En el marco de la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2017), recientemente celebrada en Seattle (EE UU), se han presentado resultados del estudio D:A:D relativos al uso a largo plazo de darunavir (Prezista®) potenciado por ritonavir (Norvir®). El riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares se vería ligeramente aumentado con su uso y existiría una asociación entre tomar estos dos fármacos durante cinco años y un mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio y/o una apoplejía.
El estudio D:A:D (siglas en inglés de Recopilación de datos sobre efectos adversos de los fármacos anti-VIH) constituye una de las herramientas de farmacovigilancia a largo plazo de la terapia antirretroviral más importantes que se han desarrollado. El estudio se diseñó a raíz de una iniciativa de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) del año 1999 y, en la actualidad, incluye datos de más de 35.000 pacientes de 11 cohortes distribuidas por Europa, Australia y EE UU.
El desarrollo de los inhibidores de la proteasa (IP) –familia a la que pertenecen tanto darunavir como ritonavir- representó un hito en la historia del tratamiento del VIH, ya que permitió la combinación de antirretrovirales de diferentes familias, acción imprescindible para obtener la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA).
Sin embargo, un amplio número de estudios –incluyendo el propio D:A:D – han evidenciado que el uso a largo plazo de IP de primera generación tales como indinavir (Crixivan®), nelfinavir (Viracept®), saquinavir (Invirase®) y ritonavir (utilizado a dosis completa como antirretroviral, no como potenciador) incrementan el riesgo de padecer problemas cardiovasculares. Una posible explicación de esa asociación son los incrementos en los niveles de lípidos sanguíneos que producen estos fármacos.
A pesar de dichos datos, se desconoce el grado de relación entre los IP utilizados actualmente –darunavir potenciado por ritonavir o atazanavir (Reyataz®) potenciado por ritonavir – y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Este hecho llevó a los investigadores del estudio D:A:D a llevar a cabo un análisis dirigido a esclarecer dicha relación.
En el estudio se definió enfermedad cardiovascular como experimentar un evento de infarto de miocardio, apoplejía o muerte súbita por causas cardíacas o someterse a un procedimiento de tipo cardiovascular invasivo (baipás coronario, angioplastia o endarterectomía carotídea).
Todos aquellos integrantes de la cohorte atendidos entre 2009 y 2016 fueron considerados elegibles para el análisis. Los investigadores tuvieron en cuenta potenciales factores de confusión para determinar con la mayor exactitud posible el impacto del uso acumulativo de atazanavir/ritonavir o darunavir/ritonavir y el riesgo cardiovascular
Un total de 35.711 personas fueron incluidas en el análisis. La mediana de la edad era de 44 años, el 74% eran de etnia blanca y el 46% eran hombres gais y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH). Un amplio porcentaje (el 38%) tenía un riesgo de sufrir un evento cardiovascular según las tablas de riesgo de Framingham del 5% o superior y el 5% de los participantes tenían un riesgo de sufrir un evento cardiovascular del 10% o superior.
La mediana del tiempo bajo seguimiento de los participantes fue de 7 años. Durante ese período, un total de 1.157 personas (el 3%) experimentaron un evento cardiovascular, lo que supuso una tasa de incidencia de 5,3 por cada 1.000 persona-años de seguimiento. El evento cardiovascular más frecuente fue angioplastia (459 casos), seguido por apoplejía (379 casos), infarto de miocardio (379 casos), baipás coronario (93 casos) y endarterectomía carotídea (15 casos).
El uso acumulativo de atazanavir/ritonavir se asoció a una tasa de incidencia de enfermedades cardiovasculares de 6,68 casos por cada 1.000 persona-años de seguimiento y el de darunavir/ritonavir a una de 13,67 casos por cada 1.000 persona-años de seguimiento.
Tras ajustar potenciales factores de confusión tales como recuentos de CD4, índice de masa corporal, insuficiencia renal, niveles de lípidos y diabetes, no se observó una relación significativa entre el uso a largo plazo de atazanavir/ritonavir y padecer una enfermedad cardiovascular (razón de tasas de incidencia [IRR, en sus siglas en inglés]: 1,01), pero sí en el caso de darunavir/ritonavir (IRR: 1,53).
Al centrarse únicamente en el uso de darunavir/ritonavir, los investigadores observaron que tomar dicha combinación durante 5 años se relacionó de forma independiente (teniendo en cuenta numerosos posibles factores de confusión) con un incremento del riesgo de padecer un infarto de miocardio (IRR: 1,51) o una apoplejía (IRR: 1,49).
Los investigadores concluyeron que la terapia a largo plazo con darunavir/ritonavir produce un pequeño –pero gradualmente en aumento con su uso- incremento del riesgo cardiovascular. Aunque dichos hallazgos podrían verse afectados por algunos factores de confusión, los resultados tienen una gran consistencia por provenir de un estudio de gran tamaño como es el D:A:D.
Fuente: HIVandHepatitis / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Ryom L, Lundgren JD, El-Sadr WM, et al. Association between cardiovascular disease and contemporarily used protease inhibitors. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Seattle, February 13-16, 2017. Abstract 128LB.
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.