La efectividad de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) se ve contrapuesta, en muchas ocasiones, por la aparición de efectos adversos derivados del propio tratamiento o por complicaciones de la propia infección por VIH que no mejoran con la terapia. Uno de estos casos, en el que puede estar implicado tanto el tratamiento como el propio virus, es la aparición de osteoporosis. Esta enfermedad ósea se produce, sobre todo, en personas que han estado tomando terapia antirretroviral durante mucho tiempo tras muchos años de infección. En estos casos, el diagnóstico precoz de la enfermedad se revela como un factor importante de cara a la mejora en la calidad de vida de las personas con VIH mediante la reducción de las fracturas óseas y demás consecuencias de la osteoporosis.
Un estudio, realizado en Italia con pacientes que llevaban más de 5 años bajo tratamiento antirretroviral, ha investigado la utilidad de las densitometrías óseas, los niveles de vitamina D y diferentes marcadores séricos como indicadores de osteoporosis.
Un total de 68 pacientes (55 hombres y 13 mujeres) con una edad media de 41 años participaron en el estudio. Según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 13,2% de los pacientes tenía osteoporosis. La mayoría de ellos (un 81,25%) presentó deficiencia de vitamina D [25(OH)D)<18 ng/mL], con hiperparatiroidismo secundario hasta en un 26% de los casos. La deficiencia de vitamina D promueve el hiperparatiroidismo, que a su vez incrementa la resección ósea por medio de unas células llamadas osteoclastos, causa que puede estar detrás de la disminución de la densidad mineral ósea (DMO) y la subsiguiente osteoporosis. Los niveles séricos de osteoprotegerina (OPG) se mostraron inversamente asociados con la pérdida de masa ósea, lo que indica que se trata de un parámetro osteoprotector. Por otra parte, la osteocalcina o proteoglicano óseo (BPG, en sus siglas en inglés), la fosfatasa alcalina y el cociente lisilpiridinolina/creatinina estuvieron directamente asociados con la disminución ósea.
Debido a la naturaleza del tipo de pérdida ósea descrito por el estudio, las técnicas densitométricas basadas en rayos X, siendo la más precisa la absorciometría dual de rayos X (DEXA, en sus siglas en inglés), se muestran ineficaces en la evaluación del riesgo de presentar fragilidad ósea. De esta manera, los marcadores séricos descritos fueron sugeridos por el estudio como los de mayor utilidad en el pronóstico de la osteoporosis y la fragilidad ósea en pacientes con VIH bajo tratamiento antirretroviral.
Fuente: NATAP/Elaboración propia.
Referencia: Seminari E, Castagna A, Soldarini A, Galli L, Fusetti G, Dorigatti F, et al. Osteoprotegerin and bone turnover markers in heavily pretreated HIV-infected patients. HIV Med. 2005 May; 6(3):145-150.
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