En plena agresión militar rusa contra Ucrania, ONUSIDA ha hecho un llamamiento a la protección de los profesionales sanitarios que ejercen en la zona de conflicto y a mantener los servicios de salud para toda la población que ha quedado atrapada en dicha zona. Este es un tema especialmente problemático en lo relativo a la infección por el VIH, que se estima que afecta a unas 250.000 personas en Ucrania, 156.000 de las cuales se encuentran en tratamiento antirretroviral y necesitan que su acceso al tratamiento no se vea interrumpido para poder mantener su estado de salud.
Además del impacto sobre el acceso el tratamiento que el conflicto puede tener, cabe destacar que todos los programas de prevención y cribado desplegados en el país y que cuentan con el apoyo del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria; ONUSIDA y PEPFAR –una de las estrategias con mejores datos de efectividad en la Europa del Este- se verán probablemente muy afectados por el conflicto, poniendo en peligro los avances logrados e incluso produciendo retrocesos importantes en el control de la epidemia del VIH.
En su comunicado, ONUSIDA manifiesta que el derecho a la salud y el acceso a los servicios relacionados con el VIH deben ser siempre protegidos. Además, los profesionales sanitarios y el resto de trabajadores del ámbito social y comunitario que dan respuesta a la epidemia del VIH nunca deberían ser –al igual que el resto de población civil– objetivos de los militares. Lamentablemente –como tantos otros conflictos– se están registrando numerosos ataques indiscriminados contra la población civil.
Las poblaciones socialmente más vulnerables tales como los usuarios de drogas intravenosas, las personas que ejercen el trabajo sexual, las personas trans y los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) –que ya se encuentran en un mayor riesgo de padecer o adquirir la infección por el VIH– también presentan una mayor probabilidad de verse más afectadas por el conflicto por distintas razones (menor capacidad económica y red de apoyo para poder escapar de las zonas de conflicto, estigma, discriminación, etc.).
Los expertos en salud pública informan que, como consecuencia del conflicto, Ucrania empieza a tener un desabastecimiento importante de numerosos medicamentos y ello acabará afectando a todas las patologías, por lo que la comunidad internacional debe hacer importantes esfuerzos para parar la guerra y facilitar el abastecimiento de medicamentos y del resto de productos esenciales. Tras un primer trabajo de contención por parte de la sociedad civil –especialmente de aquellos países colindantes con Ucrania no implicados en la agresión facilitando la acogida de refugiados y proporcionando ayuda humanitaria– es importante que el resto de actores, en especial aquellos con poder político y económico, se impliquen y sean parte de la solución.
Fuente:Elaboración propia (gTt).
Referencias:Comunicado de prensa de ONUSIDA 25/02/2022: UNAIDS urges protection and continuity of health and HIV services for people living with and affected by HIV in Ukraine.
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