El semen es uno de los fluidos corporales que puede contener VIH en una concentración suficiente como para existir riesgo de transmisión durante las relaciones sexuales. La terapia antirretroviral actúa sobre el ciclo de reproducción del virus en la sangre. Sin embargo, existen evidencias procedentes de distintos estudios que demuestran que eso se traduce en una menor cantidad de virus en el tracto genital, tanto femenino como masculino (véanse La Noticia del Día 29/05/2012 y La Noticia del Día 23/01/2013), aunque también otros reflejaron la posibilidad de que hubiera carga viral en semen y no en sangre (véase A Ciencia Cierta de LO+POSITIVO 44). Un estudio presentado en la reciente edición de GeSIDA, en el que participaron varias parejas heterosexuales serodiscordantes, ha encontrado que la duración del tratamiento y el tipo de sexo mantenido podrían predecir la presencia de ADN en semen.
En el año 2002, el Centro Sanitario Sandoval (Madrid, España) inició un programa para intentar minimizar el riesgo de transmisión del VIH en las parejas serodiscordantes (en las que un miembro tiene el virus y el otro no) que deseaban tener descendencia sin recurrir a métodos de inseminación asistida. Entre los parámetros monitorizados en este estudio estuvieron los niveles de carga viral (ARN) y de carga proviral (es decir, del ADN transcrito a partir del ARN del VIH) en el semen de los hombres que tomaban un tratamiento antirretroviral. El objetivo era identificar qué factores estaban relacionados con la presencia de ADN del VIH en semen cuando el hombre tomaba terapia antirretroviral y su viremia en plasma era indetectable.
En el estudio se contó con la participación de 156 parejas serodiscordantes que habían pedido asesoramiento sobre reproducción por métodos naturales entre 2002 y 2012. Se emplearon datos de 78 parejas donde el hombre era la persona con VIH que, además, recibía una terapia antirretroviral que le hacía tener unos niveles indetectables de carga viral en sangre. Al examinar la presencia de virus en semen, ninguno de ellos presentaba una carga viral (ARN) detectable en ese fluido. No obstante, cuatro de estas personas sí que registraron un nivel detectable de carga proviral de VIH (ADN) en semen (5,1%).
Al realizar un primer análisis de los datos obtenidos de estos hombres solamente se identificó un factor relacionado con la posibilidad de tener niveles detectables de ADN del VIH en semen, el tiempo en que se estuvo tomando terapia antirretroviral. Una duración del tratamiento inferior a un año se relacionó con una posibilidad significativamente mayor de presentar niveles detectables de carga proviral del VIH en semen (algo que podría estar también vinculado con un mayor riesgo de transmisión del virus).
Por su parte, al efectuar un análisis de regresión logística, se comprobó que, además del tiempo que se había estado tomando tratamiento, el hecho de practicar sexo anal sin preservativo constituyó otro factor asociado con una mayor posibilidad de presentar niveles detectables de ADN del VIH en semen.
En ambos casos, se observó que la influencia de estos factores no se vio afectada por la vía de infección, por el tiempo que los hombres habían vivido con VIH, ni tampoco por los recuentos de CD4 ni el tipo de terapia antirretroviral recibida.
Fuente: Elaboración propia (www.gtt-vih.org).
Referencia: Baza Caraciolo B, Del Romero Guerrero J, Rodríguez Martín C, et al. Factores asociados a la presencia de AND del VIH en semen de hombres bajo tratamiento antirretroviral y con carga viral indetectable en sangre y semen. V Congreso Nacional de GeSIDA, Abstract P0-21.
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