Buenas tasas de efectividad tras el cambio a la biterapia con dolutegravir/lamivudina

Sin embargo, tener historial de fracasos virológicos y determinadas mutaciones de resistencia aumentaría el riesgo de que dicha biterapia no funcionase adecuadamente

Francesc Martínez
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Dos estudios publicados en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes y Open Forum Infectious Diseases, respectivamente, han concluido que, aunque el cambio de tratamiento antirretroviral a la biterapia con dolutegravir/lamivudina (Dovato®, también por separado como Tivicay® y especialidad farmacéutica genérica [EFG], respectivamente) sería una opción efectiva, en personas con un historial de fracasos virológicos y determinadas mutaciones de resistencia no sería, a priori, una estrategia terapéutica adecuada.

La llegada de las biterapias ha permitido reducir la carga farmacológica a muchas personas con el VIH, lo que se traduce en un menor riesgo de efectos adversos y una mayor tolerabilidad. Sin embargo, ya desde hace algún tiempo algunos estudios han apuntado que las biterapias no funcionarían tan bien en entornos reales como lo hacían en los ensayos clínicos (véase La Noticia del Día 07/06/2021). Para arrojar un poco más de luz sobre este asunto, se pusieron en marcha dos estudios observacionales por parte de sendos equipos de investigadores italianos.

El primero de ellos investigó factores de riesgo de fracaso virológico en 669 personas en estado de supresión virológica que cambiaron a biterapia basada en dolutegravir y lamivudina. El 71% de los participantes eran hombres, el 91% de etnia blanca y la edad de los participantes oscilaba entre los 45 y los 49 años.

En el estudio se definió fracaso virológico como alcanzar una carga viral superior a 200 copias/mL en una dterminación o una carga viral superior a 50 copias/mL en dos determinaciones consecutivas.

Tras tres años de seguimiento, un total de 23 personas experimentaron fracaso virológico, lo que se tradujo en una probabilidad de fracaso del 1,6% en el primer año, del 4,0% en el segundo y del 5,4% en el tercero.

Al buscar factores de riesgo de fracaso virológico, los investigadores hallaron que las mutaciones M184V/I incrementaban tres veces el riesgo de fracaso virológico tras el cambio a dolutegravir/lamivudina. El efecto negativo de las mutaciones M184 se reveló sinérgico con las mutaciones asociadas a los análogos de la timidina (TAM, en sus siglas en inglés). Cuando los participantes tenían VIH con la mutación M184V/I junto a alguna TAM el riesgo de experimentar fracaso virológico era 4,5 veces superior al observado en ausencia de dichas mutaciones.

Por otro lado, sin tener en cuenta las mutaciones de resistencia, las personas con historial de fracaso virológico en tratamientos que incluían inhibidores de la integrasa presentaban un riesgo de fracaso virológico 6 veces mayor al observado en personas sin dicho historial. Ello, a juicio de los investigadores, indicaría que dicho historial sería un factor de mala adherencia al tratamiento, algo especialmente importante cuando se está en biterapia, pues dicho régimen –en principio– es menos potente para soportar el impacto de una mala adherencia que una terapia triple.

El segundo estudio contó con la participación de una cohorte de 785 personas en supresión virológica que cambiaron a un tratamiento formado por dolutegravir/lamivudina. El 71% de la cohorte estaba formada por hombres con edades comprendidas entre los 45 y los 58 años.

En este caso, la definición de fracaso virológico fue cualquier determinación aislada de la carga viral superior a 1.000 copias/mL o dos determinaciones consecutivas superiores a 50 copias/mL. Tras 5 años, un total de 18 personas experimentaron fracaso virológico. Ninguna de ellas desarrolló mutaciones de resistencia conocidas. La probabilidad de fracaso virológico fue del 1,5% en el primer año, del 2,3% en el segundo, del 3,1% tras el tercero y del 3,6% tras cuatro años y medio.

Al evaluar los factores de riesgo de fracaso virológico, los investigadores no observaron diferencias en función de las mutaciones de resistencia M184V/I por sí solas, aunque sí observaron un impacto de dichas mutaciones en personas con menos de 7 años de supresión virológica. Los investigadores, como en el estudio anterior, hallaron que un historial de fracaso virológico aumentaba el riesgo de repetir dicho fracaso tras cambiar a dolutegravir/lamivudina.

Los presentes estudios muestran unos buenos niveles de eficacia de la biterapia dolutegravir/lamivudina en dos cohortes de personas con el VIH que permiten evaluar el uso de la biterapia de forma rutinaria fuera del contexto de un ensayo clínico. Tener un historial de fracaso virológico y la presencia de determinadas mutaciones de resistencia deberían, a la luz de los presentes estudios, ser factores que deberían ser tenidos en cuenta antes de optar por un cambio a dicha biterapia.

Fuente:Aidsmap / Elaboración propia (gTt).

Referencias:Borghetti A et al. Nucleoside reverse-transcriptase inhibitor resistance mutations predict virological failure in human immunodeficiency virus-positive patients during lamivudine plus dolutegravir maintenance therapy in clinical practice. Open Forum Infectious Diseases 8: 1–5. 2021.DOI: 10.1093/ofid/ofab103

Ciccullo A et al. Five Years With Dolutegravir Plus Lamivudine as a Switch Strategy: Much More Than a Positive Finding. Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes 88: 234–237. 2021. DOI: 10.1097/QAI.0000000000002787

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