Desánimo y confusión. Estos dos términos podrían definir los sentimientos que experimentó la comunidad del VIH/sida tras el sonado fracaso, en septiembre de 2007, de la vacuna experimental contra el VIH de Merck, conocida como MRKAd5 (véase VAX: Boletín sobre Vacunas del SIDA 10, octubre-noviembre 2007).
Había muchas esperanzas, y mucho dinero, depositados en el ensayo STEP (un estudio de fase IIb cuyo objetivo era evaluar la seguridad y la eficacia de aquella candidata a vacuna), pero, a juzgar por los resultados y la autocrítica efectuada desde entonces, faltaba un ingrediente esencial: más ciencia básica.
Por este motivo, es necesario celebrar el reciente acuerdo firmado entre la Iniciativa Internacional por una Vacuna contra el Sida (IAVI, en sus siglas en inglés, una alianza público-privada, sin ánimo de lucro, que persigue impulsar el desarrollo de una vacuna contra el sida segura, eficaz y universalmente accesible) y el Scripps Research Institute (La Jolla, California, EE UU), una de las mayores organizaciones del mundo, sin ánimo de lucro, dedicada a la investigación biomédica.
Las dos instituciones han anunciado la creación de un nuevo centro de investigación que, con un coste de 30 millones de dólares, se concentrará en superar el reto de conseguir anticuerpos específicos contra el VIH eficaces. La futura sede, ubicada en el Scripps Research Institute, estará asociada a una red de centros de investigación actualmente dirigida por IAVI en África, Asia, Europa y EE UU, y cuyo principal objetivo es el desarrollo de candidatas a vacunas capaces de inducir anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el VIH. Con este fin, el instituto reclutará biólogos, virólogos, químicos e inmunólogos para que trabajen en el laboratorio y realicen ensayos en voluntarios.
En el transcurso del último año, hemos asistido a un giro de orientación importante en el ámbito de las vacunas contra el sida. Los costosos estudios clínicos a gran escala con candidatas a vacuna de dudoso resultado han dejado paso a un mayor interés por profundizar en el conocimiento de los mecanismos inmunitarios básicos involucrados en la respuesta a la infección por VIH.
En este sentido, uno de los grandes desafíos en el desarrollo de una vacuna efectiva contra el virus del sida sigue siendo el de inducir anticuerpos neutralizantes contra el VIH, algo probablemente necesario si se quiere prevenir la infección. A diferencia de lo que sucede, por ejemplo, con las vacunas contra el sarampión o la hepatitis A y B, las vacunas experimentales para el VIH probadas hasta la fecha no logran estimular al sistema inmunitario para que produzca anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el virus. En buena medida, la dificultad reside en la capacidad que tiene el VIH para mutar y para proteger las proteínas virales frente a los anticuerpos humanos (véase ‘Entender los anticuerpos neutralizantes’. VAX: Boletín sobre Vacunas del SIDA, Febrero 2007)
Pero difícil no significa imposible. “El problema de una vacuna contra el VIH que induzca anticuerpos neutralizantes es soluble, y su solución es un prerrequisito para tener éxito en la consecución de una vacuna para el sida”, afirmó Wayne Koff, vicepresidente de IAVI. “Con la creación de este centro de expertos multidisciplinares -añadió-, esperamos resolver el problema e impulsar el desarrollo de una vacuna eficaz y segura contra el sida.”
Fuente: The Scripps Research Institute & IAVI / Elaboración propia.
Referencia: The Scripps Research Institute y IAVI. The Scripps Research Institute and the International AIDS Vaccine Initiative Launch World’s First Dedicated HIV Neutralizing Antibody Center. La Jolla, CA, and New York, NY, September 30, 2008
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