Un estudio en el que se revisaron los registros médicos de personas atendidas por el sistema sanitario de EE UU para los veteranos del ejército –publicado en Diabetes Care– ha concluido que curar la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) con antivirales de acción directa (DAA, en sus siglas en inglés) mejoraría el control de la diabetes mellitus de tipo 2 en aquellas personas con la forma más grave de dicha patología.
La infección por el VHC incrementa de forma destacada el riesgo de desarrollar diabetes mellitus de tipo 2 en aquellas personas que acumulan ya algunos factores de riesgo de padecerla, tales como tener un índice de masa corporal (IMC) elevado o una edad más avanzada. De hecho, un estudio ya detectó que en este segmento poblacional la hepatitis C incrementaría siete veces el riesgo de padecer diabetes.
La diabetes mellitus de tipo 2 se desarrolla como consecuencia de una pérdida del control de los niveles de glucosa. El cuerpo produce insulina para promover la captación de glucosa como fuente de energía por parte de las células del organismo. La resistencia a los efectos de la insulina puede desarrollarse por falta de ejercicio, dietas altas en azúcares y obesidad. La hepatitis C crónica promueve la resistencia a la insulina a través de diversos efectos metabólicos en los hepatocitos, como por ejemplo la acumulación de compuestos oxidados reactivos o por el estrés al que se somete a un orgánulo celular (el retículo endoplasmático).
Aunque estudios previos mostraron que la resistencia a la insulina disminuye en personas que lograron curar su infección por el VHC con tratamientos basados en interferón (véase La Noticia del Día 06/02/2017), ningún estudio de dimensiones importantes ha evaluado todavía qué sucede a este nivel cuando la persona se cura con DAA.
Para obtener esta información los autores del presente estudio evaluaron los registros de diversas clínicas del sistema sanitario de EE UU para los veteranos del ejército en Portland y Seattle. Concretamente se centraron en aquellas personas que habían recibido tratamiento frente al VHC con DAA entre enero de 2014 y octubre de 2015.
Un total de 12.020 personas sin experiencia en tratamientos contra el VHC fueron tratadas exclusivamente con DAA (sin interferón pegilado ni ribavirina) durante este período.
Un total de 2.435 personas tratadas con DAA tenían diabetes mellitus de tipo 2 antes de iniciar el tratamiento, de las que 2.180 lograron respuesta virológica sostenida a las 12 semanas de finalizar el tratamiento (RVS12, sinónimo de curación).
Los investigadores evaluaron los cambios en los niveles de hemoglobina glicosilada (HbA1c, un biomarcador sanguíneo de las oscilaciones en los niveles de glucosa y, por tanto, del control del organismo sobre estos) y los cambios en la medicación para controlar la glucemia tomada durante el seguimiento.
La población del estudio estaba formada en su práctica totalidad por hombres (el 97,5%), con una edad promedio de 62 años y un IMC medio de 30,2 (obesidad de grado 1). El 99,3% de los participantes tenía genotipo 1 del VHC, el 43,6% eran de etnia negra y el 38,3% eran de etnia blanca.
El 54,5% de las personas que no obtuvieron RVS12 tenían cirrosis hepática, mientras que entre quienes se curaron dicho porcentaje era del 35,3%.
En la misma línea, el 20% de las personas que no alcanzaron RVS12 y el 9% de aquellas que sí que la obtuvieron tenían cirrosis hepática descompensada.
El 49,8% de las personas que no obtuvieron RVS12 y el 41,3% de quienes se curaron necesitaban utilizar insulina para el control de su diabetes.
En general, no se observaron diferencias significativas en los cambios de los niveles de HbA1c entre quienes se curaron y quienes no lograron RVS12, pero al centrarse en el subgrupo de participantes con mayores niveles de HbA1c al inicio del estudio (aquellas personas en las que dichos niveles se encontraban por encima del 7,2%) sí que se observó una mayor reducción entre quienes se curaron (del 0,98%) que entre quienes no lo hicieron (del 0,34%) (p= 0,02).
Para poner en contexto el hallazgo, una reducción del 1% en los niveles de HbA1c supondría una reducción sustancial del riesgo de padecer infarto de miocardio, insuficiencia renal y retinopatía, entre otras patologías.
Aunque no se hallaron diferencias entre los participantes en lo relativo a los cambios en la medicación para el control de la diabetes, entre aquellas personas con HbA1c por debajo del 7,2% al inicio del estudio se observó que mientras que el uso de insulina aumentó entre quienes no se curaron, entre quienes lograron RVS12 dicho uso disminuyó (diferencia del 6,1%; p= 0,03).
Los resultados del presente estudio apuntan hacia una clara mejora del control de la diabetes al curar la infección por VHC, en la línea de lo ya observado en el pasado con los tratamientos basados en interferón y ribavirina. Ello añadiría evidencias científicas a las consecuencias beneficiosas de curar la hepatitis C con DAA para ayudar a contrarrestar las dudas generadas por una controvertida revisión sistemática publicada recientemente al respecto (véase La Noticia del Día 26/06/2017).
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Hum J et al. Improvement in glycemic control of type 2 diabetes after successful treatment of hepatitis C virus. Diabetes Care, advance online publication, 28 June 2017.
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