Es bien conocido que la probabilidad de transmisión del VIH por las diferentes vías (parenteral, sexual o vertical) aumenta cuanto más elevada sea la carga viral de la persona, algo que, por lo general, tiene que ver con el momento de evolución de la enfermedad. Dos estudios recientes han profundizado en la relacióna entre el estadio de la infección, la carga viral en sangre y en semen, y el riesgo de transmisión sexual del VIH.
Un equipo dirigido por el doctor Hollingsworth, del Imperial College de Londres (Reino Unido), ha usado un modelo matemático para calcular las diferentes probabilidades de transmisión del virus, así como la duración de los periodos de mayor infectividad, durante la infección por VIH aguda, asintomática y avanzada entre parejas heterosexuales serodiscordantes en Rakai (Uganda).
Según el estudio, publicado el pasado 1 de septiembre en Journal of Infectious Diseases, las personas en la fase de infección aguda podrían tener unas 26 veces más capacidad de transmitir el virus que durante la etapa asintomática. Por su parte, se calcula que, durante la infección avanzada, esta posibilidad es unas 7 veces más elevada que en el estadio asintomático.
A partir del modelo empleado, el alto grado de infectividad observado durante la fase aguda duraría, aproximadamente, tres meses después de la seroconversión, mientras que durante la fase de infección avanzada se concentraría entre los 19 y 10 meses previos al fallecimiento.
En sus conclusiones, los investigadores afirmaron: “La infección por VIH en sus fases aguda y avanzada es más infectiva de lo que se pensaba anteriormente, aunque por periodos de tiempo más cortos”. Y añadieron: “En una población homogénea, normalmente la fase asintomática de la infección, debido a su mayor duración, contribuirá más a la transmisión del virus a lo largo de la vida de una persona con VIH”.
En un segundo estudio, publicado en el número de octubre de 2008 de AIDS Research and Human Retroviruses, el equipo de la doctora Stekler, de la Universidad de Washington en Seattle (EE UU), evaluó la dinámica del virus en el semen durante la infección aguda por VIH.
En la investigación, se recogieron un total de 327 muestras de semen de 110 hombres que recibieron atención médica en la consulta de infección aguda de la Universidad de Washington entre 1993 y 2005. El ARN del VIH en el plasma seminal se cuantificó por medio de una reacción en cadena de la polimerasa (PCR, en sus siglas en inglés) en tiempo real, mientras que el ARN viral en el plasma sanguíneo se midió usando pruebas de ADN ramificado (bADN) o PCR.
Los autores encontraron que los niveles iniciales de virus y semen en hombres no tratados sólo se correlacionaban de forma moderada (coeficiente de correlación de Spearman, r= 0,38; p= 0,0002). Los niveles virales máximo y estabilizado fueron más bajos en el semen que en la sangre: 0,8 y 0,7log10 copias/mL, respectivamente (ambos p <0,001).
La tasa de disminución del ARN viral fue similar en la sangre y en el semen (p= 0,4). Sin embargo, a los dos meses de haberse producido la infección, la carga viral media en el fluido seminal permaneció por encima del umbral –3,8log10 copias/mL– que se ha asociado con la recuperación del virus infectivo in vitro.
Como indican los investigadores, “los hombres con VIH son propensos a tener una mayor capacidad de infección durante los primeros meses tras contraer el virus”. Y añadieron: “No obstante, la modesta relación entre el ARN viral en sangre y en semen sugiere que el riesgo relativo de transmisión del VIH durante la infección aguda puede diferir de las estimaciones actuales, que se basan únicamente en los niveles del virus en sangre”.
En sus conclusiones, los autores resaltaron que “incorporar los niveles del VIH presentes en el plasma seminal en futuros modelos matemáticos puede aumentar la precisión de dichos modelos”.
Tras haber asistido a lo largo de 2008 a una intensa polémica motivada por la llamada declaración suiza (véanse, por ejemplo, La Noticia del Día 31/01/08 y 05/09/08), conviene recordar que, si bien una carga viral indetectable significa un menor riesgo de transmitir el virus, esta menor probabilidad no debe entenderse como una ausencia total de riesgo.
Fuente: HIVandHepatitis / Elaboración propia.
Referencias: Hollingsworth TD, Anderson RM, and Fraser C. HIV-1 Transmission, by Stage of Infection. J Infect Dis. September 1, 2008;198(5): 687-693.
Stekler J, Sycks BJ, Holte S, et al. HIV Dynamics in Seminal Plasma during Primary HIV Infection. AIDS Research and Human Retroviruses. October 2008; 24(10): 1.269-1.274.
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