AIDS 2012: Se anuncian dos nuevos casos de posible curación del VIH tras realizar un trasplante de células madre

Los expertos afirman que es necesario efectuar más pruebas y advierten que aún es pronto para sacar conclusiones definitivas

Miguel Vázquez
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En el transcurso de la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida (AIDS 2012), celebrada el mes de julio en la ciudad de Washington (EE UU), los doctores Kuritzkes y Henrich realizaron una presentación en la que describieron el caso de dos hombres cuya carga viral del VIH en su organismo descendió a niveles indetectables después de someterse a un trasplante de células madre para tratar un linfoma. A pesar de la cautela con la que presentaron los datos estos doctores, muchos medios de comunicación anunciaron que se habían producido otras dos curaciones del VIH, tras el famoso caso de Timothy Brown (conocido popularmente como el “paciente de Berlín”).

Brown se sometió a dos trasplantes de células madre (procedentes de un donante que presentaba una mutación poco habitual que hace que las células CD4 tengan resistencia a la infección por VIH), junto con un tratamiento intensivo de quimioterapia y radioterapia para tratar su leucemia. Gracias al trasplante, se generó una nueva generación de células CD4 sin el receptor CCR5 que reemplazó las células de Brown y, tras cinco años, sigue sin necesitar tratamiento antirretroviral y no muestra signos de la presencia de VIH con capacidad de replicación en ninguna de las muestras de sangre y tejido intestinal que se le han tomado. Obviamente, este procedimiento entraña un elevado riesgo de muerte y no se haría si no estuviera en juego la vida del paciente debido a la leucemia, pero el caso del paciente de Berlín constituye una prueba de concepto de que es posible obtener una cura funcional del VIH (véase el artículo de Lo+Positivo y La Noticia del Día 25/06/2012).

En los casos presentados en AIDS 2012, los dos hombres recibieron un diagnóstico de linfoma y fueron sometidos a quimioterapia, aunque de menos intensidad que en el caso de Brown (y tampoco recibieron radiación en todo el cuerpo), y a un trasplante de médula con células madre. Sin embargo, a diferencia del caso de Brown, los donantes tenían linfocitos CD4 que sí portaban el correceptor CCR5. Otra de las diferencias con el paciente de Berlín fue que el régimen de tratamiento menos tóxico les permitió seguir con su régimen antirretroviral sin interrumpirlo durante y después del proceso de trasplante. Además, los dos pacientes fueron tratados con fármacos inmunosupresores tras su trasplante después de experimentar síntomas de rechazo.

Durante el período de seguimiento tras la intervención, se fueron tomando muestras de sangre que, al ser analizadas, revelaron varios datos alentadores. Por un lado, los niveles de VIH capaz de replicarse se hicieron demasiado pequeños para poder determinarlos de forma precisa, en comparación con lo que se observa usualmente en personas que reciben tratamiento antirretroviral (menos de media copia por mm3 de plasma sanguíneo frente a 1-2 copias/mm3, de forma respectiva).

En cuanto al ADN viral dentro de las muestras de sangre, los doctores afirmaron que se detectó la presencia de este material genético del VIH en los meses siguientes al trasplante, pero con el tiempo se hizo indetectable (200 días más tarde en un caso y 300, en el otro). De hecho, los esfuerzos por reproducir el virus en muestras tomadas en los días 1.266 y 652, respectivamente, resultaron infructuosos.

Por último, aunque los niveles de anticuerpos del VIH siguen siendo detectables en ambos pacientes, se apreció que descendieron de forma notable alrededor de 200 días después de los trasplantes.

Pese a que en estos dos nuevos casos las células sí tenían el correceptor CCR5, al reemplazar las células viejas parece ser que se eliminó un reservorio de VIH latente y los antirretrovirales consiguieron proteger de la infección a las nuevas células. Los investigadores lo compararon con una forma de profilaxis preexposición [PPrE] a nivel celular.

Según los científicos, estos datos resultan alentadores ya que sugieren que se ha producido una reducción notable y sostenida del reservorio corporal del VIH, pero también señalan que aún quedan muchas incógnitas por resolver antes de poder afirmar de forma definitiva que están curados. Por ejemplo, todavía no se han tomado muestras de tejido y se espera que su análisis permita valorar hasta qué punto se ha reducido el reservorio de VIH tras el trasplante de células madre.

Fuentes: Aidsmap / Aidsmeds.
Referencia: Henrich TJ, Sciaranghella F, Li JZ, et al. Long-term reduction in peripheral blood HIV-1 reservoirs following reduced-intensity conditioning allogeneic stem cell transplantation in two HIV-positive individuals. XIX International AIDS Conference (AIDS 2012). Washington, DC, July 22-27, 2012. THAA0101 – Oral Abstract.

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