohorte de menos de 50 años. También se observaron diferencias en la incidencia de las diferentes comorbilidades según el sexo siendo esta mayor para los eventos cardiovasculares y óseos en mujeres de  50 años o más de edad que en los hombres del mismo grupo de edad.

Asimismo, también se observaron tasas de mortalidad superiores en los participantes de 50 años o más de edad que en los participantes de menor edad. Aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa, el efecto de la edad sobre la mortalidad fue mayor en los hombres (razón de tasas ajustada: 2,3) que en las mujeres (razón de tasas ajustada: 1,7).

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto que la presencia de comorbilidades y la incidencia de la mortalidad en las personas con el VIH se incrementa con la edad, observándose diferencias entre los pacientes de acuerdo con el sexo. Este estudio subraya la necesidad, una vez más, de implementar un plan individualizado de atención al paciente crónico con el VIH que incluya programas preventivos de comorbilidades y el cribado de los tumores no asociados a sida más prevalentes.

Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia:
Alejos B, Hernando V, Del Amo J, et al. Envejecimiento de las personas que viven con VIH en España: diferencias por sexos. IX Congreso Nacional de GeSIDA y XI Reunión Docente de la RIS. Vigo (Pontevedra), 28 de noviembre- 1 de diciembre de 2017. Abstract P-054.

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