La compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim ha anunciado la interrupción del desarrollo de su inhibidor de la proteasa del virus de la hepatitis C (VHC) faldaprevir. En la decisión subyacen tanto el competitivo contexto actual existente en el ámbito de los nuevos fármacos de acción directa frente al VHC –que están mostrando excelentes resultados en sus respectivos estudios pivotales- como la también prematura interrupción del desarrollo de deleobuvir (véase La Noticia del día 28/01/2014), el otro fármaco que la compañía farmacéutica estaba investigando en el campo del VHC.
Faldaprevir estaba siendo investigado en el tratamiento del VHC de genotipo 1, pero desde la interrupción de la investigación de deleobuvir (único fármaco de acción directa con el que faldaprevir estaba siendo investigado para lograr terapias libres de interferón) solo se estaba evaluando en terapias triples con interferón pegilado y ribavirina, combinaciones que en el contexto actual tienen poco futuro.
De hecho, la caída del castillo de naipes se inició al observar cómo la combinación faldaprevir/deleobuvir/ribavirina funcionaba razonablemente bien en personas con VHC de genotipo 1b pero perdía eficacia en el caso del genotipo 1a. Este hecho llevó al abandono de deleobuvir y dejó tocado de muerte el desarrollo clínico de faldaprevir.
Otro de los argumentos esgrimidos por Boehringer Ingelheim respecto a la presente decisión es que, dada la inminente llegada de regímenes anti-VHC libres de interferón, la llegada de faldaprevir no hubiera aportado ninguna solución novedosa al tratamiento del VHC, algo esencial de cara tanto al posicionamiento comercial del fármaco como a el de tipo terapéutico, un hecho cada vez más importante de cara a las decisiones que las agencias regulatorias de cada país toman con relación a la financiación pública de los fármacos por parte de los sistemas sanitarios.
El fármaco se encontraba ya en sus fases finales de desarrollo y había sido presentado para su aprobación tanto a la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés) como a la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés). De hecho, esta última le había concedido el estatus de “revisión acelerada”.
La interrupción de la investigación de un medicamento en fases tan avanzadas es siempre una mala noticia, ya que, aunque la eficacia y tolerabilidad de los tratamientos basados en faldaprevir pudieran verse superadas por otras combinaciones, la presencia de alternativas terapéuticas es un hecho siempre beneficioso en cualquier campo de la medicina, tanto en lo relativo a su impacto en la negociación de precios (obliga a las compañías a rebajar precios para poder competir) como en dar otras opciones a personas que, por diversas razones (alergia, resistencias, etc.), no pueden seguir las pautas consideradas preferentes.
Fuente: HIVandHepatitis / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Comunicado de prensa de Boehringer Ingelheim 20/06/2014.
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