Las personas con VIH o ITS tienen más probabilidad de tener otros contactos con VIH sin diagnosticar

Miguel Vázquez
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Un estudio realizado en Malaui concluye que esto podría ser útil para implementar estrategias de detección de casos no diagnosticados en determinadas poblaciones

La estrategia de preguntar a las personas recién diagnosticadas de VIH (o de una infección de transmisión sexual [ITS]) sobre posibles personas de su red de contactos que puedan precisar un análisis de VIH/ITS constituye un modo eficaz de detectar infecciones no diagnosticadas, según concluye un estudio realizado en Malaui y publicado en la edición digital de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes. Los autores afirmaron que con este enfoque se detectó un nuevo caso de infección por VIH por cada 8-10 personas de la lista de contactos, una eficacia muy superior a la realización de la prueba de forma aleatoria entre la población.

Malaui es un país con una elevada tasa de prevalencia del VIH en adultos (en torno al 11%), pero la tercera parte de estas personas ignora que tiene la infección, por lo que los diagnósticos de los casos sin diagnosticar constituye una prioridad de salud pública nacional.

En consecuencia, un equipo de investigadores internacionales decidió llevar a cabo un estudio en el que se puso a prueba una estrategia para detectar nuevos casos de VIH a través de los contactos sociales de las personas recién diagnosticadas. En el ensayo se inscribieron personas que acudían a la clínica de ITS del Hospital Central de Kamuzu en Lilongwe (Malaui), que fueron divididas en 2 grupos (de 45 personas cada uno). El primer grupo estuvo compuesto por personas recién diagnosticadas de VIH, mientras que en el segundo las personas tenían una ITS, pero no VIH.  Por su parte, se estableció un tercer brazo, de control, compuesto también por 45 personas, pero inscritas entre la población general.

Todas las personas participantes tenían entre 18 y 45 años (media de 27 años) y casi dos tercios eran mujeres. Se pidió a los participantes que contactaran con hasta cinco personas con las que se relacionasen social o sexualmente para ser sometidas a un examen de salud sexual.

En el estudio se contactó con 244 personas de la red social de los participantes (media de edad: 28 años y 64% mujeres). Casi un 70% de las personas inscritas en la comunidad aportaron al menos un contacto, frente al 53% de las personas en el grupo de ITS y el 47% de los componentes del grupo con VIH.
 
Casi dos tercios de las personas de contacto eran amigas o vecinas de las participantes en el estudio, el 18% eran familiares, el 11% personas con las que mantenían relaciones sexuales (principalmente cónyuges) y el 8% eran otro tipo de contactos distinto a los mencionados.

La prevalencia de VIH fue tres veces superior entre los contactos de las personas del grupo con VIH que entre los contactos del grupo de control
(31% frente a 11%). Los contactos de las personas de los grupos de VIH e ITS fueron más propensas a tener una ITS (29 y 19% de forma respectiva) que los contactos del grupo de control (9%).

En el transcurso del estudio se produjeron 20 diagnósticos de VIH y siete de estas personas eran contactos del grupo de VIH, siete eran contactos del grupo de ITS y las seis restantes eran personas de contacto de los participantes en el grupo de control. Al tener en cuenta el número total de contactos procedente de cada grupo, esto equivale a un diagnóstico por cada ocho contactos en el grupo de VIH, un diagnóstico por cada diez contactos en el grupo de ITS y un diagnóstico por cada dieciocho contactos en el grupo de control

En cuanto a los diagnósticos de ITS, se produjo uno por cada seis contactos del grupo de VIH
, uno por cada cuatro contactos del grupo de ITS y uno por cada once contactos del grupo de control.

Los autores consideran que esto demuestra que incluso en una epidemia generalizada de VIH, el virus no está distribuido de forma homogénea, sino que tiende a formar clústeres en redes sociales.  Por tanto, en su opinión, esto podría aprovecharse en las políticas de cribado y realización de pruebas del VIH, ya que esta estrategia podría convertirse en un importante modo de identificar nuevos casos de VIH en poblaciones que hasta el momento parecen ser difíciles de acceder.

Fuente: Aidsmap/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Rosenberg NE et al. STI patients are effective recruiters of undiagnosed cases of HIV: results of a social contact recruitment study in Malawi. J Acquir Immune Defic Syndr, online edition. DOI: 10.1097/000000000000066, 2013.

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