Según los resultados de un estudio publicado en la edición digital del 4 de enero de la revista Nature, varios regímenes tipo inducción-refuerzo de vacunas contra el virus de la inmunodeficiencia símica (VIS, el equivalente en monos al VIH) han demostrado ser capaces de proporcionar una protección parcial frente a la infección por una cepa virulenta y difícil de neutralizar de dicho virus que, además, era diferente de la que se utilizó en la elaboración de la vacuna.
Los responsables de esta investigación, que ha sido cofinanciada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU (NIAID, en sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de dicho país, valoran muy positivamente sus resultados, ya que supondría un escenario similar a lo que cabría esperar en el caso de que las personas se vacunaran contra el VIH si existiera una vacuna.
Los regímenes de vacunación experimental redujeron en un 80-83% la probabilidad de que los animales se infectaran tras ser expuestos al VIS, en comparación con un régimen de vacunación con placebo. Además, en el caso de los monos que sí adquirieron el virus pese a haber sido vacunados, se observó una reducción notable de la carga viral de VIS en sangre, en comparación con los animales de control.
El mejor factor de predicción de la protección frente al VIS en los monos vacunados fue la presencia de unos anticuerpos que tienen como diana la proteína Env de superficie del virus. Este hallazgo viene a respaldar las hipótesis planteadas hasta la fecha para explicar el motivo por el que funcionó la vacuna probada en el ensayo tailandés RV144 (véase La Noticia del Día 30/09/2009). Los resultados de dicho estudio supusieron la primera prueba de eficacia de una vacuna contra el VIH en humanos -aunque el grado de protección fue moderado- y, en la revisión de sus resultados, se comprobó que uno de los factores relacionados de forma significativa con la protección frente al VIH fue la presencia de los anticuerpos conocidos como inmunoglobulina G (o IgG), que se unen a la proteína de la superficie externa del virus conocida como Env (véase ‘Más sorpresas procedentes del ensayo RV144’, del VAX de septiembre de 2011).
Este nuevo estudio también ofrece una sólida prueba de que el mecanismo de prevención de infecciones del sistema inmunitario difiere de forma significativa del empleado para controlar la replicación viral.
Estos resultados positivos han dado lugar a que ya haya planes en marcha para llevar a cabo los primeros ensayos clínicos en humanos de una versión adaptada de una de las combinaciones de vacunación tipo inducción-refuerzo empleada en el estudio.
Fuente: ScienceDaily / Elaboración propia.
Referencia: Barouch DH, Liu J, Li H, et al. Vaccine protection against acquisition of neutralization-resistant SIV challenges in rhesus monkeys. Nature, 2012; DOI: 10.1038/nature10766.
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