Un estudio presentado en la Semana de las Enfermedades Infecciosas (IDWeek 2021), celebrada la semana pasada de modo virtual debido a la pandemia de la COVID-19 (acrónimo en inglés de enfermedad por coronavirus 2019) ha hallado bajas tasas de diabetes e hipertensión durante 3 años de tratamiento con tres de las principales pautas antirretrovirales de primera línea: bictegravir/emtricitabina/tenofovir alafenamida (Biktarvy®), dolutegravir/abacavir/lamivudina (Triumeq®) y la combinación de dolutegravir (Tivicay®) y tenofovir alafenamida/emtricitabina (Descovy®).
Las incidencias detectadas de dichos problemas metabólicos no difirieron de forma destacable entre los tres regímenes comparados, aunque en el plano negativo se observó que el porcentaje de personas con un índice de masa corporal (IMC) normal fue disminuyendo durante los tres años analizados a la par que aumentaban los casos de sobrepeso y obesidad entre los participantes.
Los problemas metabólicos tales como obesidad, diabetes y anomalías en los niveles de lípidos contribuyen a mayores tasas de patologías cardiovasculares entre personas con el VIH que en la población general. Controlar adecuadamente los diversos parámetros metabólicos por medio de analíticas y conocer de antemano qué papel puede tener el tratamiento antirretroviral seleccionado puede ayudar notablemente a reducir el riesgo de aparición de las enfermedades cardiovasculares.
Para arrojar un poco más de luz sobre este asunto, los autores del estudio recopilaron los datos metabólicos de 2 grandes estudios de fase 3 de 144 semanas de duración: el estudio 1489 (que comparó bictegravir/emtricitabina/tenofovir alafenamida con dolutegravir/abacavir/lamivudina) y el estudio 1490 (que comparó bictegravir/emtricitabina/tenofovir alafenamida con dolutegravir combinado con tenofovir alafenamida/emtricitabina).
Los dos estudios acumularon la participación de 1.274 personas con el VIH sin experiencia en tratamientos: 634 recibieron bictegravir/emtricitabina/tenofovir alafenamida, 315 dolutegravir/abacavir/lamivudina y 325 dolutegravir junto a tenofovir alafenamida/emtricitabina. El 90% de los participantes eran hombres, el 33% de etnia negra y el 25% eran latinoamericanos. La mediana de la edad al inicio era de 33 años.
En el estudio 1489, las tasas anteriores al tratamiento de la diabetes y la hipertensión fueron del 4,5% y el 12,1%; respectivamente. En el estudio 1490, dichas tasas fueron del 6,8% y el 18,8%; respectivamente.
En personas que recibieron bictegravir/emtricitabina/tenofovir alafenamida, las tasas de diabetes e hipertensión detectadas tras iniciar el tratamiento fueron en el estudio 1489 del 0,7% y el 10%, respectivamente, y, en el estudio 1490, del 2,1% y el 5,8%, respectivamente.
En el caso de dolutegravir/abacavir/lamivudina, las tasas de diabetes e hipertensión tras iniciar el tratamiento fueron de 1,3% y el 6,9%; respectivamente. En el caso de dolutegravir/emtricitabina/tenofovir alafenamida, las tasas de diabetes e hipertensión tras iniciar el tratamiento fueron de 2,3% y el 6,5%; respectivamente. Ninguna de las diferencias observadas entre los regímenes comparados fue estadísticamente significativa.
Antes de iniciar el tratamiento, la relación colesterol total/colesterol HDL se mantuvo en alrededor de 3,7 en todos los grupos analizados. Tras 144 semanas de tratamiento, dicha relación se mantuvo estable en personas con bictegravir/tenofovir alafenamida/emtricitabina y mejoró ligeramente (disminuyó) en los grupos con dolutegravir/abacavir/lamivudina y dolutegravir/tenofovir alafenamida/emtricitabina.
Tras las 144 semanas de tratamiento, el IMC aumentó con bictegravir/tenofovir alafenamida/emtricitabina en 1,3 Kg/m2 y en 1,4 Kg/m2 en los estudios 1489 y 1490, respectivamente. En el caso de dolutegravir/abacavir/lamivudina y dolutegravir/tenofovir alafenamida/emtricitabina, dichos aumentos fueron de 1,1 Kg/m2 y en 1,7 Kg/m2; respectivamente.
De forma destacable, los aumentos del IMC en mujeres fueron muy superiores con dolutegravir/abacavir/lamivudina que con bictegravir/tenofovir alafenamida/emtricitabina (de 2,9 Kg/m2 y 1,5 Kg/m2; respectivamente. El aumento de IMC también fue superior en personas de etnia negra con dolutegravir/abacavir/lamivudina o dolutegravir/tenofovir alafenamida/emtricitabina (2,1 Kg/m2 y 2,2 Kg/m2; respectivamente) que en personas de etnia no negra con esos mismos tratamientos (1,3 Kg/m2 y 1,2 Kg/m2; respectivamente).
Los porcentajes de personas con IMC normal cayeron entre un 7% y un 15% en todos los grupos evaluados a lo largo de las 144 semanas de estudio, que se asociaron a aumentos de entre un 9% y un 15% en los porcentajes de personas con sobrepeso u obesas. Las diferencias entre los tres tratamientos comparados no alcanzaron valores estadísticamente significativos.
Los resultados del presente estudio, aunque cuentan con una muestra demasiado joven y con demasiada presencia de hombres como para ser representativa del conjunto de personas con el VIH, evidencian que las terapias triples basadas en bictegravir o dolutegravir evaluadas presentarían un buen perfil metabólico en términos de bajo impacto sobre la diabetes y los niveles de colesterol, pero que el aumento de peso debería ser un efecto secundario a tener en cuenta y a monitorizar en las personas que sigan dichos tratamientos, algo que ya ha sido hallado también en estudios previos (véase La Noticia del Día 02/06/2021).
Fuente:NATAP / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencias:Daar E, Orkin C, Sax P, et al. Incidence of metabolic complications among treatment-naive adults living with HIV-1 randomized to B/F/TAF, DTG/ABC/3TC or DTG+F/TAF after 144 weeks. IDWeek, September 29-October 3, 2021. Abstract 69.
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