Un estudio presentado en la edición del 11 de abril de Clinical Infectious Diseases ha concluido que las personas con VIH que inician tratamiento antirretroviral con rilpivirina (Edurant®, también en Eviplera®) presentarían menores incrementos en los niveles de lípidos y tendrían una menor probabilidad de que dichos niveles fueran anómalos que aquellas que iniciasen tratamientos basados en efavirenz (Sustiva®, también en Atripla®). En la presente investigación se han analizado dos años de datos clínicos correspondientes a los estudios ECHO y THRIVE, que llevaron a la aprobación de rilpivirina y su pastilla combinada (véase La Noticia del Día 22/12/2011).
En muchos estudios se ha observado que las personas con VIH presentan un riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares superior al de la población general. El grado en el que diversos factores pueden estar detrás de dicho riesgo no está bien definido, pero el propio VIH, la inflamación crónica asociada a la infección y la toxicidad relacionada con el tratamiento antirretroviral parecen influir en mayor o menor medida.
Como la selección de antirretrovirales con un menor impacto sobre los niveles de lípidos puede reducir el riesgo cardiovascular, es importante comparar los diversos tratamientos entre ellos para lograr dar con la combinación de antirretrovirales con el mejor equilibrio entre eficacia y efectos secundarios.
Para comparar el impacto sobre los niveles de lípidos de rilpivirina con efavirenz, los autores del presente estudio evaluaron los cambios en las concentraciones de colesterol, triglicéridos y en la distribución de grasa corporal (por medio de absorciometría dual de rayos X [DEXA o DXA]) en 1.370 personas con VIH sin experiencia en tratamientos que comenzaron a tratar la infección una vez incluidas en los estudios ECHO y THRIVE (con datos acumulados de 96 semanas de terapia antirretroviral).
Los participantes de ambos estudios recibieron 25mg de rilpivirina o 600mg de efavirenz, en ambos casos en una toma diaria. Todos los participantes de ECHO recibieron, además, tenofovir/emtricitabina (Truvada®). En cambio, en el caso de los de THRIVE los dos fármacos para completar la terapia antirretroviral fueron abacavir/lamivudina (Kivexa®), zidovudina/lamivudina (Combivir®, también disponible como genérico) o tenofovir/emtricitabina.
Los cambios en los niveles de colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos fueron mínimos en el grupo con rilpivirina. Tras 96 semanas de tratamiento, efavirenz se asoció a incrementos en los niveles de lípidos significativamente superiores a los observados con rilpivirina, a excepción del colesterol total y del colesterol HDL, que presentaron variaciones similares con ambos fármacos.
Entre las personas con rilpivirina, todos los tipos de colesterol aumentaron si se tomaba, además, zidovudina/lamivudina. En cambio, entre quienes tomaron tenofovir/emtricitabina los niveles de colesterol HDL se incrementaron y los niveles de los otros tipos de colesterol se mantuvieron estables.
En el caso de quienes tomaban efavirenz, los niveles de lípidos se incrementaron con todas las combinaciones de antirretrovirales.
Respecto a quienes tomaban efavirenz, una menor proporción de las personas con rilpivirina presentaban niveles de lípidos asociados a riesgo cardiovascular según el Programa de Educación sobre Colesterol de EE UU (NCEP, en sus siglas en inglés).
El 16% de las personas con rilpivirina y el 17% de aquellas con efavirenz presentaron una reducción de la grasa de las extremidades de, como mínimo, el 10% (diferencia no significativa).
El 12% de las personas con rilpivirina y el 11% de aquellas con efavirenz experimentaron incrementos en la grasa de las extremidades (diferencia no significativa).
En general, independientemente de si tomaron efavirenz o rilpivirina, las personas con zidovudina/lamivudina experimentaron pérdida de grasa en las extremidades y en aquellas con tenofovir/emtricitabina se dio un aumento de dicha grasa.
Los resultados del estudio muestran un mejor perfil cardiovascular de las combinaciones basadas en rilpivirina respecto a las que contienen efavirenz. Si a ello se asocia el mejor perfil a nivel del sistema nervioso central, el balance a la hora de optar por una terapia de inicio favorecería a rilpivirina, aunque es importante tener en cuenta la carga viral puesto que rilpivirina ve reducida su eficacia en personas con carga viral superior a 100.000 copias/mL (y no está indicado en personas con dicho perfil).
Fuente: HivandHepatitis / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Tebas P, Sension M, Arribas J, et al. Analysis of Lipid Levels and Changes in Body Fat Distribution in Treatment-Naive, HIV-1-Infected Adults Treated with Rilpivirine or Efavirenz Over 96 Weeks in the ECHO and THRIVE Trials. Clinical Infectious Diseases April 11, 2014 (Epub ahead of print).
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